Hay porcentajes que están en boca de todos y que generan mucha conversación. Y con razón: sólo un 29% de altos cargos en los consejos de administración son mujeres o un 27,5% es el número de mujeres que ocupan cargos en órganos directivos de empresas que cotizan en bolsa. Queda mucho por hacer, y hay que hacerlo por el bien de todos.
Pero me gustaría detener la mirada en otros porcentajes que atañen a la mujer: ¿75%, 80%, 89%?
¡Pequeño cambio! Según Nielsen, para 2028, las mujeres poseerán el 75% del gasto discrecional del planeta, lo que las convertirá en las más influyentes del mundo. Otro estudio de BCG indica que 80% es el porcentaje de decisiones de compra que toma o en las que influye la mujer y, según Deloitte, 89% es el porcentaje de compras cotidianas sobre el que influimos nosotras.
Desde esta posición -el cupo de la mujer como consumidora-, tenemos todo a favor para cambiar el mundo, si eso es lo que queremos. Todo apunta que sí.
La elección de las mujeres
Repite a menudo Toni Segarra que no hay nada más democrático y constante que cada elección de consumo: es un voto cotidiano a determinada marca, a un producto en lugar de a otro, a un servicio u otro; y sin esperar a que alguien convoque elecciones.
Pues bien, de estas votaciones constantes, las mujeres tenemos hasta el 89% de influencia. Y tal vez la gran novedad no es tanto el porcentaje en sí, sino la conciencia de tener ese poder y ejercerlo constantemente.
Pero hay más: el 89% de las mujeres dice que va a cambiar hasta el 90% de su cesta de la compra en la próxima década (Nielsen). Casi el 60% de las mujeres millennial dice que las marcas que no se alineen con sus preocupaciones y motivaciones, afectará (negativamente) a sus decisiones de consumo (Merkle).
Y también estamos atentas y vigilantes a lo que compramos: las mujeres leemos hasta un 40% más las etiquetas de los productos que los hombres (Un 67% vs. 48% USA, Nielsen).
El futuro en nuestras manos
Si pensamos en los mercados que se están transformando a pasos agigantados, como la alimentación o la moda, con marcas decrecentistas, no es de extrañar que el peso de la capacidad de decisión de las mujeres en estos sectores sea arrollador: el 74% y el 90% respectivamente (HER/Statista, 2021).
Las decisiones de consumo afectan directamente a las cuentas de resultados, y aquí ya no hay debate: cupo sí, cupo no, las marcas que no se alineen a los gustos, necesidades y demandas de ese 89% de votantes no serán competitivas. Porque si algo está claro, es que lo que demanda el consumidor(a), acaba pasando.
*Con información de Forbes España.