Incluso en el entorno exótico de su resort en Zanzíbar, Aldo Scarapicchia y su sobrina Greta son inconfundiblemente italianos. Las camisas blancas impecables, las joyas de oro limpias y el cabello elegante hacen un guiño a sus orígenes.
Aldo es director gerente de The Emerald Collection, la última aventura hotelera del grupo que se lanzó en 2019. Junto con su hermano Ermenegildo y su hermana Adele, fue responsable de impulsar la carrera hotelera de la familia. En la década de 1980, los tres hermanos comenzaron a organizar recorridos de esquí para aprovechar el negocio de las vacaciones de invierno.
Después de los éxitos iniciales, se trasladaron al negocio hotelero . “Comenzó con una solicitud de un operador turístico italiano que buscaba un producto atractivo en nuevos destinos de playa y ocio como Zanzíbar”, explica Simone Scarapicchia, hijo de Aldo. “Es una suerte haber cerrado el círculo con la reciente apertura de nuestro resort en Zanzíbar en diciembre pasado”.
Emerald Zanzibar Resort & Spa es el más nuevo de la Emerald Collection del grupo, que también incluye dos resorts en las Maldivas. El nombre de la colección se inspiró en el brillante color turquesa de la Costa Esmeralda de Cerdeña , uno de los lugares de vacaciones favoritos de la familia junto al mar.
El mayor éxito de la familia ha sido llevar la fórmula todo incluido, que en ese momento solo se encontraba comúnmente en los resorts del Caribe, a destinos en el Océano Índico.
“Encontramos un mercado muy saturado, con resorts que ofrecen B&B más paquetes de comidas, pero faltan ofertas de alto nivel con todo incluido que podrían brindarles a los huéspedes unas vacaciones completamente perfectas”, dice Simone. “Detectamos una oportunidad interesante de traer el estilo caribeño y nuestra experiencia con todo incluido al Océano Índico”.
La familia quería especialmente ofrecer una versión de lujo del todo incluido. “No hay muchos lugares donde los huéspedes puedan disfrutar de comidas gourmet, una increíble lista de vinos internacionales, deportes acuáticos, excursiones y más, todo incluido en la tarifa de su habitación, sin importar la categoría de habitación o suite que reserven”, explica Simone.
En Emerald Zanzibar, por ejemplo, puede unirse a un espectáculo de teppanyaki lleno de fuego para cenar una noche, comer bistec añejo flameado otra y probar la langosta a la parrilla al aire libre en la cena de gala semanal del domingo. Durante el día, puede practicar esnórquel, unirse a clases de swahili, ir al spa o hacer yoga en la playa, todo sin costos adicionales ocultos.
La sostenibilidad también está en el corazón de la marca. El grupo ha desarrollado un sistema de desperdicio de alimentos en su Emerald Faarufushi Resort & Spa, que produce alrededor de 100 kg de compost por día para usar en la vegetación y el huerto del resort.
Todos los resorts son 100% libres de plástico y se abastecen de instalaciones embotelladoras de agua en el lugar, que crean agua potable fresca a partir de agua de mar a través de ósmosis inversa.
En el Emerald Maldives Resort & Spa, una bodega subacuática está diseñada para reducir el impacto ambiental de la elaboración del vino. A unos 30 metros bajo el nivel del mar, los vinos envejecen de forma natural gracias a las mareas oceánicas.
En la propiedad más nueva de Zanzíbar, la estructura produce agua caliente mediante energía solar y el agua recirculada se utiliza para el riego.
El grupo ya está negociando nuevos destinos para ampliar la Colección Esmeralda. Entonces, ¿es la familia la clave de su éxito? “Hay ventajas y desventajas. Uno de los mayores desafíos de ser un grupo hotelero más pequeño es la expansión, que tiende a llevar más tiempo que si estuviéramos trabajando dentro de una cadena hotelera más grande”, dice Simone.
“Por otro lado, como este es nuestro producto, conocemos cada detalle de cada proceso operativo y, por lo tanto, podemos tomar decisiones ejecutivas de manera rápida y eficiente”.
Con información de Forbes US