Los empresarios pueden desarrollar algunos hábitos de trabajo bastante malos sin siquiera darse cuenta, como ignorar el tiempo de pensamiento del "panorama general" o aferrarse a las tareas que deberían estar delegando. Es importante hacer un balance de tus actividades diarias de vez en cuando para asegurarte de que se satisfagan las necesidades de tu estilo de vida y las necesidades comerciales.
Ciertos "malos hábitos" pueden conducir fácilmente al agotamiento empresarial, por lo que, si notás alguna práctica o comportamiento que te está agotando, ahora podría ser un buen momento para cambiarlos.
1. No programar el tiempo para pensar
Como emprendedor, es fácil entrar en el modo de resolver problemas, cerrar tratos, administrar un equipo, etc. Todo esto es necesario, pero no a expensas del "tiempo para pensar", que se define como el tiempo concentrado que dedicás a vos mismo para pensar en grandes desafíos e iniciativas estratégicas clave.
2. Tener FOMO o envidia
Envidiar a los demás no te lleva a ninguna parte. Concentrate en lo que podés controlar y cómo podés ganar. Lo más importante es centrarte en tus empleados y clientes. El resto se arregla solo.
3. Confundir actividad con productividad
Enfocate en el trabajo que hace avanzar la aguja de tu empresa y eliminá o automatizá las actividades rutinarias de bajo valor que desvían tu atención del crecimiento del negocio y la mejora de tu propuesta de valor.
4. Procrastinar y no cumplir con los plazos
La procrastinación puede ser un gran problema para los emprendedores. Puede llevar a plazos incumplidos y oportunidades perdidas y puede causar mucho estrés a largo plazo. Para evitar esto, los empresarios deben esforzarse por crear y apegarse a una rutina diaria, así como crear sistemas que los ayuden a mantenerse encaminados. También deben aprender a reconocer cuándo están procrastinando y tomar medidas para romper el hábito.
5. Mantener listas de tareas pendientes que nunca completamos
¿Qué tan desmotivador es no sentirse nunca realizado? Para aquellos con una lista activa que tiene cosas de hace un año, hay que eliminarlas todas. Cada día, tenemos una determinada cantidad de horas para realizar nuestras tareas. Si esas horas se llenan antes de que nos despertemos, nunca estaremos abiertos a nuevas oportunidades y lo que hoy podés ofrecer.
6. No tomarse el tiempo para recargar
El emprendimiento es un viaje que requiere constante crecimiento, aprendizaje y adaptación. Es fácil quedar atrapado en el ajetreo y el bullicio de administrar un negocio, pero si no te cuidás a vos mismo, no podrás estar al tanto de las cosas.
7. Descuidar tu vida personal
El hábito con el que luchan muchos empresarios es trabajar en exceso y descuidar su vida personal. Esto puede ser peligroso, ya que puede provocar agotamiento y falta de concentración. Para evitar esto, debemos priorizar nuestro tiempo y crear límites entre el trabajo y la vida personal. Eso significa establecer horas regulares en las que trabajarás y tomarse tiempo para vos fuera de ellas.
8. Tomar todas las decisiones
Los empresarios deben cambiar la mentalidad de que deben estar en el centro de cada decisión, ya que esto conduce a la sobrecarga y al agotamiento. Esto es difícil de hacer todos los días, ya que los empresarios motivados sienten pasión por lo que están trabajando.
9. Revisar correos electrónicos antes de acostarse
Como emprendedores, permitimos que todos los elementos de nuestro negocio nos consuman, tanto buenos como malos. Leer correos electrónicos por la noche casi puede garantizar una noche de insomnio o enviar correos electrónicos sin pensar primero. Si reservamos un momento sagrado para relajarnos, nos despertaremos con la cabeza más despejada.
10. Administrar tareas solo
Un mal hábito que todo emprendedor debe eliminar es hacer las tareas por su cuenta. Tu capacidad para delegar es importante si deseás ampliar tu negocio. Liberate de esa rueda de hámster a través de la automatización y la delegación para que puedas concentrarte en más actividades generadoras de ingresos.
11. Estresarse y no establecer metas
Hacer esto solo te alejará de tu objetivo, demostrará que la competencia tiene razón y te estresará si te estás quedando atrás. Aprender todos los días es bueno, pero implementarlo y esperar resultados demasiado pronto dañará a cualquier emprendedor.
12. No centrarse en los hábitos positivos
La duda prohíbe a los empresarios al borde de un gran avance. Creer en uno mismo, estar rodeado de energía positiva, tener una rutina de ejercicios y aprender de los demás cuando los tiempos se ponen difíciles son claves para superar la falta de confianza. Mantenerse enfocado en lo que uno es bueno y desarrollar hábitos positivos ayudará a los empresarios a desviar los sentimientos negativos y las dudas que surgen a diario.
13. Ser crítico con uno mismo
No permitas que una perspectiva negativa y un diálogo interno negativo controlen tu narrativa diaria. Esto puede fácilmente hacer que cada tarea, decisión, nueva empresa y más parezca desalentadora y abrumadora, lo que contribuye en gran medida al agotamiento.
14. Empezar el día hablando por teléfono
Despertarse e ir directamente a tu teléfono no es la forma de despertarse y comenzar el día. Despertate, tené una rutina y cuidá de vos mismo para prepararte para el día que tenés por delante. Comenzá de manera positiva levantándote a las 4 o 5 de la mañana, haciendo ejercicio, comiendo, meditando y leyendo.
15. Multitarea
Muy, muy pocas personas son capaces de realizar múltiples tareas bien y la mayoría de nosotros terminamos haciendo un mal trabajo en múltiples proyectos. La tarea única es donde está. Llegá lo más lejos que puedas en un proyecto antes de entregárselo a cualquier otra persona que deba participar. Solo entonces deberías pasar a lo siguiente en tu lista de tareas pendientes.
*Nota publicada en Forbes US