En la economía actual, la perspectiva de pedir un aumento de sueldo puede resultar más intimidatoria de lo habitual, pero con el aumento de los despidos masivos y de la inflación, aún más necesaria. Con tanta incertidumbre, muchos empleados se preguntan si es el momento adecuado para plantear a sus jefes el aumento salarial que necesitan desesperadamente para capear los difíciles tiempos financieros.
Para comprender la gravedad del asunto, veamos algunos datos recientes. Aproximadamente el 28% de los estadounidenses han sido despedidos sólo en los dos últimos años, y los ingresos en EE.UU. han disminuido por tercer año consecutivo. Cuando el 48% de los estadounidenses tiene miedo incluso de conservar su puesto de trabajo, pedir un aumento puede parecer impensable.
Sin embargo, con el enfoque adecuado, aún es posible abogar por una remuneración justa. Acá tiene algunos consejos para hacerlo bien y conseguir ese aumento de sueldo que se merece.
1. Investiga y reflexiona
Antes de pensar en concertar una reunión con tu supervisor, haz los deberes. Utiliza sitios web de comparación salarial, redes profesionales e informes del sector para recopilar datos sobre los estándares del sector y las referencias salariales para tu puesto.
A continuación, reflexione sobre su rendimiento. Resalte sus responsabilidades, logros y cualquier otra cualificación o certificación que haya adquirido desde su última negociación salarial. Si guarda copias impresas de los comentarios positivos de los clientes y señala los aspectos de su trabajo en los que ha superado las expectativas, estará en una buena posición. Prepárate para demostrar tu valor para la empresa, especialmente en términos de contribución a la estabilidad en tiempos difíciles. Tu investigación y reflexión no sólo te ayudarán a determinar una petición de aumento justa, sino que también aumentarán tu confianza durante la conversación.
2. Saber que el momento oportuno lo es todo
En una economía en recesión, el momento oportuno se convierte en un factor mucho más crítico a la hora de solicitar un aumento. Considere la salud financiera de su empresa y su sector: si su organización atraviesa dificultades financieras o está despidiendo empleados, puede que no sea el mejor momento para pedir un aumento; sin embargo, si su empresa es relativamente estable o ha presentado recientemente resultados financieros positivos, su jefe puede mostrarse más receptivo a la idea.
No obstante, siempre hay margen para compensar más a alguien si está superando sus resultados y es indispensable para el equipo.
Asegúrate de elegir un momento adecuado dentro del ciclo de revisión anual de tu empresa o del periodo de planificación presupuestaria. Un momento estratégico puede aumentar la probabilidad de una respuesta positiva.
Para hacer que la conversación sea más informal y bien recibida, puedes plantear la reunión como un momento para exponer tus objetivos financieros y preguntar cómo podéis colaborar tú y tu jefe para encaminaros hacia la consecución de esos objetivos, en lugar de como la mesa de negociación en la que todo termina.
3. Destaque su valor y lealtad
En tiempos de crisis, las empresas suelen dar prioridad a los empleados adaptables e ingeniosos que pueden ayudar a la organización a capear el temporal. Cuando se dirija a su jefe para pedir un aumento, destaque su capacidad de adaptación a las circunstancias cambiantes, su disposición a asumir responsabilidades adicionales y su contribución a las medidas de ahorro de costes o de generación de ingresos.
Muestre ejemplos concretos de cómo sus habilidades y su esfuerzo han hecho una diferencia en los resultados de la empresa. Si te posicionas como un activo indispensable y un empleado leal, no sólo justificarás tu petición de aumento, sino que también demostrarás tu compromiso con el éxito de la organización.
Aunque pedir un aumento en una coyuntura económica desfavorable puede parecer una tarea desalentadora, no es imposible. Recuerde que una comunicación abierta y respetuosa con su empleador es clave para alcanzar sus objetivos financieros, incluso en tiempos de dificultades económicas.
Enfrente la conversación con confianza y una comprensión clara de su valía, y puede que descubra que su empresa está más dispuesta a recompensar sus contribuciones de lo que usted esperaba. Al fin y al cabo, no se trata sólo de pedir un aumento; se trata de pedir una compensación justa y de reconocer su propio valor en el lugar de trabajo.