Levantarse por la mañana y disfrutar de un buen café es un hábito innegociable. Muchos dirán -quizás con razón- que es la mejor manera de empezar el día. Así lo sienten muchos argentinos, que no conciben un buen desayuno sin su café. De todas formas, es una infusión que marida bien con cualquier momento del día.
En promedio, cada argentino consume 208 tazas de café al año, y 8 de cada 10 personas lo hacen en sus hogares. El 60% de las veces, el consumo se da en torno al desayuno y el promedio anual de consumo per cápita es de 1 kilogramo. Un estudio de Kantar, enfocado en los alimentos que forman parte de la canasta del desayuno, revela que el café está presente en el 86,5% de los hogares del país, con un crecimiento sostenido en todos los sectores socioeconómicos.
La amplia oferta de variedades y sabores permite personalizar la experiencia de consumo, adaptándola a los gustos de cada argentino, cuyo paladar se tornó más exigente y sofisticado con el paso del tiempo.
¿Cómo toma café el argentino?
Sol Fernández Ballart, Business Executive Officer at Nestlé Coffee, revela que, al igual que en los últimos años, el consumidor sigue eligiendo cortar más de la mitad del café con leche y más del 70% prefiere endulzarlo. Por otro lado, el consumo del café se encuentra mayormente ligado a las ocasiones de placer (46%) y bienestar (15%), además de la estimulación (36%).
Según información de Nestlé, el 41% del consumo se concentra en café instantáneo, 40% en tostado y molido, y el segmento de cápsulas representa alrededor de un 20%. Dentro de la categoría de tostado y molido, el 73% del mismo es torrado.
Camila Carpanetti, Coffee Ambassador de Nespresso Argentina, remarca que el café es una parte muy importante en la cultura argentina y su consumo se convirtió en un ritual diario. "Según un relevamiento que realizamos desde Nespresso, hoy el 45% de las bebidas consumidas en el país son café y se mantiene una preferencia equilibrada entre el café solo y con leche. Además, el 94% de estas tazas se consumen calientes y el 85% en casa, con preferencia de consumo en el desayuno", precisa.
El clásico: café y medialuna
El café y la medialuna es uno de los combos más ganadores de la historia gastronómica argentina y una moda que nunca pierde vigencia. "Sigue siendo un clásico indiscutido. Sin embargo, en los últimos años, observamos un notable cambio en los acompañamientos", introduce Carpanetti. "Cada vez más argentinos eligen otras opciones tentadoras y más saludables para acompañar el café, tradicionalmente dulces, pero con gran apertura al maridaje salado, como panificados, bruschettas, huevos revueltos, palta, entre otros", revela la ejecutiva.
Emiliano Escudero, socio y cofundador de Usina Cafetera, cuenta que históricamente vendieron más latte o café con tostadas. "Probablemente tenga que ver con que nuestro pan es artesanal y súper rico, pero para nosotros siempre el clásico fue ese. En los últimos años, aparecieron nuevas combinaciones como los huevos con tostadas, una french toast o mismo un avocado toast. Algo que, sin lugar a dudas, tiene mucho protagonismo para nosotros, y que la gente elige para combinar, es nuestra porción de Carrot Cake".
Paralelamente, Soledad Fantuzzi, Gerente de Marketplace Starbucks Sudamérica, destaca: "En Argentina, notamos que los clientes tienden a acompañar su café con opciones dulces, como las medialunas y muffins. De todas formas, también hay una inclinación hacia productos más balanceados, como los sándwiches integrales o productos con ingredientes más saludables".
Desde Café Martínez, subrayan que la medialuna es el acompañamiento más elegido. Andrea Medina, Gerente de Desarrollo de Producto de Café Martínez, cuenta que una encuesta reciente en la app Club Martínez, de la que participaron más de 8.500 "cafennials" -como denominan a sus clientes amantes del café- reveló que las medialunas son el acompañamiento preferido del 46% de los encuestados, seguidas por el tostado (38%), la porción de torta (35%) y los alfajores (33%).
Las nuevas tendencias
Las marcas se mantienen en la búsqueda constante de conquistar el paladar argentino. Para eso, tienen una trazabilidad del consumo e identifican nuevos patrones que puedan marcar un potencial de negocio. Fernández Ballart sostiene que "lo más nuevo es la tendencia del café frío", y agrega que, "si bien en Argentina todavía es un mercado pequeño, del 9%, viene creciendo más aceleradamente". Por eso, cuenta la ejecutiva, una de las últimas innovaciones de Nestlé fue lanzar el Frappé en cápsula, además de tener proyectado más lanzamientos para el año que viene.
Por su parte, Carpanetti precisa que lo que comenzó a convertirse en una tendencia es la experimentación con nuevos sabores y combinaciones. "Esto está transformando al café en una experiencia sensorial más completa", asegura. "Detectamos un creciente interés por la inclusión de frutas y frutos secos, como coco rallado, almendras y frambuesas. También de combinación que integran sabores de chocolate, caramelo y nueces, y de un uso cada vez más frecuente de salsas como vainilla, caramelo o pistacho", completa.
"Además, hay un creciente interés por parte de los consumidores en conocer más sobre el origen de su café", introduce. "Cada vez más personas buscan productos que aseguren un impacto positivo en las comunidades productoras y el medio ambiente. Especialmente en Nespresso, contamos con la gama Master Origins, creada por caficultores que aplican métodos de poscosecha únicos, elaborados artesanalmente con técnicas poco comunes según su terroir", explica.
En línea con Carpanetti y Ballart, Escudero sugiere que hoy la gente está mucho más abierta a tomar opciones nuevas, como los cafés fríos. "Esto no quiere decir que los clásicos no sigan saliendo, por ejemplo el latte o el flat white", considera. Desde Starbucks, Fantuzzi identifica un auge en los cafés "más personalizados", como aquellos con opciones de leches alternativas, sabores menos tradicionales y métodos de preparación más artesanales, "como el cold brew".
Medina entiende que el consumo de café mutó hacia una mayor apreciación del café de especialidad y su origen, con un creciente interés en granos de calidad premium y prácticas sostenibles. "Los consumidores incorporaron métodos de preparación más elaborados en sus hogares, como el café filtrado con prensa francesa o V60, tendencia que se vio impulsada por la pandemia".
Paralelamente -subraya- "aumentó la demanda de bebidas innovadoras a base de café, como el cold brew y de opciones con leches vegetales". Según Medina, particularmente los jóvenes se inclinan por opciones más indulgentes, como el cold brew o cappuccinos saborizados, que destacan por sus notas de vainilla, chocolate y avellanas".
Martín Cabrales, Presidente de Cabrales, considera que hay una tendencia del consumidor a querer conocer distintos orígenes de café, y se manifiesta en las categorías de mayor valor agregado -como es el caso de los
tostados molidos o el segmento de cápsulas- que tienen un surtido de distintos orígenes y son muy demandadas por el consumidor actual.
"De igual manera, el foco se encuentra puesto en los cafés de especialidad o cafés gourmet, que suelen ser microlotes de regiones poco habituales, como por ejemplo Costa Rica, Ruanda, Guatemala, Indonesia y Etiopía, que son algunos de las opciones que tenemos bajo la marca Familia Cabrales", cierra.