Un balcón, una calle repleta de fans y agentes de seguridad; y una familia real saludando es una de las imágenes que dio la vuelta al mundo esta semana. Aunque podría parecerlo, no se trata de miembros de ninguna corona europea, sino de los Messi a su llegada a París. Y el lugar tampoco es un palacio real, sino uno de los hoteles más lujosos y exclusivos de la capital francesa: Le Royal Monceau.
Situado en el número 37 de la avenida Hoche, a solo unos 500 metros del Arco del Triunfo y de los Campos Elíseos, Le Royal Monceau, que fue diseñado originalmente por el arquitecto Louis Duhayon e inaugurado en 1928, cuenta actualmente con 149 habitaciones con 61 suites y 3 apartamentos de lujo recientemente reformados por Philippe Starck.
Un cinco estrellas con una extra: uno de sus tres restaurantes está galardonado con la distinción Michelin. Se trata de Il Carpaccio, un italiano que abre para almorzar y cenar por un precio medio por cabeza de 113 euros, según El Tenedor.
En Le Bar Long se pueden disfrutar de platos más ligeros casi las 24 horas del día por un precio medio por comensal de 59 euros. Por último, un delicioso japonés, Matsuhisa, fruto de la asociación del famoso chef Nobu Matsuhisa y le Royal Monceau (precio medio por comensal: 100 euros).
Más allá de una gastronomía de primera, el hotel también cuenta con una galería de arte con una guía experta, una librería y una sala de proyecciones con una plataforma de cine digital. No es difícil imaginarse a alguno de sus célebres huéspedes (entre los que resaltan Dwight David Eisenhower, Winston Churchill, Robert De Niro, Madonna, Michael Jackson o Ray Charles) relajándose en alguno de estos espacios.
Y para los amantes del deporte (como Messi o Neymar, que también se alojó en el hotel a su llegada a París): un gimnasio, un Spa y una piscina de 23 metros.
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Todo esto, según los precios recogidos en la página web del hotel, se puede disfrutar desde 1.220 euros por noche, que corresponden a la suite más barata, que tiene 36 metros cuadrados; hasta los 15.500 euros diarios que cuesta alojarse en uno de sus apartamentos privados de 350 metros cuadrados.
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