El creciente uso de diversos dispositivos móviles, como computadoras, notebooks o smartphones, ha provocado un uso incremental y desmedido de auriculares para escuchar desde la música de la playlist favorita hasta las videollamadas y clases en línea. Sin embargo, esto podría afectar la salud y generar una pérdida de audición importante.
Si bien este tipo de dispositivos son un accesorio ideal para no molestar a las demás personas, y encontrar cierta privacidad, lo cierto es que su uso constante puede conllevar problemas serios. Al respecto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cerca de 1.000 millones de personas, entre los 12 y los 35 años de edad, estarán en riesgo de tener una pérdida de audición derivada de sus hábitos cotidianos.
Lo que afecta más son dos cosas: el volumen al que están escuchando y el tiempo prolongado con lo que se usan los audífonos, explica María Eugenia del Olmo, Audióloga especialista en Aparatos Auditivos.
Por esta razón, los expertos recomiendan que una regla a seguir es la de 60/120. Esto quiere decir que independientemente de si se trata de audífonos on-ear u over-ear, se escuchen a un volumen máximo de 60% y no más de 120 minutos seguidos. Esto, con el objetivo de ofrecer un descanso a los oídos. Es el abuso tanto en tiempo como en volumen lo que está afectando realmente la audición, explica la especialista.
El problema se acrecienta porque las personas, regularmente, le suben al volumen con el objetivo de cubrir el ruido exterior. Con el paso del tiempo, dicha práctica irá mermando su audición. Por eso, si se van a utilizar, María Eugenia recomienda que es mejor usar aquellos que van sobre la oreja, en lugar de los llamados audífonos in-ear, debido a que estos últimos aíslan menos del ruido exterior.
Idealmente los que tienen cancelación de ruido son más recomendables. La tecnología que incorporan permite que las personas puedan reducir el nivel de volumen y escuchar con más claridad la voz de su interlocutor en una llamada, videollamada o al reproducir su música preferida.
A pesar de que más del 50% de los problemas de no escuchar bien podrían evitarse, el asunto se agrava porque, además de este tipo de hábitos, las personas pasan de 7 a 10 años sin consultar a un médico, a pesar de tener signos claros de no oír con normalidad.
Si bien es cierto que cuando ya está el problema no hay mucho que hacer, ya que no hay un tratamiento para revertirlo, el hecho de detectarlo en etapas más tempranas permite tomar algunas medidas para alentar su progreso como el uso de aparatos auditivos. La gente piensa que para ir con un especialista es porque ya hay una pérdida de la audición profunda y no escucha nada: no es así, porque empieza como un proceso leve y va aumentando, explica María Eugenia del Olmo.
El no escuchar bien provocará que una persona se aísle. Incluso podría ocasionar que le ocurra un accidente en la calle, por ejemplo, al no oír a un coche que circula cerca. O perder el equilibrio, el cual es regulado por el oído.
Así que, pese a los hábitos de la población por incrementar el uso de audífonos, lo mejor sería tratar de emplearlos lo menos posible. Con ello se reducirá la posibilidad de sufrir pérdida de audición.
*Nota publicada en Forbes México