El oro del Banco de España es el codiciado botín que persigue el grupo de atracadores de El Profesor en las tres últimas temporadas de La Casa de Papel. Si en su primer exitoso 'atraco' a la Casa de la Moneda la banda consigue llevarse 2.400 millones de euros recién impresos, en este segundo quieren hacerse con unas 281 toneladas de oro, que equivalen a unos 14.000 millones de euros. Estas son las reservas que tiene el banco central de España en su cámara de seguridad.
Esos 14.000 millones de euros son el 1% del PBI español, en torno a 1,3 billones en 2020. Por su parte, las 281 toneladas son el 0,8% de las 35.000 toneladas de oro que poseen los bancos centrales, según el World Gold Council. El robo del oro español es sin duda un gran botín, sin embargo, es una reserva pequeña comparada con la de otros países de nuestro entorno como Estados Unidos (8.133 tm), Alemania (3.359 tm), Italia (2.451 tm), Francia (2.436 tm) y Rusia (2.298). Portugal tiene 382 tm.
Es una reserva modesta para la cuarta economía de la Unión Europea. Pero es que España vendió sus reservas de oro cada vez que se avecinaba una crisis. Durante la Guerra Civil y en 2007, España se deshizo de unas 833 toneladas de oro, 26,1 millones de onzas troy que hoy valdrían 42.155 millones de euros. Son los dos momentos más polémicos de la historia de los metales preciosos que duermen en la cámara acorazada bajo la diosa Cibeles.
Guerra Civil: 704 toneladas menos
El bando rebelde no consiguió hacerse con el control de Madrid en el golpe de Estado de julio de 1936, que desencadenó tres años de Guerra Civil. Para financiar la guerra, Franco comprometió la producción de las minas de hierro y wolframio, entre otros minerales, para pagar a Alemania. Mientras tanto, el gobierno republicano decidió recurrir a las reservas de oro del Banco de España, que en aquel momento eran las cuartas del mundo, según cuenta el historiador Anthony Beevor en su libro La guerra civil española (1982).
“Entre julio de 1936 y enero de 1937 se vendieron en París 194 toneladas de oro bruto con un valor de 195,8 millones de dólares”, dice el Banco de España en el informe Guerra civil, comercio y capital extranjero; el sector exterior de la economía española (1936-1939) escrito por Elena Martínez. Luego se produjo el famoso incidente del "oro de Moscú", cuando se vendieron a la Unión Soviética otras 510 toneladas de oro bruto, con un valor entonces de 518 millones de dólares.
En un primer momento, el gobierno de Francisco Largo Caballero transfirió el 72% de las reservas de oro en Moscú como garantía de pago por el armamento que la República recibiría de la Unión Soviética. Posteriormente se vendió entre febrero de 1937 y abril de 1938.
Otras 194 toneladas vendidas en 2007
La segunda gran venta de esta reserva de metales preciosos tuvo lugar en 2007. Ese año, los mercados comenzaron a ser sacudidos por la crisis de las hipotecas subprime, que alcanzó su peor momento en septiembre de 2008 con la quiebra de Lehman Brothers, entonces el cuarto banco de inversión de Estados Unidos.
En ese contexto, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero se deshizo de 133,7 toneladas, que le reportaron un beneficio de unos 2.180 millones de euros entre marzo y julio de 2007. Esa cantidad equivale a unos 4,3 millones de onzas troy que hoy están valoradas en 6.800 millones de euros.
El objetivo era vender el oro para invertir en renta fija, un producto financiero que genera ingresos recurrentes, según justificó el entonces ministro de Economía, Pedro Solbes. La crisis inmobiliaria aún no había estallado, pero ya se empezaba a hablar de desaceleración económica. En ese periodo, desde mediados de 2007 hasta la actualidad, el precio de la onza troy ha pasado de cotizar a poco más de 600 dólares a rondar los 1.777 dólares actuales.
Qué implica tener una reserva de oro
El oro fascinó a la humanidad desde tiempos inmemoriales. Es un metal que siempre fue muy valorado y todo indica que lo seguirá siendo en el futuro, ya que la cantidad que existe en el planeta es finita. Los bancos centrales pueden imprimir todo el dinero del mundo, pero no es posible emitir más oro. De momento hemos extraído unas 150.000 toneladas de oro.
Una quinta parte de esa cantidad está en las bóvedas de los bancos centrales. Es un activo que forma parte de las reservas internacionales de los bancos centrales, unos depósitos que mantienen estas entidades para intentar ganarse la confianza de los mercados de que sus países podrán responder en caso de volatilidad económica. Los bonos, el oro, los derechos especiales de giro del FMI o el papel moneda en dólares, euros o libras son algunos de los activos que componen estas reservas.
Dentro de este grupo de productos financieros, el oro juega un papel estabilizador, ya que tiende a apreciarse en tiempos de incertidumbre económica. La razón es que es un activo que siempre ha aumentado su valor, mientras que todas las monedas de la historia se han depreciado hasta desaparecer. La desventaja del oro es que no genera una rentabilidad periódica como los títulos de deuda, como dijo Solbes, pero en los últimos veinte años su precio aumentó un 543%.
El oro representa el 65,6% de las reservas internacionales de Estados Unidos, el 65,2% de las de Alemania, el 64,7% de las de Portugal, el 62,2% de las de Uzbekistán, el 62,1% de las de Italia y el 57,2% de las de Francia. En el caso de España, las reservas de oro del banco central representan el 17,2% de sus activos.
*Con información de Forbes España.