Todos podemos pensar en personas que fueron perturbadoras en nuestras vidas, ya sea una pareja sentimental en el pasado, un amigo o un colega. En retrospectiva, podemos ver que nuestra relación con ellos fue más perjudicial que beneficiosa y que nuestra vida actual es mucho mejor sin ellos. Pero, ¿cómo detectar las señales de una relación potencialmente perjudicial antes de invertir demasiado en ella?
Hay tres cosas en las que fijarse para salvarse del naufragio emocional de una dinámica de relación insana.
#1. Tené cuidado al invertir en una persona emocionalmente inaccesible
Perseguir una relación con una persona emocionalmente no disponible, ya sea romántica o platónicamente, es a menudo forzarse a uno mismo a entrar en un baile "perseguidor-distanciador". En una relación perseguidor-distanciador, cuanto más persigas a la otra persona, buscando aprobación, intimidad y/o conexión, más se distanciará de vos.
Esto puede ser extremadamente agotador, ya que conduce a sentimientos persistentes de insatisfacción, baja autoestima y desconexión. La gente tiende a asumir que los hombres son más propensos a jugar el papel de distanciador, pero la investigación publicada en Sexual and Relationship Therapy muestra que no es raro que las mujeres también practiquen el distanciamiento emocional.
En cualquier caso, para que una relación prospere, ambas partes deben estar implicadas y dispuestas a expresar y ser testigos de las vulnerabilidades de la otra.
#2. Evitá a los que no se disculpan
Una persona que no pide disculpas es alguien a quien le cuesta reconocer su comportamiento, especialmente en casos en los que una disculpa está justificada. Todos cometemos errores. Como tales, todos deberíamos tener la capacidad de disculparnos. Ofrecer una disculpa en momentos críticos es un componente esencial de las relaciones sanas.
Además, las disculpas no deben reservarse sólo para los errores más graves. Asumir los pequeños errores es importante y demuestra un interés genuino por la persona que puede haber sido víctima del error.
Una disculpa tan sencilla como "siento mucho haber llegado más tarde de lo prometido, no me sonó el despertador, pero quiero que sepas que valoro mucho el tiempo que pasamos juntos", seguida de una acción correctiva, es todo lo que se necesita.
Como el que no se disculpa no suele ser consciente de su comportamiento desconsiderado, llamarle la atención puede ser la mejor forma de actuar. Si tienes la sensación de que la persona que no se disculpa es consciente del daño que su comportamiento te infligió, pero aún así no se disculpa por principios o debido a una visión sesgada de la situación, probablemente sea mejor que te alejes de la relación.
#3. Cuidado con los que buscan estatus
Hasta cierto punto, todas las relaciones son egoístas. Nos apoyamos en los demás para obtener apoyo, conexión, amor, amistad, risas, etc. - las cosas que nos hacen sentir realizados como seres humanos. Pero hay casos en los que la ecuación de valores se desequilibra.
Hay mucha gente, por ejemplo, que busca relacionarse con los demás porque le sirve para algo inmediato. Es un hecho desafortunado de la vida social. Este tipo de personas a menudo atribuyen su autoestima a cosas materiales más que a amistades y conexiones emocionales. En su mente, puede que no haya nada malo en considerar una relación con alguien como un medio para alcanzar algún otro fin. Por desgracia, a menudo eres tu quien sale perdiendo.
Por lo tanto, ten cuidado con los buscadores de estatus que sólo se quedan para cosechar los beneficios de las cosas que puedes hacer por ellos. En cuanto consigan lo que necesitan, lo más probable es que pasen al siguiente objeto brillante.
Conclusión
Por difícil que resulte a veces apartar a las personas tóxicas de tu vida, también es importante saber que la unilateralidad de este tipo de relaciones acabará causándote agonía y decepción. Cuanto antes lo dejes ir, más fácil te resultará reconstruir tu vida según tu visión.
*Con información de Forbes US.