El juego Hogwarts Legacy ha estado envuelto en la polémica desde que se anunció, con los comentarios transfóbicos de la creadora de Harry Potter, J.K. Rowling, que inspiraron un movimiento de boicot y desataron un acalorado debate sobre la ética del consumo de medios dentro de la comunidad de jugadores.
Hogwarts Legacy, como el desarrollador se empeña en subrayar, se creó sin la participación de Rowling. El juego de mundo abierto permite al jugador personalizar su personaje, y crear un estudiante trans de Hogwarts si lo desea. De hecho, el juego ha introducido incluso el primer personaje transgénero canónico de la serie, Sirona Ryan.
Sirona es una bruja que administra una taberna en el pueblo de Hogsmeade, un PNJ (personaje no jugador) con el que el jugador puede hablar. Aunque Sirona no dice abiertamente que es una mujer trans, lo da a entender a través de su diálogo.
Parece probable que el personaje se creara como un gesto de buena voluntad hacia la comunidad trans, especialmente en respuesta a la polémica sobre Rowling, pero su existencia provocó burlas en Internet, ya que los jugadores bromeaban por su desafortunado nombre.
Otros vieron al personaje como un ejemplo de representación vacía, y algunos resintieron su inclusión en un juego que se beneficia de la creación de Rowling.
Rowling no incluyó ningún personaje transgénero dentro de la serie Harry Potter, pero, irónicamente, las reglas de su Mundo Mágico ofrecen muchas oportunidades a los usuarios de la magia para experimentar con las normas de género. Lo más notable son las pociones Polyjuice que pueden transformar al usuario en otra persona por completo, que a menudo se utilizan para cambiar de género.
En el contexto de la actual obseción de Rowling por la identidad de género y los baños públicos, sobresalen ciertos detalles del Mundo Mago: los chicos no pueden entrar en los dormitorios de las chicas, pero las chicas sí pueden acceder a los espacios de los chicos.
Hay mucho drama en Harry Potter que tiene lugar dentro de los baños, específicamente, y múltiples casos de personajes masculinos peligrosos que se disfrazan para entrar en espacios seguros, a veces transformándose en mujeres.
El rival de Harry, Draco Malfoy, siempre va acompañado de sus dos secuaces, Crabbe y Goyle; y en un momento de la historia, Malfoy obliga a ambos a transformarse en niñas, por alguna razón.
Hay varios casos de personajes que cambian y eligen su identidad: El propio Harry Potter es famoso por rechazar la afirmación del Sombrero Seleccionador de que encajaría bien en Slytherin, y se identifica como Gryffindor. También hay un personaje llamado Tonks que nace con la capacidad de cambiar de forma, y puede moverse libremente entre masculino y femenino a voluntad.
Todos estos cambios de identidad ayudaron a inspirar el tsunami de fan-ficción queer de Harry Potter que ha surgido a lo largo de los años, que a menudo analiza las implicaciones de las reglas de Rowling en lo que respecta al género y la sexualidad.
Sirona es el primer personaje trans canónico de Harry Potter, y parece haber sido insertado en la franquicia en respuesta a una controversia, sin la aportación de Rowling.
En la mente de los fans, sin embargo, las reglas del Mundo Mago constituyen un paisaje perfecto para contar historias que incluyan a la comunidad LGBT, aunque su creadora no parezca verlo así.