¿No sería estupendo si fuéramos capaces de adoptar positivamente todos los rasgos de la personalidad? Bueno, podemos hacerlo si entendemos cómo aprovechar mejor algunos de los que yo llamo los lados más oscuros de los rasgos de la personalidad. A continuación explico lo que quiero decir.
Recuerdo haber asistido a una reunión de padres con la maestra de segundo grado de mi hija, quien la describió como "¡picante!". Lo primero que pensé fue: "Dios mío, ¿qué diablos significa eso y qué diablos vamos a tener que hacer para solucionarlo?".
Hasta que no salí de la reunión, y tuve tiempo de reflexionar sobre lo que se había dicho, no me di cuenta de que lo que había dicho su profesora era en realidad un cumplido (aunque no fuera esa su intención.)
Me dije a mí misma que esa picardía le iba a servir de mucho en este mundo. No se va a dejar avasallar por la gente y va a vivir la vida con gusto. Impresionante.
Me alegra decir que tenía razón. Esa niña de ocho años se ha convertido en una joven de éxito que está conquistando el mundo.
Sin duda, en tu equipo hay gente "picante". Tienen una mente propia, no siempre siguen las instrucciones, se oponen cuando desearías que simplemente estuvieran de acuerdo. A veces te provocan indigestión, pero no los cambiarías por nada del mundo, ya que estas personas son tus pensadores innovadores. Tu equipo necesita que lo agiten de vez en cuando. Te desafían a ser mejor líder.
Me resulta interesante ver cómo muchos rasgos que solemos admirar son vistos como negativos por los demás. Me acordé de ello cuando me reuní con un cliente la semana pasada. Me contó la historia de un jefe que le dijo que era demasiado simpático, así que dejó de serlo, para que varios años después un nuevo jefe le dijera que la gente le consideraba antipático. El pobre hombre no podía tomarse un respiro.
He aquí otros ejemplos de rasgos negativos de la personalidad que pueden considerarse positivos, si se miran las cosas desde otro ángulo.
Amable puede ser pasivo o poco asertivo, lo cual es negativo, o amable, que es un rasgo positivo.
La fuerza de voluntad puede significar terquedad, que tiene una connotación negativa, o persistencia, que es positiva.
Se cree que las personas sensibles se enfadan con facilidad, lo que es negativo, mientras que ser cariñoso y empático puede considerarse positivo.
Las personas honestas pueden ser vistas como brutales o insensibles o como alguien comunicativo y digno de confianza, lo cual es positivo.
Las personas leales pueden ser vistas como negativas cuando toleran un mal comportamiento o como positivas cuando son percibidas como devotas y fieles.
La cuestión aquí es que cualquier rasgo puede ser un arma de doble filo: en algunos contextos, puede ser una fortaleza, y en otros, una debilidad.
Todo depende de cómo mires las cosas, por eso te animo a que te inclines por el lado positivo.