A medida que las organizaciones enfrentan la integración de la inteligencia artificial, los cambios políticos y las políticas de regreso a la oficina, los líderes deben ajustarse a transformaciones constantes y vertiginosas para seguir siendo eficaces. Hasta hace poco, el liderazgo se medía por antecedentes comprobados, años de experiencia y competencias empresariales tradicionales. Sin embargo, eso ya no es así mientras nos acercamos a 2025.
El ámbito laboral experimentó su transformación más significativa en décadas, y con ello, la calidad del liderazgo necesaria para encabezar estos cambios. En este contexto, solo aquellos líderes que desarrollen las habilidades más demandadas, en especial la capacidad de combinar conocimientos tecnológicos con conexiones humanas genuinas, lograrán prosperar.
Inteligencia emocional, la habilidad más valorada
Una de las habilidades de liderazgo que seguirá destacándose en 2025 es la inteligencia emocional (IE). Un estudio innovador publicado en la Revista de Gestão Social e Ambiental reveló que los líderes con alta inteligencia emocional generan culturas organizacionales más saludables, impulsan una mayor satisfacción laboral y fomentan un mayor compromiso de los empleados.
La inteligencia emocional, definida comúnmente como la combinación de autoconciencia, autogestión, habilidades interpersonales y gestión de relaciones, permite a los líderes comprender y conectar con sus equipos en múltiples niveles. En un contexto donde todo está cada vez más automatizado, la capacidad de interpretar emociones y generar confianza se vuelve un diferenciador esencial para quienes buscan liderar con éxito.
En el modelo actual de trabajo híbrido que muchas empresas adoptan, esto cobra aún mayor relevancia. Si bien la inteligencia artificial sobresale en la automatización de tareas y la optimización de la eficiencia, no puede reemplazar la capacidad humana para generar confianza, fomentar vínculos significativos y sostener la moral del equipo en entornos virtuales.
Los líderes que hacen un uso inteligente de su inteligencia emocional refuerzan la cohesión en los equipos de trabajo a distancia y aportan ese toque humano esencial en procesos cada vez más dominados por la IA.
Alfabetización en tecnología e inteligencia artificial
Según un análisis exhaustivo de Statista, basado en una encuesta a más de 800 empresas globales que representan a más de 11,3 millones de empleados en todo el mundo, la alfabetización tecnológica se posiciona como la tercera habilidad más esencial para los líderes.
El estudio revela que el 68% de los empleadores considera esta competencia como un factor crucial para el éxito futuro.
La revolución de la IA: un desafío ineludible para los líderes
Atrás quedaron los días en que los líderes podían delegar el conocimiento tecnológico en sus departamentos de TI. Hoy, quienes ocupan puestos de decisión deben involucrarse activamente en la revolución de la inteligencia artificial. No alcanza con supervisar desde la distancia: es fundamental que se capaciten en la terminología y las capacidades de la IA, identifiquen casos de uso concretos para sus organizaciones y comprendan tanto los riesgos asociados como las consideraciones éticas.
Este conocimiento no solo les permite trabajar en equipo con los desarrolladores de software de IA, sino también liderar iniciativas de formación interna y tomar decisiones estratégicas en contrataciones que favorezcan la integración tecnológica en sus empresas.
Curiosidad y aprendizaje ágil: claves del liderazgo moderno
Liderar hoy requiere la capacidad de aprender, desaprender y volver a aprender, un concepto conocido como agilidad de aprendizaje. Esta habilidad permite que una empresa avance con rapidez en respuesta a cambios internos o externos. En un entorno dinámico, la curiosidad y la apertura al cambio se vuelven herramientas esenciales para quienes buscan mantenerse a la vanguardia.
Desarrollar una mentalidad flexible no solo facilita la adaptación a los nuevos desafíos tecnológicos, sino que también se convierte en un diferencial clave para liderar con éxito en tiempos de transformación constante.
La pandemia de 2020: una lección sobre adaptabilidad para los líderes
La pandemia de 2020 fue un recordatorio contundente de lo esencial que es la adaptabilidad, especialmente para quienes deben guiar a sus equipos y organizaciones en tiempos de crisis. Los líderes modernos no solo tienen que sentirse cómodos con el cambio, sino que deben buscarlo activamente y entender que el conocimiento está en constante evolución.
Este tipo de liderazgo implica adoptar enfoques de microaprendizaje, destinando incluso solo diez minutos al día para desarrollar nuevas habilidades o ampliar conocimientos. De este modo, se fomenta una mentalidad curiosa y se cultiva un espíritu de aprendizaje tanto a nivel personal como en los equipos.
En última instancia, este compromiso con el crecimiento no solo mejora las capacidades individuales, sino que también genera un impacto positivo en toda la organización, inspirando a los equipos a adoptar una actitud similar hacia el aprendizaje continuo.
La gestión del cambio: un imperativo en tiempos de transformación
En un contexto marcado por los avances tecnológicos, la reestructuración tras despidos, el auge del talento independiente y la consolidación de los modelos de trabajo híbridos, la gestión del cambio dejó de ser solo una habilidad de liderazgo para convertirse en un requisito fundamental para la supervivencia organizacional.
El ámbito laboral tradicional atraviesa una transformación sin precedentes, especialmente ante la inminente llegada de una nueva administración presidencial. Esto obliga a los líderes, en todos los niveles de las organizaciones, a convertirse en verdaderos arquitectos del cambio.
Algunas transformaciones pueden ser tan sencillas como la implementación de nuevos sistemas de control horario, mientras que otras implican modificaciones estructurales profundas en el funcionamiento de las empresas. La digitalización de procesos comerciales, la adopción de modelos híbridos de trabajo y la integración de inteligencia artificial en las operaciones diarias son solo algunos ejemplos.
Para afrontar estos desafíos, se necesitan líderes capaces de comprender la complejidad del entorno sin perder de vista la estabilidad de sus equipos. La clave no es solo aceptar el cambio, sino gestionarlo de manera estratégica para garantizar la continuidad y el éxito de la organización.
Creatividad y pensamiento analítico: las claves del liderazgo en la era de la IA
En un mundo donde la inteligencia artificial avanza a pasos agigantados, la creatividad y el ingenio humano siguen siendo los verdaderos diferenciadores de un liderazgo eficaz. Porque, al fin y al cabo, es la mente humana la que transforma las ideas generadas por la IA en soluciones innovadoras.
De hecho, más del 70 % de las empresas encuestadas consideran que el pensamiento creativo y analítico serán las habilidades que más aumentarán su importancia entre 2023 y 2027.
Las organizaciones que miran hacia el futuro deben enfocarse en generar entornos donde la creatividad pueda florecer. Esto implica fomentar espacios de trabajo colaborativos donde los empleados se sientan motivados a pensar de manera diferente, en los que el error sea visto como un escalón hacia la innovación en lugar de un fracaso, y donde la combinación entre la percepción humana y las capacidades de la IA mejore la experiencia del cliente y la calidad de los productos o servicios.
Comunicación: la clave para liderar en tiempos de cambio
Con el regreso obligatorio a las oficinas, la reducción de personal y un ritmo de cambio acelerado, está claro que la comunicación será una habilidad esencial para el liderazgo en el próximo año.
Las nuevas generaciones, como los Millennials y la Generación Z, consideran la transparencia como un requisito fundamental en el ámbito laboral, y no como un beneficio opcional. Esto aplica a temas como los salarios, las contrataciones, el rendimiento y cualquier modificación en la empresa. Y no es un detalle menor: la comunicación clara y honesta puede aumentar hasta 12 veces la satisfacción laboral.
Saber comunicarse y ejercer criterio al hacerlo con equipos de trabajo, clientes, proveedores y altos directivos es una habilidad clave que muchas veces se da por sentada. Además, combinar la comunicación efectiva con la inteligencia emocional puede marcar la diferencia entre un gran líder y uno que, sin darse cuenta, termina desgastando a su equipo.
Cómo las organizaciones pueden desarrollar habilidades de liderazgo
Desarrollar líderes sólidos requiere mucho más que los programas de capacitación tradicionales. Una investigación de Korn Ferry revela una hoja de ruta clara para que las organizaciones diseñen iniciativas integrales de desarrollo del liderazgo.
Dominando la tecnología y la inteligencia artificial
Las organizaciones deben acompañar a sus líderes en la adopción de nuevas tecnologías, especialmente considerando las diferencias en el nivel de entusiasmo por la inteligencia artificial (IA) según la región. Este proceso comienza con sesiones de aprendizaje específicas, donde los líderes pueden conocer y practicar el uso de aplicaciones de IA antes de implementarlas en sus equipos.
Es clave diseñar rutas de aprendizaje personalizadas, iniciando con los conceptos fundamentales de IA y avanzando gradualmente hacia aplicaciones más complejas. La combinación de talleres periódicos con oportunidades concretas para liderar proyectos de implementación de IA permite que los líderes adquieran tanto el conocimiento como la experiencia práctica necesarios para una integración efectiva.
Formando líderes inclusivos
La desconexión entre la alta dirección y la experiencia de los empleados es un tema que requiere atención. Mientras que el 82% de los altos ejecutivos dice sentirse aceptado en el trabajo, solo el 63% de los colaboradores individuales comparte ese sentimiento, según datos de Korn Ferry.
Para abordar esta brecha, las organizaciones deben implementar programas estructurados que enseñen a los líderes a generar entornos inclusivos. Esto implica capacitaciones prácticas donde puedan aprender a manejar situaciones laborales concretas, como gestionar equipos diversos, reconocer y mitigar sesgos inconscientes y fomentar el diálogo abierto.
Además, es fundamental la creación de consejos de diversidad que guíen estas iniciativas y garanticen que los programas de desarrollo de liderazgo sean accesibles para todos los grupos demográficos.
Desarrollando habilidades de liderazgo a distancia
Con el 37,5 % de los empleados considerando que la flexibilidad en el lugar de trabajo es esencial, las organizaciones deben preparar a sus líderes con habilidades específicas para gestionar equipos híbridos.
Esto implica una capacitación integral en la gestión de equipos virtuales, que abarque desde cómo mantener una comunicación constante y abierta hasta garantizar una participación equitativa en las reuniones y fortalecer las relaciones de equipo en todas las plataformas digitales.
Las empresas deben ofrecer formación tanto en herramientas de colaboración como en habilidades interpersonales clave para el liderazgo virtual. Además, es fundamental realizar evaluaciones periódicas para medir la eficacia de estos programas e identificar oportunidades de mejora.
Priorizar el bienestar de los empleados
El liderazgo efectivo no solo se mide en resultados, sino también en la capacidad de cuidar el bienestar del equipo. Por eso, las organizaciones deben capacitar a sus líderes para abordar el bienestar de manera integral, contemplando la salud física, mental y emocional. Esto implica dotar a los gerentes de herramientas para reconocer signos de estrés, promover conversaciones que favorezcan el bienestar e implementar políticas que permitan un equilibrio real entre el trabajo y la vida personal.
El objetivo es construir un entorno donde el bienestar no sea solo un beneficio adicional, sino un pilar fundamental de la cultura organizacional. Un enfoque sólido en este aspecto no solo mejora la satisfacción laboral, sino que también impulsa la retención de talento.
El liderazgo en 2025: un cambio de paradigma
El panorama del liderazgo en 2025 exige un cambio profundo en la forma en que las organizaciones desarrollan a sus líderes. Si bien las habilidades técnicas y la visión estratégica seguirán siendo importantes, el éxito dependerá, cada vez más, de aquellos líderes capaces de equilibrar el dominio tecnológico con la inteligencia emocional, fomentar la innovación sin perder de vista la inclusión y liderar el cambio priorizando el bienestar del equipo y la comunicación abierta.
Las empresas que inviertan en programas integrales de desarrollo de liderazgo o cuenten con consultores especializados en estas áreas clave estarán mejor posicionadas para adaptarse a las complejidades del mundo laboral del futuro.
Nota publicada por Forbes US