Según explica la coach de liderazgo Cy Wakeman en Forbes USA, estos cuatro pasos que contamos a continuación son los básicos para mantener el ego bajo control y evitar que te traiga problemas laborales.
Dejá de hablar sobre vos
No quieras ser el centro de atención y el mejor ejemplo de todo. La necesidad de aprecio individual y elogios constantes es lo que te está alejando de aportar más en la empresa y mejorar como profesional. Si no requerís de tanta atención, el desgaste emocional será menor para vos y podrás enfocarte en obtener mejores resultados.
Terminá con tu mentalidad defensiva
Estar continuamente a la defensiva en el trabajo nunca es bueno. En lugar de decir lo primero que se te pase por la cabeza, respirá y respondé de formas más neutrales. Las mejores decisiones se toman desde la neutralidad. Hay que mantener la mente abierta a críticas y comentarios.
Dejá a un lado los juicios paralelos
Es muy sencillo criticar lo que hacen y dicen los demás y comentar por detrás soluciones a sus errores, sin embargo, lo óptimo sería ofrecerles tu ayuda y experiencia. Si tenés algo importante que decir ante un error o una situación difícil, hacelo, aunque nadie te pregunte en la empresa, seguramente te lo agradecerán.
Centrate en conseguir resultados y aprender
Señalar culpables con el dedo cuando las cosas no van bien no sirve para mejorar la situación, sino que, a veces, es en cierto modo contraproducente. Enfocate en aprender de la experiencia y en hacer todo lo posible para obtener mejores resultados la próxima vez.
*Nota publicada en Forbes España