Aunque el 96% de los altos directivos del mundo empresarial actual son extrovertidos a pesar de que sólo representan al 50% de la población, eso no quita que los introvertidos se desenvuelvan bien en puestos de liderazgo. Después de todo, algunos de los CEO más importantes del mundo, como Warren Buffett y Bill Gates, se consideran introvertidos.
Sin embargo, los lugares de trabajo tienden a promover con más frecuencia a personalidades extrovertidas a puestos de liderazgo. Aunque ni los extrovertidos ni los introvertidos hacen intrínsecamente mejores líderes que los demás, a los introvertidos se les sigue pasando por alto para puestos avanzados y ganan de media US$ 10.000 menos que sus homólogos extrovertidos.
Cómo los cambios en el espacio de trabajo pueden ayudar a prosperar a los introvertidos
Parte de las expectativas de cambios en el lugar de trabajo tras la pandemia era hacer del trabajo flexible la "nueva normalidad", y en 2023 se registraron enormes avances en ese sentido. En noviembre de 2023, el 62% de las empresas estadounidenses adoptaron modelos remotos e híbridos, y ningún grupo demográfico está más contento con la nueva disposición que los introvertidos.
Una encuesta de Truity de 2021 descubrió que "los introvertidos tienen el doble de probabilidades de temer volver al trabajo en la oficina en comparación con los extrovertidos". Al pasar menos tiempo en oficinas abiertas ruidosas y reuniones abarrotadas, escenarios que pueden agotar rápidamente a los introvertidos, el trabajo a distancia les permite gestionar mejor su energía. El trabajo a distancia permite una mayor flexibilidad para estructurar las jornadas laborales con el fin de maximizar el trabajo independiente y centrado en las horas más productivas.
Además, las empresas que invierten en una cultura de trabajo que apoya el bienestar mental y emocional de su personal prosperarán a medida que sus empleados introvertidos se sientan más apoyados y tengan los recursos, entornos y herramientas para estar al máximo de su productividad. De este modo, los introvertidos tendrán más oportunidades de avanzar en el mundo laboral y superarán cualquier prejuicio cultural obsoleto que pueda haberles frenado en un trabajo que antes favorecía a sus homólogos extrovertidos.
Introvertidos y extrovertidos como líderes
Merece la pena reexaminar el estereotipo de que los extrovertidos son líderes más eficaces que los introvertidos. Tanto los introvertidos como los extrovertidos tienen las mismas posibilidades de liderar con éxito, pero los mejores resultados se obtienen cuando cada personalidad se alinea con las necesidades de su equipo.
Por ejemplo, los líderes extrovertidos tienden a prosperar cuando dirigen a empleados pasivos, aquellos que buscan un enfoque más directo. Mientras tanto, los introvertidos prosperan cuando dirigen a miembros del equipo proactivos y con muchas ideas que aportar para mejorar. Esto podría relacionarse con la investigación realizada por la Biblioteca Nacional de Medicina que muestra cómo los extrovertidos y los introvertidos procesan la información, los introvertidos toman más tiempo para digerir y profundizar en el proceso de pensamiento.
Esto nos demuestra que un liderazgo excelente no se basa en si el individuo es extrovertido o introvertido, sino en la combinación de la relación líder-empleado. Además, dados los complejos desafíos a los que se enfrentan las empresas hoy en día, se necesitan líderes capaces de comprender los matices y analizar los problemas más a fondo antes de actuar, por lo que es clave contar con líderes introvertidos que sepan escuchar y procesar antes de decidir y actuar.
Adoptar las habilidades críticas de los aspirantes a líderes introvertidos
El primer paso para cualquier aspirante a líder introvertido es aceptar quién es realmente. Los extrovertidos pueden ser extrovertidos y más dominantes en el mundo de los negocios, pero los introvertidos aportan su valor único. En general, los introvertidos aportan la capacidad de valorar, analizar, evaluar y hacer decisiones meditadas. Sólo cuando los introvertidos aceptan sus auténticos puntos fuertes y respaldan sus decisiones con determinación pueden convertirse en grandes líderes.
Una receta para el desastre es intentar ser algo que no se es. Más bien, la magia empieza cuando te centras en ser tu verdadero yo, comunicando tus valores con claridad y dejando que tus cualidades únicas como introvertido brillen. Estas cualidades, cuando se llevan a puestos de liderazgo, pueden ser una gran ventaja cuando las empresas las aprovechan. A continuación analizamos algunas de ellas:
1. Los introvertidos tienen un enfoque reflexivo de la comunicación:
A menudo se confunde a los introvertidos con personas "reservadas" a las que no se les da bien comunicarse, pero lo cierto es que sobresalen en la comunicación a su manera. A diferencia de los extrovertidos, que suelen escuchar para responder, los introvertidos escuchan para comprender. No sólo son oyentes activos, sino que participan en las conversaciones, buscan la comprensión y escuchan los matices, procesando en segundo plano.
Stephen Hawking dijo una vez que "las personas silenciosas tienen las mentes más ruidosas" y eso es cierto cuando se trata de introvertidos en un entorno empresarial. A veces, cuando se les pide que intervengan en reuniones de negocios, son los introvertidos los que con frecuencia aportan las ideas más valiosas. Su capacidad de observación y de captar pistas sutiles resulta muy útil en el mundo actual, sobre todo en la mayoría de los sectores con gran volumen de datos, donde la información puede malinterpretarse.
Los introvertidos suelen prosperar en la comunicación individual y escrita, lo que les hace ser grandes líderes que adoptan con frecuencia un estilo de liderazgo orientador. Esto les permite trabajar con cada uno de los miembros de su equipo de forma individual, mejorando el compromiso y la productividad a través de una construcción de relaciones reflexiva e intencionada.
2. Los introvertidos hacen buenos escritores:
Dado que a los introvertidos no siempre les gusta que les pongan en un aprieto y prefieren organizar sus pensamientos antes de comunicarlos a la siguiente persona, son buenos escritores.
Con el auge de los modelos remotos e híbridos, se necesitan excelentes habilidades de escritura para una comunicación clara y más eficaz, y aquí es donde los introvertidos prosperan de forma natural. Ya se trate de correos electrónicos diarios o de fijar objetivos, los líderes introvertidos lo hacen con destreza. Esto no sólo permite a los miembros de su equipo mantenerse al día e informados, sino que también les proporciona una hoja de ruta clara con la que trabajar, minimizando la confusión y permitiendo una mayor eficiencia del equipo.
3. Con frecuencia destacan en la mejora del rendimiento del equipo
Cuando se trata de extroversión e introversión, se trata más del escenario que de las habilidades sociales. Por ejemplo, en comparación con los extrovertidos, los introvertidos prosperan en las interacciones individuales y en las conversaciones centradas en grupos más pequeños. Durante las conversaciones, son menos propensos a interrumpir y, en su lugar, se centran en las palabras y emociones del interlocutor, dejando que se exprese plenamente. Esto puede ayudar mucho a los empleados que no se hayan sentido escuchados por líderes extrovertidos anteriores.
Los líderes introvertidos también formulan preguntas que invitan a la reflexión para seguir profundizando en el proceso, escuchando activamente las respuestas. Después de analizar las ideas y los problemas, ofrecen soluciones bien pensadas y meditadas. En una función de liderazgo, estas habilidades son esenciales porque les permiten comprender a sus empleados a nivel personal -sus puntos fuertes, intereses y capacidades-, así como proporcionar una orientación eficaz a cada uno de ellos. A su vez, estos empleados se sienten más valorados y comprometidos, lo que les motiva a trabajar duro.
Cómo pueden las organizaciones aprovechar los puntos fuertes de los introvertidos en el trabajo
Aunque las tendencias recientes en el lugar de trabajo ayudaron a los introvertidos a prosperar, las organizaciones pueden tomar más medidas proactivas para capitalizar su talento introvertido y fomentar un entorno de trabajo feliz y comprometido:
1- Proporcionar oportunidades de desarrollo del liderazgo: dado que los introvertidos están muy poco representados en puestos de liderazgo en varios sectores, las empresas pueden ofrecer oportunidades de desarrollo del liderazgo orientadas a sus empleados introvertidos. Estos programas pueden centrarse en fomentar las habilidades analíticas, la comunicación reflexiva y la capacidad de establecer relaciones. Además, también pueden asignar mentores dedicados que puedan identificar el talento de un introvertido y cultivarlo para futuras funciones de liderazgo.
2- Anime a los introvertidos a colaborar: los introvertidos prefieren trabajar de forma independiente, por lo que animarles a colaborar con sus compañeros y hacerles rotar en funciones que impliquen la resolución de problemas complejos, el análisis de datos cualitativos, la redacción de comunicaciones y la planificación estratégica les permitirá mostrar sus puntos fuertes y facilitará el establecimiento de relaciones personales entre los miembros del equipo.
3- Hacer que los entornos de trabajo sean favorables a los introvertidos: las distracciones en la oficina y las reuniones en persona suelen restar energía a los introvertidos, haciéndoles más propensos al agotamiento. Adaptar el espacio de la oficina a los empleados introvertidos, o implantar opciones de trabajo flexible o a distancia, permitirá que estos se sientan valorados y mejorará su rendimiento. Las organizaciones pueden crear espacios silenciosos dedicados al trabajo en solitario, así como invertir en materiales que supriman el ruido para que puedan trabajar de forma independiente cuando el trabajo a distancia no sea una opción.
4- Auditar los protocolos existentes para asegurarse de que los introvertidos están preparados para el éxito: las organizaciones pueden optimizar sus sistemas de comunicación y colaboración para subir a los introvertidos al éxito como líderes. Auditar los protocolos escritos existentes a través de una lente consciente de la introversión permite a las empresas editar las directrices de manera que se alineen con los puntos fuertes de los introvertidos.
Por ejemplo, dedicar más tiempo a redactar documentos y solicitar opiniones evita que los introvertidos se precipiten en procesos que se benefician de una reflexión más profunda. Recabar la opinión directa de los empleados introvertidos sobre los puntos débiles de los sistemas actuales también aporta información valiosa para crear procesos más favorables a los introvertidos.
Los directivos no pueden permitirse pasar por alto o infrautilizar el talento de ningún empleado, ya sea introvertido o extrovertido. Los que aceptan la diversidad cognitiva crearán equipos de liderazgo equilibrados y completos. El mito de que los introvertidos no hacen grandes líderes frena tanto a las personas como a las organizaciones y debería considerarse una reliquia obsoleta. El futuro parece prometedor para los líderes introvertidos que asumen plenamente sus auténticos puntos fuertes, y para las organizaciones que los promueven.