¿Te sentís infeliz en el trabajo? Puede que tus proyectos no te entusiasmen. O tus compañeros te hunden constantemente. O los valores de tu organización no coinciden con los tuyos.
Sea cual sea el origen exacto de tu descontento, puede que sientas que tenés que cambiarlo todo en tu carrera para sentirte más feliz. Puede que sientas la tentación de cambiar de empresa y de función, cambiar de sector y, de paso, mudarte al otro lado del país para empezar una nueva vida.
Con demasiada frecuencia, cuando uno no se siente a gusto con su situación profesional, puede sentir la tentación de empezar de cero y dar un vuelco a toda su carrera para hacer borrón y cuenta nueva. Sin embargo, antes de dar un giro completo a tu carrera, considerá la posibilidad de hacer algunos pequeños cambios que pueden suponer una gran diferencia en tu satisfacción diaria.
Los pequeños retoques pueden cambiarlo todo
Hace muchos años, solía jugar al tenis bastante en serio, y mi entrenador solía hablarme de la tendencia natural a corregir en exceso cuando estás aprendiendo el juego. Si pegas el saque demasiado largo, a menudo acabás estrellando el siguiente saque contra la red. Lo mismo ocurre en muchos deportes. A menudo bastan pequeños ajustes para obtener un resultado completamente distinto.
Del mismo modo, en tu carrera profesional, hacer pequeños ajustes puede ayudarte a llevarla poco a poco a un lugar mejor. No tenés por qué intentar siempre la desalentadora tarea de reinventarte por completo. A continuación tenés tres ejemplos de ajustes realistas que podrías hacer.
Pasar a otro proyecto
Hace muchos años, cuando trabajaba en consultoría de política sanitaria, me centré inicialmente en el trabajo con clientes. Sin embargo, cuando surgió la oportunidad de participar en una iniciativa de renovación de la imagen corporativa de toda la empresa, manifesté mi interés. Al final conseguí que mi jefe me autorizara a ajustar mi carga de proyectos para poder participar más en esta iniciativa.
Seguía dedicando la mayor parte de mi tiempo al trabajo de consultoría, pero incluso el hecho de poder dedicar unas horas a la semana a un proyecto que me apasionaba marcó la diferencia en mi nivel de compromiso laboral. Con el tiempo, esto sembró la semilla de mi carrera en marketing de marca.
Si no te sentís muy motivado con tu trabajo actual, intenta identificar otros tipos de proyectos en tu función y organización. Si encuentras alguno que despierte tu interés, habla con tu jefe para ver si es posible participar en él ahora o en el futuro.
Cambiar de organización
Otra posibilidad es mantener el mismo papel, sector, función y ubicación, pero cambiar de empresa. A veces, puede que estés perfectamente contento con tu trabajo actual, pero que te encuentres en desacuerdo con la cultura, la visión o los valores de tu organización. O puede que simplemente sientas que ya has aportado todo el valor que podías.
Una vez trabajaba en marketing de marca en una empresa emergente de postres de lujo en Londres y empecé a sentir que el puesto ya no encajaba conmigo. Así que me cambié a una empresa más grande y consolidada, todavía en Londres, todavía en postres de lujo, todavía en gestión de marca y todavía en marketing. Eso bastó, al menos durante un tiempo, para hacerme más feliz con mi vida profesional cotidiana.
Cambiar de organización puede bastar para cambiar radicalmente tu experiencia cotidiana. Hacer un traslado externo implica un trabajo duro que incluye reelaborar tu material de trabajo, establecer contactos, investigar sobre distintas empresas y hacer entrevistas. Sin embargo, a veces, un nuevo comienzo es suficiente para cambiar tu experiencia diaria en el trabajo.
Cambiá de equipo dentro de su empresa
Aunque no siempre es fácil, podés intentar cambiar de equipo dentro de la empresa. Esto no siempre está bajo tu control y tenés que tener muy en cuenta la política interna, pero se puede hacer.
Yo mismo lo hice un par de veces a lo largo de mi carrera. En una empresa en la que las rotaciones a diferentes marcas no eran infrecuentes, expresé proactivamente mi interés en que me asignaran a un directivo concreto al que admiraba. También hubo una situación en la que presioné para que me asignaran un proyecto diferente, lo que me permitió tener otro jefe con el que me gustaba mucho trabajar.
A veces, trabajar con un jefe diferente puede marcar la diferencia. Eso puede significar aguantar hasta que te cambien de equipo, o presionar de forma proactiva para trabajar en un equipo con un jefe o unos compañeros a los que realmente admiras. Aunque puede llevar tiempo y paciencia, puede marcar la diferencia. Las personas que te rodean cada día en el trabajo pueden tener un enorme impacto en tu felicidad general en la oficina.
Un cambio significativo comienza con pequeñas acciones
Arreglar tu carrera profesional no siempre requiere emprender acciones masivas. Los pequeños cambios pueden suponer una gran diferencia en tu realización, satisfacción y bienestar general. Hacer una serie de pequeños ajustes sucesivos también puede sumarse a un cambio significativo que altere radicalmente la naturaleza de tu vida laboral diaria. Todo lo que tienes que hacer es empezar por algún sitio.
*Con información de Forbes US