Cualquier ejecutivo de la C-suite dirá que uno de sus trabajos más importantes como líder es desarrollar a las personas. Y, más concretamente, desarrollar a los futuros gerentes generales: las personas que dirigirán la empresa el día de mañana. Desgraciadamente, la realidad es con frecuencia más compleja.
Cuando John Hillen y yo escribimos nuestro último libro, nuestras décadas de experiencia combinada trabajando con innumerables empresas, observándolas e investigándolas, demostraron que cada una de estas organizaciones invirtió mucho tiempo y esfuerzo en evolucionar sus negocios. Sin embargo, menos del 10% de estas empresas tenían un plan específico para impulsar el crecimiento de sus líderes.
Es una brecha significativa: sin un plan para desarrollar líderes, el crecimiento del negocio se estanca y las empresas corren el riesgo de no contar con suficientes ejecutivos de alto nivel cualificados para guiarlas hacia adelante. Aunque el plan de crecimiento del negocio de sus frutos, las empresas son inestables mientras luchan por satisfacer las demandas de su propio éxito.
La búsqueda de ejecutivos de alto nivel
Pocas empresas consiguen incorporar con éxito a altos directivos procedentes del exterior. Los estudios realizados por las principales agencias de búsqueda de personal pintan un panorama pesimista: por ejemplo, Heidrick and Struggles informó que entre el 40% y el 50% de los altos ejecutivos contratados externamente se marchan en los primeros 18 meses debido a problemas de rendimiento o de adaptación.
A los ascensos internos les va un poco mejor, ya que los directivos ya conocen la cultura y cuentan con apoyo interno. Aun así, muchas empresas informan que sólo el 60-65% de las promociones internas tienen éxito, lo que indica que estas transiciones de liderazgo son una verdadera lucha.
Si sos un directivo ambicioso, los datos sugieren que no deberías depender de tu empleador para desarrollar las habilidades que necesitás para convertirte en gerente general y tener éxito. La trayectoria de tu carrera (mayores funciones, alcance y más responsabilidad) están en tus manos. A continuación, los pasos para lograrlo.
El momento es ahora
Las personas con carreras ejemplares no esperan a que sus organizaciones se pongan las pilas, consigan aceptación, presupuesto y creen un programa de desarrollo del liderazgo. En su lugar, se ponen en marcha ellos mismos para desarrollar las habilidades básicas que necesitarán como directores generales.
Frank Rouault, Jean Segonds y Vince Byrne argumentaron en su investigación que los futuros directores generales deben desarrollar habilidades en tres áreas críticas, pero no son las áreas en las que solemos pensar, como operaciones, finanzas y marketing.
En ese sentido, los gerentes generales más prometedores y con más éxito mostraron un crecimiento significativo en áreas que van más allá de la sabiduría convencional:
1- Habilidades técnicas: necesarios pero no suficientes, los conocimientos técnicos marcan a los directivos destacados a medida que mejoran los procesos, impulsan la innovación y crean valor empresarial. Los líderes estrella perfeccionan continuamente estas habilidades para superar la obsolescencia, curar las mejores prácticas y componer su propio valor para la empresa. Las habilidades técnicas incluyen la experiencia en el dominio y la competencia empresarial, así como:
- Funciones centradas en el funcionamiento del negocio: finanzas, marketing, cadena de suministro, innovación, legal y cumplimiento, riesgo, IT, digital, estrategia y gobernanza.
- Habilidades específicas: resolución de problemas, adaptabilidad y curiosidad
2- Habilidades interpersonales: trabajar bien con los demás es una necesidad absoluta para tener éxito en las organizaciones que cambian rápidamente. Casi todos los problemas laborales tienen su origen en un fallo de comunicación, una conversación difícil que salió mal o una relación fracturada (a veces, las tres cosas a la vez).
Las investigaciones sobre la inteligencia emocional demuestran que incluso los directivos más inteligentes y técnicamente más hábiles fracasarán si carecen de las habilidades interpersonales que son críticas para liderar el cambio y generar seguidores. Las habilidades interpersonales incluyen:
- Áreas funcionales centradas en las personas: recursos humanos, cultura, contratación, incorporación, evaluación del talento, desarrollo profesional, incentivos y recompensas, trayectoria profesional, formación de directivos, desarrollo del liderazgo, engagement, retención y offboarding.
- Habilidades específicas: comunicación, cooperación, resolución de conflictos, influencia, tutoría, enseñanza, entrenamiento e inspiración.
3- Habilidades socio-sistémicas: las habilidades para trabajar en red son apuestas, una red sólida es crucial para alimentar relaciones mutuamente beneficiosas, influir sin autoridad y adquirir impulso para conseguir que se hagan las cosas. Pero los grandes gerentes generales suman habilidades proactivas de gestión de las partes interesadas: anticiparse a lo que quieren y necesitan sus aliados más importantes y asegurarse de que estas relaciones transaccionales y no transaccionales generan los resultados deseados.
Las habilidades socio-sistémicas también incluyen:
- Áreas funcionales centradas en las partes ampliamente relacionadas con el negocio: clientes, socios, inversores, vendedores, proveedores, reguladores, agencias gubernamentales, grupos industriales y asociaciones comerciales, y afiliaciones profesionales.
- Habilidades específicas: identificar contactos importantes, red de personas, desarrollar relaciones no transaccionales y de confianza, ayudar a los demás, cultivar las relaciones sociales, participar en asociaciones y grupos, en juntas directivas o como voluntario, y conocer a los clientes (e incluso a los clientes de los clientes).
Cómo empezar a convertirte en gerente general
Ahora que ya conocés el terreno, acá hay algunos enfoques específicos que te ayudarán a desarrollar las habilidades básicas que necesitarás demostrar en tu camino para convertirte en un gran gerente.
Habilidades técnicas
Centrate en:
- Crear impacto empresarial: desarrollá tus habilidades empresariales. Buscá nuevas formas de aportar crecimiento y resultados.
- Desarrollar la experiencia y la contribución: profundizá en la experiencia y los conocimientos técnicos que otros valoran.
Hacete las siguientes preguntas:
¿Cómo prevenir la obsolescencia técnica?
¿Cómo aprender a pensar en tiempo futuro?
¿Cómo crear experiencia en áreas funcionales clave -como ventas, marketing, finanzas, IT y RR.HH.- para impulsar los resultados?
¿Cómo catalizar la innovación?
¿Cómo desarrollarse como líder de opinión en su campo?
¿Cómo alinear a tu equipo, a tus compañeros y a otras personas con las principales prioridades empresariales?
¿Cómo asegurarte de que te estás centrando en las palancas adecuadas para alcanzar tus objetivos empresariales?
Habilidades interpersonales
Centrate en:
- Comprender y sacar lo mejor de uno mismo: optimizá tus mejores cualidades, competencias interpersonales, capacidad de liderazgo e influencia.
- Sacar lo mejor de los demás: optimizá las cualidades técnicas, las competencias interpersonales, la capacidad de liderazgo y la influencia de los demás.
Hacete las siguientes preguntas:
¿Cómo desarrollarte como líder de personas?
¿Cómo impulsar a los demás y aumentar su capacidad?
¿Cómo evolucionar y mejorar tu estilo de gestión o tus prácticas de liderazgo?
¿Cómo crear más compromiso (corazones y mentes) con la empresa?
¿Cómo ser visto como un modelo a seguir?
¿Cómo liderar iniciativas clave relacionadas con las personas? (Por ejemplo, contratación, integración, gestión, rightsizing.)
Habilidades socio-sistémicas
Centrate en:
- Desarrollar una red sólida: formá una red diversificada, activa y mutuamente beneficiosa antes de necesitarla.
- Involucrar a las partes interesadas: construí relaciones no transaccionales y buscá situaciones en las que todos salgan ganando mientras dirigís tu carrera hacia tus objetivos a largo plazo.
- Contribuir a la comunidad en general: retribuí, compartí tu aprendizaje y experiencia con los demás formando parte de una junta directiva o trabajando como voluntario.
Cuestionate cómo podés:
¿Construir y activar tu red?
¿Crear una red más diversa?
¿Ayudar a más personas?
¿Desarrollar relaciones significativas con personas que realmente quieren verte triunfar?
¿Dar a la gente razones para hablar de vos como experto, mentor o asesor de confianza?
Si te tomás en serio la idea de convertirte en un gran gerente general, tenés que empezar a trabajar desde ahora para convertirte en el mejor líder que podés ser y crear tu propia trayectoria de crecimiento, con una estrategia de aprendizaje y un plan de acción claro.
Este artículo es suficiente para empezar: desafiá a tu gerente general interior y buscá la oportunidad, el asesoramiento, la tutoría y el apoyo de los líderes a los que admirás. Los mejores ejecutivos siempre tendrán tiempo para vos.
Gracias a mis colegas Elisabeth Jensen Maurer y Alain Pérez por sus excelentes aportes y, por supuesto, a Frank Rouault por la investigación y la sabiduría.
Nota publicada en Forbes US.
