Desde 1998, cada 11 de octubre, se celebra el Día Mundial del Dulce de Leche, producto reconocido como Patrimonio Cultural Alimentario y Gastronómico de la Argentina.
Esta fecha fue establecida por el Centro Argentino de Promoción del Dulce de Leche y Afines con el objetivo de promocionar su consumo y producción, así como también seguir posicionándolo como un símbolo de la gastronomía argentina a nivel mundial.
En la Argentina, se estima que se producen unas 128.000 toneladas de dulce de leche y que cada persona consume en promedio más de tres kilos al año. De esta manera, representa uno de los volúmenes más altos del mundo.
De acuerdo a las últimas estadísticas, el dulce de leche es el cuarto producto lácteo más consumido por las familias argentinas, después de la leche, el queso y el yogurt, según datos difundidos por San Ignacio, la empresa santafesina que en 2024 cumplirá 85 años y que es la principal exportadora de dulce de leche. Actualmente, la compañía destina el 15% de su producción al mercado externo.
Tal como explica Alejandro Reca, CEO y director de San Ignacio, Chile es el principal comprador de dulce de leche argentino: “Lo siguen Brasil, Estados Unidos y Canadá. En la Unión Europea, el principal mercado es España. Otros destinos para la compañía son Israel, Uruguay, Nueva Zelanda, Paraguay y Bolivia”. La firma también exporta este producto a Vietnam, Portugal y Japón.
Por su versatilidad, en cuanto a las formas de consumo en el hogar, la principal es untado, durante el desayuno y la merienda, y en menor proporción en preparaciones dulces y postres y a cucharadas.
El dulce de leche es, además, de los sabores de helado preferidos por los argentinos. Según la Asociación Fabricantes Artesanales de Helados y Afines (AFADHYA), el dulce de leche granizado es el gusto más pedido, seguido por el Chocolate con almendras y, en tercer lugar, el dulce de leche común.
Por su parte, Gabriela Benac, gerenta de Luz Azul, otro jugador de peso en el mercado lácteo, comparte: “A pesar del difícil contexto económico que estamos viviendo, el consumo sigue sostenido. En lo que va del año, ya llevamos vendidos casi 500.000 potes del dulce de leche familiar. Cerramos el 2022 con 600.000, lo que nos indica, claramente que la gente lo sigue consumiendo y está dispuesta a pagar por un buen dulce de leche como el nuestro en donde la relación precio-calidad es lo que el consumidor valora muchísimo”.
Actualmente, Luz Azul posee 70 locales en todo el país y en lo que va del 2023 ya abrió 5 nuevos puntos de venta. Para lo que resta del año, se sumarán 6 nuevas franquicias en la provincia de Corrientes, Coronel Suárez (PBA), Martínez (GBA), Caseros (GBA) General Roca 2 (Río Negro) y sobre la Av San Martin (Caballito-CABA).
Benac admite que existe una capacidad ociosa del producto y se siente que “la torta se reparte más”. “Hay mucha (buena y mala) variedad porque se puede adulterar fácilmente y que no sean fabricados con sueros. Por eso es importante alertar al consumidor y que esté atento, ya que si ve uno por debajo del precio del mercado es porque sin dudas no son de buena calidad ni 100% verdaderos dulce de leches”.
Para identificar un dulce de leche de buena calidad, desde Luz Azul afirman que el producto tiene que ser brillante a la vista, libre de impurezas, que no tenga aspecto arenoso ni harinoso y el color debe ser marrón cobrizo. En la boca se debe fundir bien. Si cuesta disolverlo, no es de buena calidad.
Y como todos los años, brindan el consejo y secreto clave: guardarlo en una alacena y no en la heladera ya que es un producto que tiene mucha cantidad de azúcar lo que hace que tenga poca presión osmótica, es decir poca agua disponible para que los microorganismos puedan desarrollarse en él, entonces se conserva bien a temperatura ambiente.
“La demanda por dulce de leche no es ajena a las tendencias de consumo. Por ello, y a través de la incorporación de versiones de dulce de leche sin azúcar, deslactosados y reducidos en grasas, buscamos alinear la oferta de este producto a los requerimientos actuales y futuros de los consumidores de alimentos más saludables”, cierra Juan Patricio Anderson, Gerente Comercial de San Ignacio.