Cómo es el primer hotel para plantas de Latinoamérica
Bajo el mismo concepto que los centros de hospedaje para mascotas, este negocio ofrece la posibilidad de dejar tus plantas a resguardo cuando tengas que salir de casa por largos periodos.

¿Qué haces con tus plantas cuando te vas de vacaciones? En Colombia funciona desde hace ocho meses el primer hotel de Latinoamérica. Bajo el mismo concepto que los centros de hospedaje para mascotas, este negocio ofrece la posibilidad de dejar tus plantas a resguardo cuando tengas que salir de casa por largos periodos. Y sí, también te enviarán fotografías para que sepas cómo se encuentran.

Alrededor de 50 centavos de dólar por día (1.950 pesos colombianos) cobra el Hotel de Plantas de Bogotá por sus servicios básicos. Aunque, como en un hospedaje tradicional, los tratamientos de spa y belleza se cobran por separado. “Nuestros clientes son personas que tienen un especial apego por sus plantas”, cuenta a Yahoo Finanzas la propietaria Laura Peña.

Administradora de empresas de profesión, Peña relata que comenzó hace cinco años en el negocio por su mamá: “Estábamos buscando algo en lo que ella quisiese desarrollarse”. Emprendió con una tienda de plantas y accesorios junto a su esposo Raphael Philippon, un economista suizo adoptado por Colombia.

Lo del hotel, fue una idea que solo materializaron hace ocho meses cuando ampliaron su local. “Hace como dos años, un cliente nos dejó 15 plantas para que se las cuidáramos mientras viajaba a México. Nunca volvió. Sin embargo, descubrimos que había una oportunidad”, dice Peña.

Los vecinos que las riegan

Ubicados cerca del Parque Virrey de Bogotá, en la exclusiva zona rosa de la capital colombiana, Peña terminó sucumbiendo ante las insistentes peticiones de sus clientes para que se encargaran de sus plantas cuando viajaban. “No teníamos espacio para tenerlas. Esta es una zona con muchos extranjeros que nos querían dejar hasta las llaves de su casa, pero no podíamos. Finalmente logramos crear un invernadero”, cuenta.

 

 

Un experimento similar hizo en 2011 el Centro Comercial Isla Azul, al sur de Madrid en España. Durante el verano de ese año, ofrecieron a sus clientes la opción de dejar gratuitamente sus plantas en un “hotel” especial creado en sus instalaciones: “Ha despertado mucho interés por la novedad. Entendemos que hay muchas personas que no tienen a alguien de confianza a la que le pueden dejar la llave de su domicilio”, contó entonces una de las organizadoras a Europa Press.

 

Tan exitoso no debió haber sido, pues no lo repitieron al año siguiente. En Londres, en cambio, abrió en 2019 el Patch Plant Hotel. “Todos conocemos la abrumadora decepción al volver de vacaciones y descubrir que nuestra planta ha pasado de la exuberancia verde a un manojo de ramitas secas y quemadas. Queríamos abrir el hotel para ayudar al creciente número de padres de plantas", explicó su CEO Freddie Blacket en una entrevista con TravelDailyMedia.

 

En el hotel londinense se pueden hacer reservas directamente a través de la web, incluso ofrecen “habitaciones” específicas -con sombras o soleadas, por ejemplo- según las necesidades de cada planta. “Muchos de nosotros le hemos pedido a un amigo o familiar que riegue las plantas cuando estamos fuera, solo para volver a decepcionarnos: el hotel no solo salva sus plantas sino también sus relaciones”, contó a la misma publicación la gerenta del Patch Plant, Rose Grower.

Huéspedes particulares

Los clientes que dejen sus plantas en el hotel de Bogotá firman un contrato, donde se especifican las condiciones en las que llega el “huésped”, las atenciones particulares que necesita y el compromiso de sustituirlo si muere durante la estancia. “Hay quienes nos piden que les enviemos fotos de la planta en los diferentes espacios de la tienda”, cuenta Peña.

 

Desde plantas cuya tierra contiene las cenizas de una mascota o frascos de vidrio enterrados con fotos y “amarres” esotéricos, hasta clientes que solicitan que se les rocíe con perfume cada cierto número de días. Todo eso ha atendido el negocio colombiano. “Son plantas que tienen un valor adicional para las personas”, explica.

En diciembre pasado en el hotel bogotano lograron firmar más de 70 contratos por “huéspedes” que pasaron la Navidad en sus instalaciones. Peña admite, sin embargo, que todavía no es un negocio rentable por sí solo. Va en camino de serlo. A su juicio muchas más personas se han involucrado con la jardinería de interiores tras la pandemia. Y cuando se crea esa conexión con la naturaleza, estos padres de plantas no querrán dejar morir a sus hijos.