En Venecia, cuya intrincada topografía cautivaba a Jorge Luis Borges, un jardín-laberinto le rinde homenaje desde el año 2011. Inspirado en su famoso relato El jardín de senderos que se bifurcan, es espejo de un proyecto concretado anteriormente en Argentina.
El diseño fue ideado en 1979 por el diplomático inglés y arquitecto de laberintos, Randoll Coate, a partir de un sueño. Como lo describe en una carta a Susana Bombal, la amiga argentina que en los años 50 le presentó al escritor en Buenos Aires, en el sueño ambos coincidían en que un monumento para honrar a Borges no podía ser otra cosa que un laberinto.
Luego de la muerte de Bombal, la carta fue hallada por un sobrino de ella, Camilo Aldao, quien decide viajar a Inglaterra para conocer al arquitecto. Obtiene así el diseño y su acuerdo para llevarlo a cabo. Con el apoyo de María Kodama consigue realizar finalmente en 2003 un primer Laberinto de Borges en la finca natal de Susana Bombal en "Los Alamos", en la provincia de Mendoza.
El laberinto veneciano de Borges se halla en el antiguo Monasterio de San Giorgio Maggiore, en la isla del mismo nombre frente a la Plaza de San Marco.
Fue inaugurado el 14 de junio de 2011, con motivo del 25º aniversario de la muerte del escritor, como proyecto de la Fondazione Cini y la Fundación Internacional Jorge Luis Borges.
"El hilo se ha perdido; el laberinto se ha perdido también. Ahora ni siquiera sabemos si nos rodea un laberinto, un secreto cosmos, o un caos azaroso. Nuestro hermoso deber es imaginar que hay un laberinto y un hilo. Nunca daremos con el hilo; acaso lo encontramos y lo perdemos en un acto de fe, en una cadencia, en el sueño, en las palabras que se llaman filosofía o en la mera y sencilla felicidad." Jorge Luis Borges, de "El hilo de la fábula".
Los edificios monásticos adyacentes a la famosa Basílica de Andrea Palladio fueron recuperados y restaurados por la Fundación Giorgio Cini a partir de 1950.
Ahora albergan la sede de la fundación y su centro cultural, con biblioteca especializada en historia del arte - una de las más ricas de Italia-, institutos de investigación y salas de exposiciones, conciertos, conferencias y reuniones.
Como homenaje a Borges y siguiendo el diseño de Randoll Coate, la Fundación creó el laberinto detrás del Claustro Palladiano y el Claustro de los Cipreses, formando una especie de tercer claustro en un área de 2.300 metros cuadrados.
Más de tres mil arbustos buxus sempervirens de unos 90 cm de altura configuran un intrincado laberinto vegetal cuyo diseño tiene forma de libro e incluye referencias a Borges (su nombre duplicado en espejo), su edad al morir (86 años), su bastón, relojes de arena, el signo del infinito y el de interrogación, así como las iniciales de su viuda, María Kodama.
Además de recorrerse en el marco de las visitas guiadas de la Fundación Cini, el Laberinto de Borges puede ser visto desde la altura privilegiada del Campanile de San Giorgio, intuyendo el universo cifrado de sus figuras simbólicas y disfrutando de la magnífica vista de la Laguna y del laberinto veneciano.
- Con información de DW