Esto es lo que hay que hacer al quedarse sin trabajo
Si bien ser despedido es un golpe duro, puede ser una oportunidad para resurgir personal y profesionalmente.

Hay vida después del despido, de verdad. Eso sí, hay que saber sobrellevarlo. Lo peor que se puede hacer es hundirse. A continuación, damos algunos consejos para que un despido laboral no sea interpretado como el fin del mundo.

Terminar la relación en buenos términos

No quemars puentes, hay que ser educado ante todo. Luego habrá tiempo de desahogarse con los amigos y familiares. Es recomendable no difundir sobre el despido con los compañeros que se quedan.

Pedir referencias

Si el despido no ha sido por ninguna causa por la que tengas que agachar la cabeza, pedí referencias. Una vez que hayan pasado un par de días y ya no te queden más lágrimas o demasiada ira dentro, escribí un correo explicando que lamentás la situación y solicitando referencias de cara a tu inminente búsqueda de empleo.

Sincerarse con uno mismo

Una vez que se te haya pasado el disgusto, tratá de analizar objetivamente la situación. No te defiendas injustificadamente, pensá qué hiciste mal o qué podrías haber hecho mejor. Sé honesto con vos mismo e intentá mejorar de cara a futuros empleos.

Psicología en el trabajo.

Controlar los acuerdos

No firmes cualquier cosa, porque podés estar perdiendo dinero o el derecho a cualquier reclamación legal posterior. Lee con detenimiento y, si lo necesitás, consultá con un abogado tus dudas.

Replantear el CV y las metas

Desempolvá tu currículum, rearmalo y pensá bien a dónde querés enviarlo y por qué. Si querés reorientar tu carrera, es el momento de hacerlo, nunca es tarde y ahora tenés todo el tiempo del mundo para buscar nuevas oportunidades de hacer lo que te gusta.

Currículum

Aprovechar el tiempo libre

Volver a estudiar, retomar las clases de idiomas, ir al médico a mirarte ese dolor de espalda tan molesto, hacer esa escapada de fin de semana pendiente, etc. Aprovechá el tiempo libre al 100%, que nunca se sabe lo que puede durar.

*Nota publicada en Forbes España