Alma Minera es un proyecto que nació hace 20 años en un rincón del Valle de Calamuchita. Es un sitio muy especial, a 30 kilómetros de Río de los Sauces, en una zona netamente minera. Allí una empresa con más de 50 años de experiencia se dedica a la extracción y trituración de fluorita y serpentinita.
Es reconocida en el rubro porque, además, produce fluoruro de calcio a través de un sistema de beneficio por flotación, único en el país. Sus centros de explotación de mineral están conformados por el grupo minero Cerros Negros y la cantera La Maga. Sus minerales son estratégicos en la producción de acero, electrodos y cemento.
Sin embargo, desde hace un tiempo, a partir del ingreso de nuevas generaciones, renovaron su mirada acerca del cuidado del planeta. Para remediar el impacto ambiental, la empresa comenzó a elaborar vinos en un terroir especialmente acondicionado con escombros de la empresa. Actualmente cuenta con 8 variedades de vid, de características únicas en el mundo por su contenido mineral.
El leit motiv de esta unidad de negocios se orienta a que sus dueños siempre quisieron darle un “valor agregado” a la explotación y devolverle algo bueno a la tierra y a la población. Así nació Alma Minera, un viñedo pensado como un proyecto para derribar mitos y prejuicios sobre esta actividad extractiva.
Gonzalo Martínez, está a cargo de la Coordinación del Viñedo y la bodega, y Celeste Martínez, a cargo de la Comercialización y propuesta turística, charlaron con Forbes sobre Alma minera y sobre lo que significa este proyecto de vinos con corazón sustentable.
Llama la atención la particularidad de la gestación de este proyecto ¿A quién se le ocurrió la idea de crear este viñedo con escombros de la extracción de fluorita? ¿Cuál fue la principal motivación para llevarlo adelante?
La idea del proyecto vitivinícola surge a raíz de una serie de acciones que comenzó a llevar adelante la empresa relacionadas con el concepto de sostenibilidad en el cual hicimos foco a comienzo del 2000, coincidiendo con la incorporación al sector productivo de la tercera generación de la empresa familiar.
Entre las acciones que se llevaron a cabo se incluyó la utilización de fuentes de energía renovable -instalación de un parque solar de 1200kv- para remplazar el uso de combustibles en nuestro proceso industrial.
Paralelamente trabajamos en la creación de un circuito cerrado de agua que cuenta con un tratamiento totalmente natural por el cual vuelve al circuito industrial para ser reutilizada
Otro de los proyectos fue otorgarle un valor agregado al material granítico que queda de descarte durante el proceso de extracción de fluorita. Ahí nace esta idea por parte de Gonzalo que es ingeniero agrónomo y forma parte de la tercera generación. Él está a cargo del área de Operaciones Mineras y hoy también viñedo y bodega.
Fue analizando el lugar, desde la amplitud térmica, la insolación, la altura sobre nivel del mar, los vientos y otras características agronómicas que consideró que eran propicios para la vid. Había un problema a sortear que era el exceso de precipitaciones. Por ello se planeó el armado de un suelo que elimine ese excedente, creando condiciones ideales para el desarrollo del cultivo.
La motivación fue básicamente poder demostrar que, desde la minería, se puede construir vida y crear ámbitos de trabajo amigables con el ambiente y un desarrollo social sustentable
¿Cuánto tiempo les demandó desde la concepción de la idea hasta implementarlo? Imagino que se les habrá presentado desafíos durante la fase de planificación. ¿Cómo los superaron?
La idea fue elaborada a lo largo de los años por distintos hechos que se fueron cruzando en el camino de Gonzalo, el cual le dio forma luego de un proceso de maduración. Para su implementación se partió de estudios específicos de terreno y relieve y así identificar el lugar propicio en cuanto a características técnicas y legales necesarias para poder comenzar el proceso de armado.
Durante la planificación, hubo que identificar un lugar en donde no interfiriéramos con el normal curso de agua permanente ni transitoria y que reuniera las condiciones técnicas y de espacio para poder posicionar el material de descarte de la actividad minera.
El armado de ese suelo demandó 15 años. Se movieron más de 3.000.000 de toneladas de piedras para armar una terraza de 3 hectáreas con 20 metros de altura.
De cada frente de cantera se extraía una granulometría de piedra diferente: dependía de qué lugar procedía la piedra para ver dónde se ubicaba para poder armar este suelo tan particular que permita el drenaje de agua.
En todo el proceso de armado quienes lo llevaron a cabo fueron los mismos mineros capacitados y guiados.
Otro de los desafíos era que no teníamos ningún antecedente a nivel mundial de cómo iba a prosperar un viñedo implantado en un suelo totalmente armado por el hombre.
En cuanto al viñedo, ¿por qué eligieron esas cepas y esas hectáreas en particular?
El proyecto de armado de suelo fue ideado y dirigido por Gonzalo Martínez desde su comienzo hasta el día de hoy. Una vez que se terminó de conformar un sector de terreno, junto con el ingeniero agrónomo Pablo Heredia, responsable de producción de Fluorita, comenzaron a planificar el armado del viñedo, eligiendo para ello 8 variedades de vid.
El motivo de la elección de las variedades (Malbec, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Syrah, Tannat, Tempranillo, Sauvignon Blanc y Chardonnay) fue porque, al no contar con antecedentes mundiales de un suelo conformado desde cero, ni antecedentes en la zona de implantación de la vid, se decidió evaluar la adaptación de un amplio espectro, para identificar su performance a lo largo de los años.
La orientación, espacio entre líneas y entre plantas, diseño y otras cuestiones agronómicas se llevaron a cabo entre ambos profesionales, quienes siguen en actividad hasta hoy, probando constantemente nuevas posibilidades.
Hoy el cultivo cuenta con variedades implantadas y en producción de Malbec, Tannat, Cabernet Franc, Tempranillo, Ancellota, Sauvignon Blanc, y Chardonnay.
Son los propios mineros quienes realizan las actividades dentro del viñedo (poda, corte de césped, desbrote, deshojado, raleo, vendimia, fertilizaciones y fumigaciones), siempre capacitados y supervisados por Pablo Heredia.
Hablemos de los vinos. ¿Dónde vinifican, qué cantidad de tanques poseen y cuál es la producción anual en botellas o litros?
El proceso de vinificación se lleva a cabo en el mismo establecimiento, así como embotellado, etiquetado y lacrado. Todo este proceso es realizado también por los propios mineros, que son capacitados de forma constante para tal fin. Se recuperó un galpón que anteriormente era utilizado para tareas mineras, y allí instalamos la bodega.
Nuestro enólogo es Rafael Bricco, quien se encarga de llevar adelante el proceso, quien fue convocado a formar parte del proyecto meses antes de la primera vendimia.
Contamos con 5 Tanques de acero inoxidable de distintas capacidades (entre 500 y 2700 litros), 1 huevo de hormigón de 600 litros y 20 barricas de roble americano y francés de entre 225 y 300 litros. Este 2024 fue nuestra sexta vendimia, siendo la primera en el 2019.
En nuestra primera vendimia obtuvimos 1000 botellas que disfrutamos en familia y con amigos, siendo la uva predominante Malbec.
En 2020, obtuvimos 3000 botellas que comenzaron a venderse de boca en boca, y en el 2021 ya salimos al mercado con 7000 botellas, comenzando a insertarnos en el mundo comercial. Hoy realizamos alrededor de 12.000 botellas, teniendo como objetivo final 30.000.
¿Cuál es la variedad o etiqueta más vendida en el mercado local?
Contamos con 5 etiquetas actualmente. Malbec 100% joven, Malbec 100% con paso por roble, un Blend de tintas compuesto por Malbec, Tannat y Tempranillo, un blend de blancas compuesto por Chardonnay y Saugvinon blanc y un rosado de Malbec con Tempranillo.
Cada etiqueta refleja un vino tan particular que se adapta a diferentes paladares por lo tanto hoy no tenemos alguna etiqueta que se caracterice por ser la más vendida.
Por otro lado, estamos trabajando en un blend de tintas, que será nuestro vino de alta gama, compuesto por lo mejor de cada uno de 3 años seguidos, con paso por barricas de roble entre 10 y 30 meses. Este vino será elaborado en partidas limitadas.
Respecto a la sustentabilidad ¿cuántos empleos directos e indirectos ha generado desde su origen y cómo influenció en la economía local?
Uno de los objetivos de este proyecto fue que quienes estuvieran involucrados, fuera el mismo personal de la empresa minera. Como toda pyme hemos sorteado muchos periodos de baja producción minera en los que nuestra mayor preocupación era no poder sostener la fuente de trabajo de nuestros colaboradores.
Por eso surgió como familia la necesidad de generar otra unidad de negocios que se sinergia y pueda generar nuevas fuentes de trabajo. Por eso elegimos capacitar a nuestro personal para que cuando escasea el trabajo minero se pueda compensar con el vitivinícola.
La mayoría de nuestros colaboradores provienen de un pueblo a 30 kilómetros que tiene 1200 habitantes. El concepto es poder crecer en conjunto e involucrar a la comunidad
¿A qué mercados se dirige la producción de los vinos? ¿Cuáles son sus principales canales de distribución?
Por el momento apuntamos al mercado local, dentro de Argentina. Básicamente nuestra idea es poder trasmitir el proyecto por eso nos enfocamos en vinotecas o distribuidores que tengan un canal de venta personalizado y puedan comunicar todo el proyecto junto con el vino.
Es uno de nuestros objetivos principales comunicar el proyecto y concientizar sobre la necesidad e importancia de la minería en nuestras vidas. Por tal motivo la expansión y apertura de mercados depende de que esto pueda realizarse de forma consciente y efectiva.
¿Cuáles son los planes a futuro? ¿Qué expectativas tienen sobre el crecimiento del mercado?
Este año 2024 comenzamos a trabajar en el enoturismo. Diseñando una experiencia única que combina una visita a la bodega y al viñedo donde podremos hablar de vinos y de minería. Es el lugar donde los visitantes pueden ser recibidos personalmente por nosotros para contarles y mostrarle el proyecto completo y además disfrutarán de una comida realizada por el cocinero del establecimiento minero, con productos locales, una charla con nuestro enólogo y una degustación de nuestras etiquetas.
¿Qué es lo que más les enorgullece de Alma Minera y por qué?
Lo que más nos enorgullece es que, como empresa familiar, continuamos unidos buscando nuevos desafíos. La minería está en nuestras raíces y no renegamos de ella por eso quisimos incluir la palabra minera en el nombre de nuestro vino.
A su vez también honramos a nuestros abuelos fundadores de la empresa con dos etiquetas que llevan sus nombres. Heriberto es nuestro blend de tintas y Elvira nuestro blend de blancas. Como el logo lo indica, nuestro árbol familiar se vincula en las raíces con la piedra.
Y que el vino nos abrió las puertas para hablar y educar sobre minería. Tratar de poner en la mesa conceptos que están arraigados en el imaginario popular y poder intercambiar ideas con la comunidad. El desafío es que nos escuchen y poder deconstruir ideas muy arraigadas y que muchas veces son repetidas por mero desconocimiento de la actividad minera.
¿Cuánto factura anualmente? ¿Están trabajando en algún lanzamiento fuerte para este año?
Alma minera aun no es sustentable económicamente por sí misma. Continuamos con el apoyo de fluorita Córdoba para poder surgir como actividad independiente. En cuanto a lo vitivinícola, este año embotellaremos un vino reserva que saldrá cada 3 años con muy pocas botellas. Somos una familia muy inquieta y siempre estamos con varios proyectos paralelos. Estamos estudiando cómo darle un valor agregado a algunos elementos que se descartan en el proceso, como las hojas de la planta o el hollejo de la prensada de la uva. Además, nuestro objetivo a futuro es poder crecer en el sector turístico y ofrecer una experiencia completa con alojamiento y actividades relacionadas con la naturaleza.
*Fotos: Gentileza Alma Minera / Familia Martínez