En mayo de este año, en el barrio de Colegiales, abrió las puertas Ostende, un restaurante de pesca y pasta que busca destacar los clásicos sabores que caracterizan a la Costa Amalfitana.
La propuesta fue creada por cinco socios con mucha experiencia en el ámbito gastronómico: Juan Manuel Bidegain (35 años), Gonzalo Fleire (46) y Roberto Cardini (36), dueños y fundadores de Sede Whisky, Madre Rojas y Sifón Sodería, junto con Nicolás Sánchez (42) y Esteban Siderakis (43), dueños y fundadores de la cadena de cafeterías de especialidad Molina Panadería Café y proyectos como Yunta y Maikel & Billy.
“Tanto el nombre como el concepto nacen de la necesidad de romper con esta réplica sobre lo italiano, casi como imitándolo y forzando la sensación de que estás en una trattoria, para empezar a construir una identidad ítalo porteña, en donde Italia ya no es una referencia, sino que forma parte de nuestra identidad, de nuestra cultura y de nuestro día a día. Esta posición que surge de nuestra historia como inmigrantes, hace que se fusione la nostalgia, la familia, los recuerdos asociados a la costa, el mar, los años '60 y la vida acompañado de quienes forman parte de nuestra gran familia. Todo esto es Ostende como concepto. Desde un comienzo buscamos recurrir a la memoria de la infancia, al encuentro y a los momentos de vacaciones, y a la vez que reivindicar lo que para nosotros es fundamental en la gastronomía -y en cualquier espacio- que es un ambiente distendido y de placer, un lugar cotidiano que siempre se asocie con la comodidad”, detallan desde Ostende.
Ostende logra una calidez especial, no solo desde el espacio, sino también desde su gastronomía, que abarca desde desayunos y meriendas, hasta almuerzos, picoteos y cenas. “Ostende, en su propuesta de carta, se diferencia de los clásicos bodegones o trattorias, ofreciendo platos renovados, en general más frescos y livianos. Para lograrlo se combinan sabores e ingredientes caseros, que logran platos nostálgicos, desempolvando recetas familiares y a la vez trabajados desde temporalidad de los productos y la calidad de la materia prima”, detallan.
La carta de Ostende tiene una fuerte base de pesca fresca y pasta. “Todo lo relacionado con el mar son sabores clásicos de la costa, de producción argentina, con receta clásica de la abuela, como por ejemplo los mejillones a la marinera. También puede ser una buena pesca del día, que cambia según temporada o mercado, o unas buenas pastas caseras, rellenas o no, pero siempre con salsas increíbles. Para acompañar esos platos fuertes armamos una coctelería de autor creada por Vir Calderón y una carta de vinos argentinos de cepas italianas, que refleja nuestra idea de aquello que alguna vez vino como extranjero, pero que hoy es parte de nosotros", agregan los socios. A eso lo complementa a la mañana o a la tardecita bollería y facturas, de fabricación propia, sandwichería y cafetería.
Sobre el modelo de negocio, los socios, que no proyectan franquiciar, explican que tiene que ver con toda la estructura conformada por los otros proyectos gastronómicos que tienen. “Por ejemplo, toda la producción de pastas, panificados, facturas y masas se realizan en centros de producción propios con los cuidados y los ojos nuestros puestos encima en cada proceso. La administración, formación de equipos, RRHH y contabilidad, forma parte de una estructura general que aglutina todos los proyectos”. De momento, el equipo de Ostende se conforma por 28 personas.
Y cierran: “Siempre vamos a apostar al encuentro, al disfrute, a los placeres de la vida y sobre todas las cosas, a compartir momentos, reírnos, charlar y gozar de las cosas hermosas que nos quedan, que son la familia, el amor, la comida, la bebida y la producción nacional”.