Hace un poco más de 10 años, los Cabernet Franc irrumpían en el mercado argentino como la gran novedad. Los consumidores los definían como ese punto medio entre los Malbec y los Cabernet Sauvignon. De a poco, se fueron transformando en una moda y no había vinoteca ni restaurante que no los ofreciera como la gran alternativa.
En las notas periodísticas se hablaba de este varietal de origen francés como la uva que destronaría al Malbec argentino. Si tomamos como punto de partida el año 2010, la Cabernet Franc se encuentra entre las tres variedades que más crecieron en cantidad de plantaciones, detrás de la Aspirant Bouschet y la Ancellotta.
Sin embargo, ese crecimiento se da sin tener en cuenta al Malbec, que ha aumentado su superficie desde el año 2010 en 15.518 ha., pasando de 31.047 ha. a las actuales 46.565 ha.
“Era imposible pensar que el Cabernet Franc podía llegar a reemplazar al Malbec”, afirma Juan Pablo Solis, enólogo de Kaiken Wines, y agrega: “Sí podemos ver que es un gran compañero, tanto en el mercado local como en el exterior, donde el Malbec nos abre puertas y el Cabernet Franc muestra la gran variedad de vinos de alta calidad que podemos elaborar en nuestro país”.
El crecimiento continuo del Cabernet Franc
Desde el año 2012, en Bodega Andeluna realizan en conjunto con el CONICET un consistente trabajo de investigación sobre suelos y canopia: “Buscamos interpretar de la mejor manera la adaptabilidad de esta variedad al terroir de Gualtallary, teniendo como meta la mejor expresión de este varietal”, cuenta Manuel González Bals, enólogo de la bodega. “Nuestra trayectoria en la industria ha sido marcada, en gran parte, por haber explorado el Cabernet Franc allá por el 2003, cuando aún no era tan popular”, agrega Manuel.
Para Osvaldo Selada, de Selada Wines, “el Cabernet Franc bien hecho tiene ese punto perfecto que une intensidad, fruta y elegancia; es una variedad que me gusta trabajar porque siempre presenta desafíos, ya sea desde su cosecha hasta su elaboración y crianza”, afirma Osvaldo Selada, fundador de Selada Wines. “Se lleva muy bien con las barricas y el tiempo potencia sus cualidades”, agrega el enólogo.
Ocho vinos Cabernet Franc para disfrutar
Desierto Astral Blanco de Cabernet Franc
Una de las bodegas que ha logrado hacer del Cabernet Franc su varietal de bandera es Bodega Del Desierto, en pleno Sur de La Pampa, donde comienza la Patagonia Argentina. La línea Astral está compuesta por diferentes vinos que representan los signos del zodiaco. Cáncer está representado por este blanco de Cabernet Franc, que se muestra muy frutal, con buena acidez y fácil de beber, pero con esa gran presencia en boca, típica de su ADN de cepa tinta.
Selada Signature Cabernet Franc
Desde hace tres años que el enólogo Osvaldo Selada lleva adelante su proyecto personal. En la línea Signature, elabora un Cabernet Franc proveniente de una pequeña parcela en Paraje Altamira, Valle de Uco, Mendoza. Se trata de un vino bien expresivo que gana evolución y complejidad con el paso de los años, pero sin perder esa frescura característica del varietal.
Andeluna de la Parcela
El ícono de Andeluna en materia de Cabernet Franc, el cual forma parte de la línea Los Franc, compuesta por vinos 100% varietal, que van desde la parcela, pasando por el cuartel hasta la finca. “De la Parcela es un vino con un gran volumen en boca e intensidad. Sumamente agradable. Fiel exponente del suelo de Gualtallary”, lo describe Manuel González Bals.
DJ Mastrantonio Cabernet Franc
El último lanzamiento de Mastrantonio Wines: un Cabernet Franc de viñedos orgánicos de Los Chacayes, Mendoza. “Es un vino con cuerpo, pero también con fluidez, donde se destaca su vivacidad y 'picardía' en boca”, describe Diego Mastrantonio, creador del proyecto. Un vino que la estiba en botella le hace muy bien, que promete un gran potencial de guarda.
Pulenta Estate Cabernet Franc
Bodega Pulenta hizo de su Gran Cabernet Franc un referente de esta cepa y es considerado como un ícono de este varietal. Y, en 2022, decidieron sacar al mercado una opción más joven. “Buscamos lograr un vino que nos represente en estilo, un Cabernet Franc elegante, amable pero que también dejará brillar la pureza del varietal”, explica Javier Lo Forte, enólogo de la bodega.
Kaiken Desbandado Cabernet Franc
Desde la zona de Agrelo, Mendoza, Desbandado es la nueva línea de vinos de Kaiken. Una de las particularidades de este vino es el aporte de un 12% de Cabernet Sauvignon, lo que lo convierte en un vino con la fruta como bandera, pero con esos toques herbáceos que se potencian con el blend.
Don Nicanor Barrel Select Cabernet Franc
De bodega Nieto Senetiner, Don Nicanor Barrel Select es un Cabernet Franc criado en barricas de roble francés de diferentes usos durante 12 meses. Y, como su nombre lo indica, se hace una selección de esas barricas para elaborar un vino único, que da como resultado un ejemplar de entrada amable, de acidez balanceada y de final largo en boca.
A Corazón Abierto Cabernet Franc
Lo que se llama un “vino de autor”. Este Cabernet Franc está elaborado por el enólogo Leandro Azin a partir de un selecto viñedo en Los Chacayes, Valle de Uco, Mendoza. Es un vino que conjuga muy bien la potencia del varietal, pero controlada de forma precisa gracias a su crianza durante 12 meses en barrica y su estiba en botella, que dan como resultado un vino con mucha elegancia.