Buenos Aires, inspiración decisiva para que París abriera los Juegos Olímpicos como nunca antes había sucedido
Por qué los Juegos Olímpicos de la Juventud de 2018 fueron clave para la apertura de ceremonia en la capital francesa.

Sucedió hace seis años: Anne Hidalgo, la alcaldesa de París nacida en España, y Tony Estanguet, jefe del comité organizador de los Juegos Olímpicos de París 2024, quedaron obnubilados por la audaz iniciativa de Buenos Aires de inaugurar sus Juegos Olímpicos de la Juventud en la Avenida 9 de julio. 

Nada de estadios y pistas de atletismo, dijeron Gerardo Werthein, por entonces presidente del Comité Olímpico Argentino (COA), Horacio Rodríguez Larreta, por entonces jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, y Leandro Larrosa, presidente del comité organizador de los Juegos. La apuesta fue un rotundo éxito, con cerca de 200.000 personas en la avenida más importante de la ciudad y otro poderoso encantado con lo que veía: el alemán Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI).

Werthein es hoy, además de embajador argentino en Estados Unidos, flamante vicepresidente del COI y uno de los hombres de mayor confianza de Bach. El empresario no oculta el orgullo que le produce lo que está viendo en la capital francesa. “El concepto fue el de llevar el deporte donde está la gente y no traerla a donde estamos nosotros”, dijo Werthein a Forbes Argentina en París. “Hacer una ceremonia abierta para todo el país, al aire libre, como fue el caso de Buenos Aires en el Obelisco, fue muy inspirador, y ahora estoy muy feliz de que París está haciendo algo por supuesto mucho más grande, mucho más importante, pero inspirado en esa idea innovadora que fueron los Juegos de Buenos Aires 2018”.

En París hay diferentes versiones acerca de quién fue el primero en proponer seriamente convertir la ceremonia inaugural en un desfile de barcos por el Sena con apoteosis final ante la Torre Eiffel. “Lo vimos y fue estupendo. Sí, eso me interesó muchísimo, y desde el principio de la candidatura de París con Tony hablamos de esto. Yo le dije, mira, yo creo que podemos acaso tener una ceremonia para abrir los Juegos que sea menos convencional que en un estadio y que se pueda hacer en el centro de la ciudad", dijo la alcaldesa Hidalgo a este cronista en los Juegos de Tokio 2020.

Lo de París y el Sena tiene, 32 años después, puntos de contacto con aquella gran historia de éxito que fue Barcelona 92. En 1986, cuando Juan Antonio Samaranch abrió un sobre y leyó “¡Barcelona!”, el área de la Barceloneta era una sucesión de alambradas, depósitos y óxido. Para 1992, el año de los Juegos que cambiaron el deporte español, la Barceloneta ya era una playa. 

Hidalgo lo tenía bien presente. “Veo un paralelismo porque para mí los Juegos de Barcelona cambiaron por completo la ciudad. La ciudad se abrió al mar”. París se abrió al Sena, descontaminado al punto de que la propia Hidalgo nadó días atrás en él, algo que se había propuesto en 1988 el entonces alcalde, Jacques Chirac, luego presidente, pero que nunca llegó a concretarse. Hasta hoy.

 

Pierre Rabadan, vicealcalde de París y responsable directo de los Juegos en el gobierno de la capital francesa, dijo a Forbes Argentina que la experiencia en el Obelisco fue clave: “Sentimos que teníamos la oportunidad de cambiar el modelo de ceremonias inaugurales. Y Buenos Aires nos confirmó que era posible”

“Fue una reflexión larga, no solo por parte de París, sino también del COI”, añadió Rabadan, un exinternacional de rugby que jugó durante toda su carrera en el Stade Français y viajó múltiples veces a Argentina como rugbier. “¡Buenos Aires, Mendoza...!”, dice encantado mientras alterna, desde sus 192 centímetros de altura, el inglés con un español bastante razonable.

“En 2017 organizamos en París el 'Día Olímpico', y eso fue antes de que supiéramos si nosotros o Los Ángeles organizábamos los Juegos de 2024 [cuyas sedes se decidieron en septiembre de 2017]. Usamos la arena del río para crear una especie de pista en el río, también una pista de atletismo inflable. Y nos dijimos que ahí había algo. Luego, en 2018, cuando vimos lo que hizo Buenos Aires, fue una especie de confirmación para todos de que teníamos que hacer eso”.

Una parte de los involucrados dice que la idea se le ocurrió a Estanguet, tres veces campeón olímpico de piragüismo, después de ver lo sucedido en Buenos Aires. Entusiasmado, el dinámico Estanguet le encargó al director ejecutivo de París 2024, Thierry Reboul, un ex gerente de publicidad en Air France, encontrar la idea para la ceremonia perfecta. No eran pocos los que hablaban de hacerlo en la Avenida de los Campos Elíseos, pero a Estanguet le parecía una obviedad. Hasta que un día, paseando por el Sena, surgió la inspiración.

 

El río, así, gana protagonismo, destaca Rabadan: "El Sena nace 300 o 400 kilómetros antes de París y termina 400 kilómetros después. El tramo parisino es solo una pequeña sección del río. Por eso es que este trabajo para regenerar el río fue un trabajo colectivo que involucró a muchas otras ciudades y departamentos del país. Probablemente hemos adelantado el reloj unos diez o 15 años gracias a la meta que nos propusimos para los Juegos".