Romper el techo de cristal sigue siendo una tarea que las mujeres deben desarrollar, y en parte esto se da porque hay dos sesgos que moldean sus carreras: Uno es el de género, y el otro tiene que ver con el rendimiento, asegura Valeria Czarnota, Chief People Officer de Interbanking. Hay un prejuicio con la mujer: que tiene que quedarse más en el hogar, y el hombre es el que tiene que ocupar el lugar de liderazgo. Eso nos lleva a un montón de decisiones que tenemos que seguir trabajando en las empresas, analiza la CPO.
Para explicarlo apela al caso de estudio de la Universidad de Yale conocido como La importancia de llamarse John. Había que seleccionar a un investigador o investigadora. Para esto les compartieron a los selectores currículums ciegos en los que la mitad se llamaban John y la otra mitad Jennifer, cuenta Czarnota. ¿Qué sucedió? Si bien todos eran investigadores de reconocimiento, a igual capacidad y rendimiento, los CV de los John tuvieron un puntaje de 4 dentro de una escala de 1 a 7, y a las Jennifer las puntuaron con 3. Además, a los John les pagaban 14% más que a las Jennifer. Este es un ejemplo de cómo los sesgos nos imposibilitan y nos interfieren en la toma de decisiones, remarca.
En este sentido, la ejecutiva cree que las compañías tienen un rol fundamental para romper con estos sesgos. En Interbanking, por caso, cuenta que trabajan en tener una mirada diversa. Así, el 50% de las posiciones de liderazgo están ocupadas por mujeres. Una de las herramientas clave es aceptar que todos estamos atravesados por los sesgos y que los tenemos; así como también tenemos limitaciones, y actuar en referencia a esto, destaca y concluye: Es un cambio que debe darse en la sociedad con todo el colectivo, a los hombres los tenemos que sumar, también.