Pierre Morad Omidyar no siempre fue el exitoso dueño de la plataforma de subastas eBay. Nacido en el seno de una familia iraní que comenzó su historia en París y continuó en Washington, tuvo que sortear varios escalones hasta llegar a lo que es hoy.
Desde pequeño comenzó a mostrar un interés particular por la informática. En los ochenta ingresó a la Tufts University en Boston para estudiar Ciencias de la Computación.
Mientras estudiaba se ocupó de la creación de una base de datos informática del catálogo de una biblioteca. Ese fue su primer trabajo, donde le pagaban US$ 6 por hora.
Ocho años después ingresó a Claris, una subsidiaria de Apple, como programador. Allí fue parte del equipo desarrollador de MacDraw, uno de los primeros programas de dibujo de la empresa de la manzanita.
En 1991 se convirtió en uno de los fundadores de Ink Development, una empresa que desarrolló un software para una especie de tableta que ejecutaba órdenes a través de un lápiz. Pero el mercado resultó ser muy inmaduro para ese tipo de productos. El proyecto se transformó en eShop, una pequeña compañía de comercio electrónico que luego compraría Microsoft. Esto lo volvió rico antes de los treinta años.
El paso siguiente fue su incorporación a General Magic, una empresa de telecomunicaciones que permitía conectarse a Internet. Pero de repente, y casi de casualidad, comenzó a tomar forma el gen de eBay. Su mujer, quien era coleccionista de unas figuras que venían en unos caramelos y a quien le era imposible encontrar gente afín en su ciudad para intercambiarlas, fue la inspiradora para que Omidyar ideara un pequeño servicio de subastas en línea para que la gente pudiera conectarse entre sí. En los primeros días lo único que vendió fue un puntero láser inservible por US$ 13.83.
En 1996, Omidyar renunció a su empleo para dedicarse a eBay. Hoy la fortuna de Omidyar asciende a US$ 13.100 millones y la empresa tiene un valor de mercado de US$ 31.500 millones