"Hablar de nueva normalidad ya está un poco gastado, pero hay cosas que vinieron para quedarse y no hay manera de que vuelvan atrás. Pero lo que nos ha hecho evolucionar como sociedad es nuestra capacidad de juntarnos". En poco más de 30 minutos, Sergio Kaufman habló de management, filosofía, macroeconomía, política, relaciones laborales y creatividad. El presidente de Accenture en Argentina y Sudamérica Hispana es uno de los líderes del sector privado más respetados e influyentes del país, y Forbes tuvo el privilegio de tener sus reflexiones en esta nueva edición (online) de Best Employers.

Antes de que explote el Coronavirus, Kaufman explicó que la mayoría de los empleados de Accenture contaban con la “posibilidad de trabajar dos veces por semana desde sus casas”. Aquello les permitió acomodarse con mayor facilidad a una nueva forma de trabajo 100% digital, logrando “ajustar procedimientos productivos y operativos” y que la pandemia no repercutiera (más de la cuenta) en la estructura organizacional, además del rendimiento.

Así y todo, Kaufman considera que para que una compañía evolucione se necesita del contacto personal: “Yo divido la organización en la parte operativa y de innovación, es decir, la capacidad de crear experiencias nuevas, cosas que antes no existían. Y esto tiene un componente personal muy grande”.  Y ejemplificó: “No puedo agendar un zoom para crear una idea, eso se da en la interacción. La presencialidad te hace la diferencia para crear mundos futuros”. 

También destacó que para “innovar” y “crear” es necesario estar abierto a incorporar cosas “distintas”, y recibir lo diferente con “hospitalidad”, tal como proponía el filósofo francés Jacques Derrida. Y eso es parte de la filosofía de Accenture hace algunos años. Sobre todo, en las temáticas de inclusión. En ese sentido destacó el rol central de las mujeres en el ámbito laboral y la importancia de la diversidad. "Cuando se habla de esos equipos que se entienden solo con señas, a mí no me parece una virtud: si no hablan, no son capaces de crear nada nuevo". Por eso, afirmó,  "la inclusión es uno de los grandes desafíos que tienen las compañías del sector privado en la Argentina".

Conocimiento y economía

“La economía del conocimiento es el segundo rubro de explotación de la Argentina después del complejo sojero”, explicó Kaufman, "Solo para la exportación, genera alrededor de 130.000 puestos de trabajo. Es decir que es más o menos una industria automotriz y media", detalló, y destacó que no solo genera divisas sino que no necesita dólares para producir. Muchas potencias -afirmó- están desesperadas por promoverla, sobre todo porque genera actividad industrial productiva: “El mundo te está llevando a que la economía gravite alrededor de la Economía del Conocimiento”, y puso como ejemplo claro de su relevancia la guerra comercial que mantienen Estados Unidos y China.

Pero más allá de su aspecto estratégico e importancia macroeconómica, para Kaufman, la ventaja diferencial de su industria es la capacidad de generar empleo, lo cuál para él es "la principal razón de ser de una empresa": "A diferencia de una máquina, que se convierte en obsoleta con el tiempo, una persona crece y enriquece a los demás. Por eso yo creo que las empresas están para crear empleo, no al revés".

Por último, consideró que, si bien hay cuestiones que definitivamente vinieron para quedarse una vez superada la pandemia, como es el caso del teletrabajo, la profundización de la venta online y los canales digitales, lo que “nos hará seguir evolucionado es juntarnos, interactuar y construir. Algo que volverá más fuerte que nunca”.