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Kevin Koby y Jack Peat cofundaron Abstrax
Lifestyle

Dentro de la fábrica de sabores del Willy Wonka del cannabis

Will Yakowicz

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Abstrax Tech produce los terpenos y aceites esenciales que hacen que los cigarrillos, los vaporizadores y los comestibles tengan sabor a caramelo y frutas tropicales.

10 Enero de 2025 19.30

En Long Beach, California, el mejor olfato de la industria del cannabis se sienta en un escritorio largo en una pequeña habitación blanca con luces fluorescentes y un techo desnontable. Iain Oswald, conocido con el apodo de "Dr. Dank", carga un frasco con marihueana triturada en un aparato. En pocos minutos, se emite un olor a zorrillo a través de un aparato cilíndrico, al que cariñosamente se le llama "olfatear".

Para la mayoría, la marihuana huele a zorrillo porque así es como debería ser según la naturaleza. Pero para Dr. Dank, quien es tanto un amante del cannabis como el principal científico de Abstrax Tech, la curiosidad lo llevó a investigar por qué. El cromatógrafo de gases y espectrómetro de masas del centro de investigación y desarrollo de la compañía, que produce mezclas de terpenos derivadas botánicamente para la industria del cannabis, le dio la respuesta. 

El aroma distintivo se debe a un compuesto volátil de azufre conocido como 3-metil-2-buteno-1-tiol. ¿Y por qué algunas variedades de cannabis huelen a gasolina? Dr. Dank descubrió que el aroma a combustible se debe a la presencia de mercaptano de prenilo.

El negocio de Abstrax se centra en ayudar a las marcas de cannabis a diferenciar sus productos de las aparentemente interminables variedades de flores, comestibles, vaporizadores y pre-rolls en la industria legal, que alcanza los US$ 30 mil millones en ventas anuales. Cualquier dispensario decente en EE.UU. vende cientos de productos de docenas de marcas. La forma de destacarse es ajustando el efecto, el sabor y el precio. 

Cannabis
Koby, químico de formación, cofundó la empresa junto a su hermano Max y su amigo Jack Peat,

¿Querés un vaporizador con sabor a malvavisco? Abstrax lo puede hacer. ¿Buscás un comestible con sabor a tarta de calabaza para Acción de Gracias? Eso también es posible. ¿Qué tal un sabor fantástico como el snozzberry inventado por Roald Dahl? Abstrax está trabajando en eso.

Aunque a muchas personas les gusta el sabor y el aroma naturales de la marihuana, existe un mercado mucho mayor de clientes potenciales que quieren gomitas con sabor a mango que los haga volar, les ayude a dormir o les calme el dolor de espalda. Cuando el THC, el compuesto de la marihuana conocido por su efecto psicoactivo, se extrae de la planta, ninguno de los terpenos, las moléculas fragantes presentes en todas las plantas que hacen que, por ejemplo, una rosa huela a rosa, se conserva.

Los terpenos son una gran clase de hidrocarburos presentes en plantas, insectos y alimentos. Por ejemplo, el caucho natural se fabrica a partir del terpeno poliisopreno. Para que un comestible o vaporizador de cannabis sepa a bastón de caramelo o pastel de cereza, es necesario añadir terpenos y saborizantes personalizados. Y este es el punto fuerte de Abstrax

"Mi objetivo final es ser el Willy Wonka de la industria y tener una fábrica de sabores fantásticos para todos y sus marcas", dice Kevin Koby, el CEO y cofundador de Abstrax, de 32 años.

Koby, químico de formación, cofundó la empresa junto a su hermano Max y su amigo Jack Peat. Abstrax creó una biblioteca de miles de mezclas de terpenos y sabores que vende a 5.400 empresas del mercado legal de cannabis en Estados Unidos y el mundo. Las mezclas de terpenos son la razón por la que Jeeter, el mayor fabricante de pre-rolls del país, vende cigarrillos que saben a banana, kiwi y fritura de manzana. 

Wana, uno de los fabricantes de comestibles más grandes y antiguos, también es cliente. Pax, la empresa de vaporizadores; Raw, la marca de papel para enrollar; y las cadenas y fabricantes de dispensarios más grandes, como Curaleaf, Green Thumb Industries y Trulieve, también usan Abstrax. Con un 30% del mercado de terpenos de cannabis, esta compañía generó ingresos estimados de US$ 45 millones el año pasado vendiendo botellas de mezclas propietarias de sabores y aromas que se infunden en comestibles, vaporizadores y cigarrillos. Esperan alcanzar una ingresos por US$ 55 millones para fines del 2025.

El equipo de científicos de Koby puede tomar una flor de cannabis, analizarla en su sniffer y en minutos imprimir datos que mapean cada compuesto y las proporciones exactas de terpenos, etilos, tioles, ésteres, alcoholes aromáticos y aldehídos en esa variedad específica. Abstrax luego recrea esa mezcla utilizando aceites esenciales botánicos y los vende a marcas que buscan destacarse en el mercado del cannabis.

Persona vapeando
Esta compañía generó ingresos estimados de US$ 45 millones el año pasado vendiendo botellas de mezclas propietarias de sabores y aromas que se infunden en comestibles, vaporizadores y cigarrillos.

Debido a que el cannabis sigue siendo ilegal a nivel federal, las empresas no pueden cultivar en, por ejemplo, California y vender legalmente en Nueva Jersey. Esto significa que la consistencia es uno de los mayores problemas que enfrentan las marcas. Ahí es donde entran las mezclas de terpenos propietarias de Abstrax.

"Hace que la industria sea más madura", dice Peat, el cofundador de 41 años. "Coca-Cola no puede simplemente cambiar su receta cada mes y hacer que sepa diferente, ¿verdad? El sabor de Coca-Cola proviene de la planta de coca, que es un cultivo, pero ellos lo estandarizan, igual que nosotros estandarizamos todos nuestros sabores", explicó. 

Koby no nació siendo un Wonka, pero se convirtió en uno. En 2014, se graduó de la Universidad de California Santa Bárbara con un título en química y se unió a un amigo para trabajar como podador en un cultivo de cannabis del mercado gris cerca de la frontera con México. Además, este vivió en la casa rodante de su amigo hasta que consiguió trabajo como químico analítico, analizando cannabis en un laboratorio.

Recorrió el sur de California recogiendo muestras de flores de dispensarios para analizarlas en busca de pesticidas, cannabinoides, terpenos, micotoxinas y moho. Luego ayudó a la empresa a construir y escalar su laboratorio de fabricación, produciendo destilado de THC en el estado de Washington.

En 2015, Koby volvió a California para trabajar en Kingpen y Loudpack, dos de las primeras empresas de cannabis legal en Los Ángeles. Puso en marcha el laboratorio de la empresa hasta que alcanzó US$ 1 millón en ingresos semanales, ganó varios premios de la industria y luego decidió que era hora de comenzar su propia empresa.

El plan de negocios original era construir un laboratorio de fabricación de concentrados de THC con marca blanca. Koby recaudó US$ 750.000 de Ricca Chemical, una empresa de productos químicos de investigación con la que había trabajado anteriormente, y compró el equipo sniffer. Los hermanos Koby y Peat alquilaron un edificio en Long Beach y comenzaron un negocio de extracción de THC, pero perdían dinero en cada lote vendiendo concentrados al por mayor. Compraban US$ 40.000 en cannabis semanalmente para destilar el THC del biomaterial de diversos cultivadores de todo California y se les ocurrió la idea de analizar cada flor en el sniffer para descubrir qué las hacía únicas.

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Hazy Days: Abstrax expandió el cannabis a la cerveza con una Lagunitas IPA que tiene pomelo y otros sabores cítricos.

"Empezamos a hacernos preguntas como: '¿Por qué este OG Kush es mejor que aquel OG Kush?'. Y mirábamos los datos para ver cuál era la diferencia", recordó Koby. "Eso informaba nuestras formulaciones de sabor y así encontramos todos estos matices diferentes en el cannabis", agregó. 

Para 2017, Abstrax, que ya contaba con un equipo de científicos, embotelló su primera mezcla de terpenos. Para entrenar a su equipo de químicos especializados en cannabis, Koby contrató a expertos de la industria del tabaco, como Barbara Taylor, quien trabajó en Altria como principal especialista en sabores de tabaco, y a profesionales de la industria de fragancias como Antoine Lie, quien ayudó a desarrollar perfumes como Armani Code y Versace Crystal Noir.

"En una fábrica de cigarrillos, hay grandes recipientes de whisky y vainilla en los que sumergen las hojas de tabaco para curarlas y luego las enrollan, infundiendo el sabor", explicó Koby. "Por eso un Marlboro Red sabe a un Marlboro Red. Tomamos esos aprendizajes del tabaco, la industria del sabor y la perfumería, y los aplicamos al cannabis", detalló.

Al año siguiente, Abstrax operaba en una pequeña oficina en un centro comercial de Irvine cuando Wana los contactó para hablar sobre la creación de formulaciones de terpenos personalizadas. Pronto, la compañía desarrolló su primer sabor de culto llamado Tiger's Blood, que es una mezcla de sandía, frutilla y coco. "Nuestro Tiger's Blood fue una invención de uno de nuestros especialistas en sabores. Cuando lo pruebo, ni siquiera sé por dónde empezar a describirlo", dijo Koby.

Y Abstrax no solo produce terpenos agradables al paladar. En 2023, el equipo de Koby encontró un compuesto desagradable llamado skatole, presente en una variedad de cannabis con un aroma peculiar llamada Garlic Onion Mushrooms. Aún recuerda el impacto del olor: "Algunas cosas no podés dejar de oler. En pequeñas cantidades, a la gente le gusta, pero en grandes cantidades es repugnante. Hay un 10% de mí que desearía no haber olido eso: es como naftalina y mierda", expresó. 

Cientifico recogiendo una muestra de cannabis
El negocio de Abstrax se centra en ayudar a las marcas de cannabis a diferenciar sus productos de las aparentemente interminables variedades de flores, comestibles, vaporizadores y pre-rolls en la industria legal

El uso de sabores para crear diferenciación de productos fue parte de una estrategia ganadora que durante décadas se utilizó en diversas industrias. El tabaco, los vaporizadores de nicotina, las bebidas espirituosas y hasta el óxido nitroso se beneficiaron del fenómeno del sabor. Siguiendo esta tendencia, Abstrax expandió su alcance más allá del cannabis al mercado de cervezas artesanales a través de su filial Abstrax Hops.

Cada año, la empresa organiza el Skunk Works Lounge, una competencia de cervecerías que reúne a fabricantes como Cigar City, Mountains Walking y Creature Comforts, quienes utilizan extractos puros de lúpulo y mezclas de terpenos de Abstrax. En este evento hay desde piña y sandía hasta un perfil que evoca "maracuyá almizclado y lima cítrica".

Algunas de las cervecerías más reconocidas del país, incluida Lagunitas, utilizan los terpenos de Abstrax para que sus cervezas destaquen. Jeremy Marshall, maestro cervecero de Lagunitas, dice que trabajaron con Abstrax para crear una mezcla de terpenos para su nueva cerveza Hazicus Maximus, una IPA estilo New England con terpenos de pomelo, 9% de alcohol y un perfil "intensamente jugoso, afrutado y terpalicioso".

"El equipo de Abstrax son unos visionarios", comentó Marshall, quien asegura haberle dado consejos al CEO de Microsoft, Satya Nadella, sobre cómo mejorar su propia cerveza artesanal casera. "Me recuerdan a los chicos de Silicon Valley, piensan rápido y en grande", sostuvo.

A pesar de la ciencia detrás del éxito de Abstrax y su adopción por algunas de las mayores empresas del mercado legal de cannabis, los tres fundadores comenzaron la empresa porque, simplemente, les gusta consumir. "Entramos en la industria porque nos encanta la cerveza y la marihuana", concluye Koby, con su barba negra y una gorra de béisbol bien ajustada. Además, añadió: "Es así de simple. Aprender más sobre lo que amamos y poder elevar lo que hacemos al final del día es lo que nos mantiene en ritmo".

*Con información de Forbes US.

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