Orsi dio un discurso conciliador y se desmarcó de Milei: "El predominio del más fuerte nunca será nuestra noción de libertad"
Marcela Dobal Directora de Forbes Uruguay
Marcela Dobal Directora de Forbes Uruguay
El discurso de asunción del frenteamplista Yamandú Orsi como presidente de Uruguay incluyó un pasaje centrado en la importancia que otorga a la libertad, pero con férrea defensa de la equidad. Su concepto se desmarcó del pensamiento ultra liberal de otros presidentes, como el argentino Javier Milei. La ceremonia también tuvo varias postales de convivencia democrática entre partidos que ideológicamente están en veredas opuestas.
"Sobrevuela un concepto de libertad ultra individualista que predica el predominio del más fuerte. Nunca será esta nuestra noción de libertad", dijo Orsi al dirigirse a los legisladores en el Parlamento, unos minutos después de que le tomaran juramento.
"Queremos aportar a la construcción de mayores espacios de libertad, por cierto. Es esta una condición esencial de nuestra visión del ser humano, pero cuyo sentido o significado hoy adquiere interpretaciones tan vastas como vacuas", amplió Orsi, quien gobernará por los próximos cinco años.
"La libertad individual en la que creemos es en clave de convivencia e igualdad de oportunidades en los aspectos esenciales de la vida", definió.
El concepto dio lugar a una serie de preguntas retóricas que van en línea con su pensamiento de izquierda: "¿Cuánta libertad puede ejercer o gozar un compatriota que tiene que peregrinar semanas por un centro de salud para conseguir sus medicamentos? ¿Cuán libre es quien padece serios problemas de vivienda o de trabajo? ¿Cuánto, las mujeres que se sienten violentadas en la calle o puertas adentro de su hogar? ¿Qué libertad individual plena puede ejercerse en medio de la desigualdad colectiva?".
Orsi es profesor de Historia, con larga trayectoria política en el Movimiento de Participación Popular (MPP, liderado por José Mujica, hoy mayoritario en el Frente Amplio). "Ya la Historia comprobó el error (u horror) de sacrificar la libertad en aras de una supuesta igualdad. No incurramos en la falacia contraria".
Milei no asistió a la ceremonia en Montevideo, ya que coincidía con la apertura de sesiones del Congreso argentino. Los enviados en su representación a Uruguay fueron figuras protocolares: Natalia Gunski, directora de América del Sur de la cancillería argentina, y Alan Beraud, representante permanente de Argentina ante el Mercosur y la Asociación Latinoamericana de Integración.
Sí asistieron algunos presidentes de la región como el brasileño Luis Inácio "Lula" Da Silva, el colombiano Gustavo Petro, el chileno Gabriel Boric y el paraguayo Santiago Peña.
En Uruguay no hay grieta, sino dos mitades del electorado con representantes que dialogan pese a sus diferencias. Todos los expresidentes desde la restauración democrática asistieron a la asunción. Julio María Sanguinetti (Partido Colorado), Luis Lacalle Herrera (Partido Nacional) y José Mujica (Frente Amplio), se sentaron uno al lado de otro en el Palacio Legislativo, y recibieron agradecimientos del nuevo mandatario. También se refirió a Tabaré Vázquez y Jorge Batlle, ya fallecidos.
Orsi invitó a atesorar el valor de los partidos políticos "en tiempos donde proliferan las expresiones de antipolítica y las lógicas excluyentes". "Seamos siempre adversarios, pero nunca enemigos".
El presidente saliente, Luis Lacalle Pou, puso la banda presidencial a Orsi en Plaza Independencia. Beatriz Argimón, que dejó la vicepresidencia de la República, y Carolina Cosse, quien ahora la ocupa, se saludaron con mucha cordialidad.
"No llegamos al gobierno con la lógica de imponer. Personalmente me rebelo contra ese supuesto país de las dos mitades, donde la mitad que gana recurre al orden y mando, y la otra mitad debe estar poco menos que condenada a obedecer bajo protesta. Sepan que nunca supe llevarme muy bien con los muros, tampoco con los ideológicos", dijo Orsi.
El nuevo gobierno, pese a sus discrepancias con el Partido Nacional, "no comienza un tiempo de refundación", sino "uno de nuevas propuestas y de construcción permanente", afirmó el nuevo presidente. "No volvemos (al poder) con la verdad revelada, con la respuesta perfecta a todos los problemas, ni tampoco con el afán de cobrar cuenta alguna", complementó.