Los trabajadores son la parte más importante de un negocio: sin ellos, las cosas no funcionan. Por esta razón, tienes que cuidarlos bien, y esto no solamente implica buenos horarios y un sueldo adecuado, sino también una correcta motivación. A continuación, te damos algunas claves para mantener a tu equipo en este estado.
Contagia positividad
Aunque las cosas vayan mal, de cara a tus empleados tienes que tratar de dar una imagen de positividad y esperanza. No se trata de ocultar los problemas, sino de mostrarte optimista ante toda adversidad. La positividad genera confianza y tranquilidad.
Establece unas buenas condiciones
Dejando a un lado sueldo y horarios, los empleados necesitan trabajar a gusto. Si los empleados tienen que trabajar en un tugurio y sus herramientas de trabajo están viejas y desactualizadas, desde luego, será complicado que se sientan motivados.
Sé flexible
Si, por ejemplo, un empleado necesita salir diez minutos antes para recoger a sus hijos del colegio, permíteselo. Si hace su trabajo correctamente, esos 10 minutos no te suponen nada y a él le ahorras una preocupación. La empatía siempre es positiva.
Reconoce y premia los logros
Si un empleado tiene una idea y la vas a presentar en una reunión, cuenta que ha sido idea suya. Si un proyecto ha salido bien, da a tus empleados una tarde libre antes de un puente. Cualquier detalle que agradezca su trabajo será bienvenido por su parte.
Ten en cuenta su opinión
Los empleados siempre están al pie del cañón y pueden proporcionarte mucha información que a ti, posiblemente, se te escapa como jefe. Si tienes en cuenta sus sugerencias, se sentirán escuchados y motivados para ir siempre hacia arriba.