La estética es un concepto tan amplio y tan subjetivo que fundamentalmente tiene que ver con cómo queremos mostrarnos y con una cuestión de libertad; por ser libres y por sentirnos bien”, define Silvana Jachevasky, CMO en Naranja X.

La ejecutiva reconoce que las generaciones jóvenes son muy críticas y sensibles frente a los estereotipos: “Los están cuestionando todo el tiempo, también a los moldes, y creo que eso para las marcas es un desafío enorme”. En este sentido, asegura que el desafío implica salir de lo aspiracional.

“La realidad es otra cosa. Las marcas estamos empezando, desde hace unos años, a abrazar esto con mucho más compromiso. Y se ve en la diversidad de modelos, de edades en las campañas y de tipos de familias que se incluyen en las comunicaciones”, sostiene.

Para explicar esto acude a un ejemplo del trabajo de Naranja X en materia de inclusión y educación financiera a personas de más de 50 años. “En las personas más grandes todavía hay cierta necesidad de acompañamiento de la adopción digital, pero a la hora de generar campañas para ayudar nos encontramos con que los bancos de imágenes no tienen representatividad de todas las personas, y tuvimos que salir a producir uno propio, porque entendíamos que teníamos que dar ese paso para poder conectar con todas las audiencias”, describe Jachevasky.

Ese trabajo los llevó a profundizar su compromiso y revisar todas las comunicaciones. “Encontramos muchísimas oportunidades con relación a cómo nos estábamos comunicando: en tono, en imágenes; eso nos llevó a evolucionar el manual de marca, en el que incluimos un capítulo específico que aborda la diversidad y los temas de género en la comunicación”, asegura la CMO.

“Falta mucho por hacer, pero es clave que nos lo tomemos muy en serio. Los que trabajamos en comunicación tenemos que saber que no es una moda, no es una tendencia de marketing y no es aprovechar una oportunidad, tiene que ver con un trabajo profundo y sostenido para que sea genuino y consistente en el tiempo”, concluye.