Diseñadora gráfica de la UBA, los primeros años de la carrera de Paola Argento fueron en agencias de publicidad, productoras y postproductoras de cine y cine publicitario como diseñadora y directora de arte. En 2003 se sumó a YPF para colaborar en el desarrollo de un área de multimedia, y desde ese momento participó de iniciativas de identidad corporativa, comunicación digital y audiovisual, redes sociales y medios de comunicación institucionales, hasta llegar a liderar el equipo de Contenidos y Medios de Comunicación.
En 2017 tuvo un punto de inflexión en su carrera: se sumó a la taskforce que inició el camino hacia la equidad de género y aceptó el desafío de ser líder de Diversidad para emprender la transformación hacia una compañía plural. Empezamos un plan para acompañar a las mujeres de YPF en 2018 y lo primero que hicimos fue preguntar, entender cuáles eran las problemáticas, qué era lo que nos pasaba en el momento de desarrollar las carreras, las barreras u obstáculos.
Fue interesante entender cómo había temas, diría, muy pragmáticos, como contar con la indumentaria para determinadas tareas o posiciones, hasta temas culturales que implicaban cómo imaginarnos a mujeres en determinados roles de liderazgo, explica Argento.
Tuvieron que acompañar a mujeres en operaciones en el campo...
Hay una diversidad enorme. YPF tiene estaciones de servicio, operaciones de campo, refinería, pozo, agro. Hay una universidad no solo de negocios, de regiones también. Y además toda la variable de roles, posiciones y tareas. El desafío ahí es integral, es escuchar, es ver cómo las acompañamos con las distintas realidades y expectativas.
Por la pandemia, muchas mujeres se desconectaron o salieron del mercado laboral. ¿Lo vieron?
En 2020 hicimos una encuesta abierta a mujeres y a varones para entender cómo estaban usando el tiempo en sus hogares: cuánto dedicaban al trabajo y cuánto a tareas de cuidado. El porcentaje más alto de respuesta fue de los varones. Y esto daba que, si habían empezado a encargarse de muchas tareas de cuidado, cuando empezabas a desmenuzar cuáles eran, tenían que ver con ir al supermercado, preparar la comida? El estereotipo de mantengo el rol proveedor.
Las mujeres dedicaban más tiempo al cuidado, a hacer las tareas, a ocuparse de adultos mayores. Entonces empezamos a pensar cómo podemos incentivar la corresponsabilidad de cara a los hogares: mucho foco en entender estas distintas realidades y encontrar maneras flexibles para cumplir con los objetivos.
¿Cómo desarrollamos a las mujeres hacia el liderazgo?
Es clave permanecer abiertos. Hay mecanismos, como programas de desarrollo o mentoring, pero tal vez la clave tiene que ver con escuchar y con devolver soluciones a esa escucha. En la medida en que empezás a entender la diversidad como un valor, empezás a integrar la innovación y otros puntos de vista que enriquecen tus soluciones. Se resume en la disposición de aprender, de entender que en esta integración de mujeres y de otras diversidades tenemos más para ganar que para perder. Es ganar-ganar.