Curatoria es una marca que llegó para demostrar que el lujo y lo artesanal tienen más en común de lo que normalmente se cree. Fundada por Astrid Muñoz, una ex modelo puertorriqueña que desfiló en las pasarelas más importantes de la alta moda internacional, esta casa de moda y accesorios se creó con el fin de honrar las técnicas ancestrales de los artesanos de nuestro país y posicionar al diseño artesanal dentro del negocio del lujo mundial.

Muñoz pasó por las pasarelas y estuvo en las campañas de marcas como Balenciaga, Valentino, Chanel o  Yves Saint Laurent, y fue fotografiada por los nombres más importantes de la industria, como Mario Testino. Su pasión la llevó, luego, a dedicarse a la fotografía. Y hoy, establecida en la Argentina, se anima a un nuevo rol: el de emprendedora.

"Siento que todo mi recorrido profesional me fue llevando adonde estoy ahora. Desde chica tuve pasión por lo artesanal, me crié en un una casa de mujeres artesanas y cuando trabajaba para grandes marcas siempre me metía en el backstage para ver cómo trabajaban las costureras. Siempre tuve ese interés", reconoce Muñoz desde su tienda en la exclusiva Avenida Alvear, donde recibe a Forbes.

Muñoz llegó a la Argentina cuando trabajaba como fotógrafa para CondéNastTraveler. "Fui a cubrir el Festival de la Tradición de Areco y me enamoré de la cultura gauchesca", explica quien luego conoció a su actual marido, el polista y emprendedor Eduardo Novillo Astrada, y echó raíces en el país. "Luego descubrí estas comunidades artesanales, su trabajo y esa urgencia de preservar sus saberes ancestrales", explica.

Curatoria nació primero como un pop-up que reunía a diferentes artesanos en el contexto del Abierto Argentino de Polo de 2019. El éxito fue tal que Muñoz decidió transformarlo en un proyecto permanente. "Me interesó llegar a las comunidades y poder crear cosas en conjunto. Me lancé al vacío sin tener conocimiento de negocios, más en este país y en el contexto que estábamos en 2021. Pero me rodeo de buenas personas que tienen conocimiento de negocio, me gusta aprender, y hoy no solo diseño sino que soy CEO y tengo a mi cargo la estrategia del negocio", explica la emprendedora.

La marca, que empezó haciendo una curaduría de productos de otros, mutó a hacer sus propios diseños que desarrolla en conjunto con distintos artesanos de todo el país. Con talleres y capacitaciones propias, trabajan más de 10 técnicas de producción como cuero trenzado, accesorios en alpaca con hueso, o tejidos en 5 agujas, 2 agujas o crochet. Desde su creación, y con cinco colecciones ya en su andar, la empresa trabajó con más de 350 artesanos -más del 70% de mujeres- de 10 provincias. "Hemos visto cómo el orgullo por el oficio se renueva, y cómo los jóvenes ahora ven la artesanía como una oportunidad de futuro", explica Muñoz, cuya visión es crear una marca de triple impacto.

El nuevo lujo es artesanal

"Latinoamérica tiene un potencial enorme para liderar la nueva ola del lujo artesanal. El futuro del lujo estará definido por la autenticidad, la historia y la conexión con las raíces, y ahí es donde nuestra región tiene mucho que aportar", explica Muñoz. Desde su marca, pretende cambiar la narrativa del lujo: una moda que no solo eleva, sino que también retribuye.

Con su marca, la emprendedora se sube a una tendencia mundial que valora el slowfashion, el lujo silencioso y la puesta en valor de las prendas únicas y elaboradas a mano. "Cuando era modelo trabajé con las mejores marcas, crecí alrededor de todas estas casas de lujo, y cuando veo el trabajo que hacen acá, no me parece diferente", admite Muñoz, y agrega "después de la pandemia creo que hubo un boom de apreciar más lo local. Y que eso es lo que le damos a la artesanía un enfoque contemporáneo".

Hoy su público es mayormente extranjero, turistas que visitan Buenos Aires y encuentran en la tienda un producto que es apreciado por estar hecho a mano, con excelentes materias primas y durable. "Es un comprador que aprecia el lujo y no necesita un logo", explica Muñoz, aunque también menciona que hay un público local que apuesta por sus diseños. "Hay un perfil de comprador más ecléctico, que ama la moda y sabe mezclar con lo artesanal".

Luego de haber ganado el concurso Latin American Fashion Summit en Miami, Curatoria planea su expansión internacional. Estados Unidos y su gran mundo de retail de lujo es el próximo paso, con una estrategia de exportación eficiente y alianzas con tiendas que compartan la visión de la marca. 

"Estamos en un momento del fastfashiony como contrapartida el lujo va a demandar eso, una moda más sostenible, artesanal. Nosotros creemos que la moda puede ser un agente de cambio. Y que el lujo es poder saber la historia de la persona que te hace la prenda", concluye la emprendedora.