En la apertura del 57º Coloquio de IDEA, el evento que reúne a los empresarios más importantes del sector privado en la Argentina para conversar estratégicamente sobre el contexto nacional y posibles soluciones a futuro, Paula Altavilla, líder de Schneider Electric para Argentina, Uruguay y Paraguay y presidenta del Coloquio, dio la bienvenida.
"Cada vez que veo imágenes de nuestro país, pienso en su enorme potencial productivo. Pienso en la diversidad de recursos, en la capacidad productiva del agro, energía, industria, tecnología, servicios, economía del conocimiento. Pero, sobre todo, pienso en las personas creando, innovando, trabajando, y siento esperanza. El potencial para salir de cualquier crisis está ahí; en la imaginación, la pasión, las manos de los hombres y mujeres que se levantan todos los días y que, a pesar de todo, hacen. Esa esperanza contrasta con la realidad: con 40% de pobreza producto de cuatro décadas de una espiral descendente. Tuvimos 18 recesiones en los últimos 37 años, con una inflación y una devaluación tan altas que tuvimos que sacarle 11 ceros a la moneda", dijo en su discurso de apertura.
Esta crisis compleja, con componentes económicos, políticos, sanitarios, culturales, está anclada en profunda crisis de confianza. "Y la falta de confianza es muy limitante. A las personas nos limita a la hora de asumir riesgos para cumplir nuestros sueños como el de la casa o el emprendimiento propios. Y a las organizaciones las limita a actuar pensando sólo en el corto plazo. Cuántos de ustedes, como yo, tuvieron que archivar con tristeza y frustración proyectos de inversión, solamente porque 'la volatilidad en Argentina los hacía demasiado riesgosos'", siguió.
Para Altavilla, esa sensación de peligro inminente que genera el desorden macroeconómico se refleja en la tasa de inversión, que está por debajo del nivel mínimo necesario para mantener el capital instalado y en los puestos de trabajo formal privado, que no crecen desde hace una década.
"El potencial necesita inversión para no quedar enterrado, necesita educación para desarrollarse, y necesita incentivos para quedarse. Hoy puede irse físicamente; o con un click, saliendo del sistema y pasando a crear valor en cualquier otro lugar del mundo. La pregunta es cómo hacer para generar confianza", sostuvo, y propuso debatir cómo resolver los temas estructurales y volver a crecer de forma genuina y continua.
"La propuesta es impulsar el trabajo productivo, que genere valor y contribuya al crecimiento, pensándolo como un fin en sí mismo junto con programas de estabilización y crecimiento. Poner el trabajo en el centro es la única forma verdadera y sostenible de integración social y económica que le otorgue dignidad a la gente. Hay que generar trabajo genuino y productivo para recuperar el horizonte de progreso que nos reclaman y están yendo a buscar muchos de nuestros hijos".
Altavilla llamó a aprovechar la oportunidad que deja el mundo pospandemia para posicionarnos de la innovación. "Todos los sectores se están transformando con la incorporación de la economía del conocimiento, un área en la que nuestro país tiene una enorme oportunidad. Hoy ya son 11 los unicornios argentinos que en muy poco tiempo crearon valor a partir de talento capaz de generar disrupción y que siguen creciendo exponencialmente. La economía del conocimiento genera riqueza, crea empleos bien remunerados y un ecosistema de pymes que se desarrolla y prospera gracias a sus plataformas, que les ofrecen avance tecnológico e inclusión financiera. Necesitamos generar las condiciones necesarias para que los emprendedores elijan seguir innovando, creando sus empresas y manteniendo sus casas matrices acá".
"Para crecer e incluir necesitamos más empresas también en otras industrias: pequeñas, medianas, y grandes, nacionales y extranjeras, integradas a cadenas de valor globales, capaces de exportar. La Argentina tiene 14 empresas cada 1000 habitantes, poco más de mitad de las que tiene Brasil y un cuarto de las que tiene Chile. Para crecer e incluir necesitamos más", agregó.
"Y si queremos más empresas, es necesario generar un entorno de previsibilidad macroeconómica y regulatoria, con reglas claras, que se mantengan en el tiempo y reemplazar las restricciones por incentivos".
En una encuesta reciente, 7 de cada 10 empleadores argentinos dijeron que tienen dificultades para encontrar el talento que necesitan. El Foro Económico Mundial (WEF) estima que en los próximos años de van a crear 58 millones de puestos de trabajo netos en el mundo y "en Argentina podemos aspirar a que muchas de esas posiciones se creen acá. Pero nuestros chicos tienen que estar preparados. La educación debe ser una prioridad para el Estado, las empresas y las familias", agregó. Y propuso dejar de hablar del pasado, para pensar en futuro. "Ahorrarnos la lista de culpables y asumirnos en nuestro rol de responsables".