Un perro llamado Bobi, considerado el perro más viejo de la historia, murió el fin de semana junto a su familia en Portugal, según declaró el lunes su dueño, Leonel Costa, a Associated Press, después de haber sobrevivido a una temprana rozadura con la muerte cuando era cachorro y de haber vivido más del doble que un miembro típico de la raza Rafeiro do Alentejo.
El Rafeiro do Alentejo de pura raza vivió 31 años y 165 días, lo que le hace ser el perro vivo más viejo conocido en el momento de su muerte y el perro más viejo que jamás haya vivido, según el Guinness World Records.
Guinness World Records anunció en febrero que Bobi había batido el récord de perro más viejo del mundo, superando a un perro australiano llamado Bluey, que en 1939 murió a la edad de 29 años y cinco meses.
Además de Guinness World Records, su edad fue verificada por una base de datos de mascotas autorizada por el gobierno portugués y gestionada por el sindicato nacional de veterinarios del país, y un servicio veterinario local.
Antecedentes claves
Bobi nació en una camada de cuatro cachorros en 1992, según Guinness World Records. En un principio, la familia Costa decidió no tenerlos porque ya habían tenido demasiadas mascotas. La familia Costa decidió sacrificar a los cachorros, lo que según ellos era normal en aquella época, enterrándolos en un agujero. Sin embargo, Bobi se escapó y los dos hijos de los Costa lo encontraron, lo escondieron y empezaron a cuidarlo en secreto.
Cuando los padres lo descubrieron, era demasiado viejo para sacrificarlo, así que se lo quedaron y "Bobi se convirtió en parte de la familia", según Guinness World Records. Vivió con los Costas en la aldea rural de Conqueiros (Portugal), a unas 93 millas al norte de Lisboa. La familia describió a Bobi como un perro "muy sociable", pero dijo que se había convertido en menos móvil en su vejez.
11,478. Ésos son los días que vivió Bobi. Según el American Kennel Club, la esperanza de vida típica de un Rafeiro do Alentejo es de 12 a 14 años.
Muchos de los perros de los Costas han vivido mucho tiempo. La madre de Bobi, Gira, vivió hasta los 18 años, mientras que otro de los perros de la familia, Chicote, murió a los 22, según Guinness World Records.