El laboratorio argentino detrás de la restauración de La Mary y otros clásicos del cine
Hace unas semanas, Susana Giménez revivió su emblemático personaje de La Mary gracias a la inteligencia artificial. Pero el rescate de este clásico comenzó años atrás, cuando Gotika emprendió la titánica tarea de restaurarlo.

Hace unas semanas, Susana Giménez sorprendió al público con un emotivo segmento en su programa de Telefe. Utilizando los últimos avances en inteligencia artificial, la diva tuvo un encuentro consigo misma en pantalla, reviviendo a La Mary, el personaje que marcó un antes y un después en su carrera cinematográfica. La entrevista, que despertó tanto fascinación como debate, volvió a poner el foco en esta obra icónica del cine argentino. Detrás de su recuperación está Gotika, el estudio argentino que rescató esta pieza clave del patrimonio cultural, devolviéndola a su esplendor original de 1974.

Gotika, fundada en 1996 por Sergio Rentero, se lleva un largo recorrido en la restauración cinematográfica a nivel mundial. Bajo su dirección, la empresa alcanzó hitos como la primera posproducción en HD en 2003 y la restauración de 101 películas argentinas contemporáneas bajo el Plan Recuperar en 2016. Este laboratorio creativo combina tecnología de vanguardia con una profunda pasión por el arte.

Susana Giménez en La Mary

"Restaurar películas es clave para guardar nuestra memoria compartida. Cada película captura ideas, estilos y valores de su época. La restauración no solo evita que desaparezcan, sino que también permite que nuevas generaciones las disfruten como se crearon. En un mundo globalizado, donde muchas culturas luchan por mantener su identidad, las películas restauradas se convierten en embajadores del patrimonio cultural", reflexiona Rentero.

La Mary: el rescate de un ícono

La restauración de La Mary fue un proyecto cargado de simbolismo y desafíos técnicos. Esta película, que desafió las normas de su tiempo al abordar temas como la sexualidad y las emociones humanas, fue protagonizada por Susana Giménez y Carlos Monzón, dos figuras icónicas argentinas.

"Hasta el año que comenzamos la restauración se pensaba que los negativos se habían incendiado", cuenta Rentero. Sin embargo, tras firmar en 2012 un convenio con Juan Crespo para restaurar varias películas, los negativos aparecieron en una baulera. "Cuando pasan esas cosas, presto atención y escucho. Esa película quería ser restaurada".

Carlos Monzón en La Mary

El proyecto comenzó en ese momento y se reestrenó en privado el 20 y para público en general el 23 de octubre de 2014. "Por lo que fueron dos años. Es difícil calcular costos exactos, pero por el tiempo insumido, la infraestructura dedicada y la cantidad y calidad de gente trabajando, fueron largos cientos de miles de dólares", recuerda Rentero.

El proceso implicó lidiar con materiales extremadamente deteriorados por la humedad y el calor. "Encontrar negativos originales, asegurar su integridad física y convertirlos en archivos digitales sin perder información fueron tareas titánicas", explica. También fue necesario ajustar el color, el sonido y eliminar imperfecciones de la época, siempre debatiendo entre purismo y modernidad.

La labor de Gotika va más allá de la técnica. Para Rentero, restaurar películas es también "un acto de resistencia cultural frente al olvido". En un contexto donde muchas culturas luchan por preservar su identidad, las películas restauradas se convierten en embajadores de la memoria colectiva.

El Plan Recuperar, realizado en asociación con Directores Argentinos Cinematográficos (DAC), permitió restaurar 101 títulos del cine argentino, mientras que otros 200 fueron rescatados a través de la Fundación Gotika. Sin embargo, estos proyectos no estuvieron exentos de dificultades. "Aplicamos el 'alguien tiene que hacerlo'. Las 101 películas del Plan se hicieron en asociación con DAC. Hubo apoyos de Mecenazgo de la Ciudad que, si bien no pudieron competir con lo invertido por Gotika y DAC, nos dieron empuje ante tanto poco apoyo que tuvo el Plan. Ni INCAA ni cultura de nación aportaron fondos".

Sergio Rentero

Aunque La Mary fue restaurada antes de que Gotika incorporara inteligencia artificial en sus procesos, la empresa ya explora cómo esta tecnología puede transformar la industria. "La IA permitirá rescatar material que antes se consideraba irrecuperable o de bajo interés comercial", señala Rentero. Actualmente, Gotika utiliza IA para regenerar negativos digitales, mejorar la calidad de imagen y reducir el ruido en escenas oscuras, entre otras aplicaciones.

Sin embargo, Rentero subraya que la tecnología plantea debates: "Los puristas manifiestan que lo producido por la IA no es la realidad en la restauración audiovisual. Es cierto, cuando se regenera algo que no existe, se hace justamente: regenerar. Pero, ¿qué es la realidad? Te aseguro que hay mucha gente que piensa que Hitler murió quemado en un cine, por lo que vieron o les dijeron los que vieron Inglourious Basterds".

Gotika extendió su trabajo por fuera de la Argentina. Desde 2010, la empresa trabaja en restauraciones industriales para Asia, y a partir de 2025, lanzará nuevas unidades de propiedad intelectual. "En la unidad editorial, por ejemplo, ya tenemos adquiridas novelas nativas en inglés de fantasía para adultos jóvenes en el mercado anglosajón, tanto para comercializar PI antes de publicar y para publicación. Estas unidades proyectan una alta rentabilidad. En audiovisual e interactivo, estamos trabajando en investigación y desarrollo de contenido dinámico que se personalice de espectador a espectador. Esta unidad se posiciona más como una tecnológica que como una productora", detalla.

Con más de 50 títulos en desarrollo y una estrategia para expandir su presencia en mercados como Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y España, Gotika sigue redefiniendo los límites de la creatividad y la tecnología.