La famosa frase "año nuevo, vida nueva" está más cerca de la ficción que de la realidad. En el mundo empresarial suele darse más el "año nuevo, mismos errores", pero esto es totalmente evitable.
¿Falta de tiempo? ¿Mal asesoramiento? ¿Poca observación? Sea cual sea la causa, lo cierto es que en los negocios se cometen una y otra vez los mismos errores, pero este año queremos aportar nuestro granito de arena para que esto cambie, así que hemos recopilado algunos de esos errores que no deberían volver a repetirse.
El desafío de la velocidad
Centrarse únicamente en las grandes metas
Un buen líder sabe que es importante insuflar ánimo a sus trabajadores para hacer realidad grandes proyectos, sin embargo a veces se les olvida que marcar hitos más pequeños por el camino es necesario para mantener esa motivación.
Los hábitos secretos para lograr un mejor 2022
No delegar trabajo
Ser el jefe no quiere decir que tengas que hacer todo el trabajo y, mucho menos, que seas el único que sabe y puede hacerlo bien. Si querés que todo salga bien este año, delegá tareas. Vas a evitar estrés y hacer a muchos trabajadores sentirse útiles y bien valorados.
Desmerecer los pequeños logros
Esos pequeños hitos que mencionábamos anteriormente y que forman parte de futuros grandes logros también deben estar reconocidos. Los empleados necesitan ver reconocida su labor de vez en cuando. Un simple felicidades a tiempo a veces significa mucho.
Comunicar mal
Esto puede darse de diversas formas: exceso de comunicación, poca comunicación, falta de transparencia y/o diálogo? Hay muchas formas de comunicarse mal y es necesario solucionarlo. Una buena comunicación es básica para el éxito de un negocio.
Separarse demasiado de los trabajadores
Evidentemente, los jefes y los trabajadores juegan en ligas diferentes en cuanto a toma de decisiones, sin embargo, ninguno de ambos debería olvidarse del otro al tomarlas. Creerse por encima de los trabajadores y no comunicarse con ellos es un gran error.
No dar espacio para la innovación y la creatividad
Si invitás a tus empleados a innovar, pero no les das espacio para la prueba y error, muy probablemente esto no servirá de nada. Si te enojás cuando algo nuevo sale mal en vez de ayudar a mejorarlo, seguramente nadie quiera volver a probar nada nuevo. Hay que ser más flexible.
*Nota publicada en Forbes España