Los World University Rankings publicados hoy muestran que Oxford retuvo el puesto por quinto año consecutivo y hasta se dio el gusto de ver a Cambridge caer al sexto lugar, el más bajo desde 2014.
Pero estas dos rivales son las únicas instituciones fuera de EE.UU. en el top 10, ya que las universidades estadounidenses ocupan ocho de los diez primeros puestos, según Times Higher Education, que armó uno de los tres de los rankings más populares de universidades.
El top 10 de THE (con el puesto ocupado el año anterior entre corchetes) quedó así:
1. 1 [1] Oxford (Reino Unido)
2. 2 [4] Stanford (EE.UU.)
3. 3 [7] Harvard (EE.UU.)
4. 4 [2] California Institute of Technology (EE.UU.)
5. 5 [5] Massachusetts Institute of Technology (EE.UU.)
6. 6 [3] Cambridge (Reino Unido)
7. 7 [13] Universidad de California, sede Berkeley (EE.UU.)
8. 8 [8] Yale (EE.UU.)
9. 9 [6] Princeton (EE.UU.)
10.10 [9] Chicago (EE.UU.)
Sin embargo, los resultados sólidos de las universidades de elite de Reino Unido y EE.UU. ocultan una tendencia a largo plazo: el auge de Asia, y particularmente China, en detrimento de los gigantes tradicionales de la educación superior.
La institución asiática más cotizada está en el top 20: la Universidad de Tsinghua, en China, ocupa el vigésimo puesto. Pero los verdaderos cambios se dan más abajo, en el top 100, donde China duplicó su representación (de tres instituciones el año pasado a seis en 2020), y en el top 200 (donde pasó de solo dos en 2016 a siete).
En el mismo período, EE.UU. perdió cuatro puestos en el top 200 y por primera vez, la puntuación en citas ?una de las cinco métricas usadas para compilar los rankings? de las universidades chinas y
estadounidenses de mitad de tabla empezó a emparejarse. Reino Unido se encuentra en una situación similar: solo cinco de sus veinte mejores universidades mejoraron su posición desde el año pasado y fuera del top 200 están en decadencia.
El coronavirus, un factor
Además, hay motivos para creer que la COVID-19 exacerbará esta tendencia. Aunque es posible que tardemos años en observar todos sus efectos sobre la educación superior, una consecuencia posible es que disminuya el número de estudiantes internacionales.
China es la principal fuente de esos estudiantes en EE.UU. y Reino Unido hace años, pero si más chinos se quedan en su país, se verán afectadas no solo las finanzas, sino también el movimiento de talentos. En criollo, cuantos más estudiantes chinos se queden en China, más probabilidades hay de que se beneficien las universidades del país en detrimento de sus colegas estadounidenses y británicas.
Llevamos varios años observando un lento cambio en la educación superior global, ya que las universidades asiáticas vienen subiendo a expensas de sus colegas occidentales, afirmó Phil Baty, director de conocimiento de THE. Esta tendencia probablemente siga acelerándose porque la pandemia trajo una tormenta perfecta: desafíos enormes, sobre todo para las universidades occidentales y en particular para las de Reino Unido y EE.UU., que enfrentan un riesgo muy real de perder a muchos talentos internacionales junto a los cuantiosos ingresos que aportan.
Será difícil destronar a las mejores universidades, pero estos factores, combinados con los efectos de una recesión global que puede ser profunda y prolongada y sus efectos probables sobre el financiamiento de las universidades, podrían anunciar el comienzo de un abrupto cambio de equilibrio en la economía global del conocimiento.
Autor: Nick Morrison.
Podés leer la nota original en inglés acá.