La subasta Sotheby's Treasures of Time fue una de las más destacadas de la reciente temporada en Ginebra, presentando una variedad de relojes Patek Philippe vintage muy especiales y raros. Sin embargo, el lote 16 se llevó toda la atención.
El modelo 2499 de Patek Philippe es un favorito entre los coleccionistas, representando mejor que cualquier otro la línea más exclusiva de la marca. Es importante recordar que, en la década de 1950, los calendarios perpetuos eran mucho más complejos de fabricar, tanto que solo Audemars Piguet y Patek Philippe los producían en serie en ese momento. Con la adición del cronógrafo, el 2499 dio un paso más en términos de complejidad, consolidándose como un ícono incluso en la actualidad.
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Este ejemplar en particular es el sueño de cualquier coleccionista, si es que un 2499 de por sí no fuese ya lo suficientemente codiciado. En primer lugar, pertenece a la primera serie de producción, que abarcó entre 1951 y 1956 y aportó menos de 50 unidades al total de 349 producidas para esta referencia en su conjunto. La caja de la mayoría de los relojes de esta primera serie fue fabricada por Vichet, con la clave 9. Sin embargo, este reloj es una excepción y, hasta donde se sabe, es el único 2499 con caja de Wenger que llegó a subasta (siendo esta su segunda aparición).
El diseño de Wenger presenta una estatura más robusta y asas más resistentes en comparación con las cajas de Vichet, lo que lo hace visiblemente diferente incluso a simple vista. Además, está fabricado en oro rosa, algo poco común en esa época, cuando el oro amarillo dominaba casi por completo la producción.
Llamarlo una pieza de calidad "de museo" sería quedarse corto, ya que ni siquiera el Museo de Patek Philippe posee un ejemplar como este. Solo se conocen tres unidades en total, un detalle que se reflejó en su precio final: 3,5 millones de dólares, un 31% más que en su última aparición en 2012.
*Con información de Forbes US.