La gastronomía de Daniel Boulud es reconocida en todo el mundo, y conseguir una mesa en alguno de sus tantos restaurantes suele ser una tarea complicada. Sin embargo, en los próximos meses, algunos pasajeros aéreos con suerte podrán probar sus platos con solo comprar un pasaje.
A partir del verano de 2025, el chef preparará varios platos exclusivos para las cabinas La Première y Business de Air France. Aunque ni Boulud ni la aerolínea dieron detalles concretos hasta ahora —según voceros, las novedades se anunciarán en las próximas semanas—, se sabe que estarán disponibles en los vuelos que salen desde Nueva York-JFK hacia París-Charles de Gaulle.
También se ofrecerán en rutas que parten de otras ciudades importantes, como Los Ángeles, Miami, San Francisco y Washington, DC. La propuesta incluirá platos a base de carne roja y aves, diseñados especialmente para el menú de la compañía aérea, con el objetivo de ampliar la experiencia gastronómica de sus pasajeros premium en los destinos estadounidenses.
Sin embargo, el lanzamiento previsto para este verano no marca el inicio de la relación entre el chef y Air France. De hecho, se trata de una colaboración que tiene lógica desde el comienzo. "Mi colaboración con Air France comenzó en 2016, cuando me convertí en el primer chef francés residente en Estados Unidos en colaborar con la aerolínea", explicó Daniel Boulud en una entrevista por correo electrónico.
En la entrevista, el chef contó que lo atrajo especialmente el compromiso de Air France con su programa gastronómico. "Para mí, fue una oportunidad única para compartir nuestra rica herencia gastronómica creando platos que equilibran creatividad, tradición y estacionalidad, a la vez que aportan un toque francés y estadounidense a los cielos", dijo.
Radicado en Estados Unidos desde hace muchos años, Boulud se mostró particularmente orgulloso de trabajar codo a codo con el equipo culinario de la aerolínea en los vuelos directos que conectan diez ciudades clave del país con París. "Es un honor formar parte de este círculo global de chefs y contribuir a una experiencia que celebra la cocina francesa de una forma tan considerada y sublime. Nuestros pasajeros estadounidenses, muchos de los cuales son increíblemente fieles a Air France, se sumaron a esta colaboración con entusiasmo, lo que la hace aún más gratificante", declaró.
Diseñar platos para el servicio a bordo representa un desafío particular que exige elegancia, precisión y capacidad de adaptación. "Junto con el chef corporativo de Air France, François Adamski, y sus talentosos equipos culinarios, creamos un menú que refleja la esencia de la cocina francesa: arraigada en la tradición, pero moderna, ligera y de temporada", afirmó Boulud. Cada plato fue pensado para mantener el sabor incluso en altitud, sin dejar de lado la comodidad y el disfrute de los pasajeros.

"Muchas de las creaciones están inspiradas en mis restaurantes de Nueva York y presentan elementos exclusivos —salsas, técnicas o guarniciones— reinventados para que funcionen a la perfección en el aire", señaló el chef. Según explicó, su experiencia tanto en la alta cocina como en el mundo del catering fue clave para ayudar al equipo a ofrecer comidas con nivel de restaurante, de una manera auténtica y placentera.
La cocina de Boulud se apoya en tres pilares: creatividad, sabor y responsabilidad. "Crecí en una granja cerca de Lyon, rodeado de naturaleza e ingredientes de temporada; esa conexión temprana con la tierra aún influye en todo lo que hago", contó el chef.
Instalado en Nueva York, Boulud valora especialmente el acceso a mercados activos y productos locales de excelente calidad durante todo el año. Esa disponibilidad, según explica, le permite preparar platos que combinan la técnica francesa con la energía cultural propia de la ciudad.
Cada menú nace de la temporada. "Ya sean los platos ricos y reconfortantes del invierno o los sabores más ligeros y soleados del verano, mi objetivo es crear comidas que se sientan alegres, equilibradas y profundamente arraigadas en el momento", explicó Boulud.
La sostenibilidad también ocupa un lugar central en su cocina. "Mi cocina siempre tiene en cuenta el abastecimiento, los residuos y el impacto, sin comprometer jamás el sabor", afirmó.
Con el paso del tiempo y tras muchos viajes, el chef aprendió que el confort durante un vuelo depende de ciertos rituales simples. "Mantenerse hidratado es esencial, al igual que levantarse para estirarse siempre que sea posible. También aprovecho el tiempo en el aire para relajarme, ya sea viendo una película, hojeando algo ligero o cerrando los ojos para un descanso rápido", contó. Para él, un buen vuelo se construye a partir de placeres sencillos: "Una comida bien preparada, una buena copa de vino, entretenimiento con atención y un momento para recargar energías", completó.