El ministro de Desarrollo Agrario bonaerense, Javier Rodríguez, apuesta al impulso de las exportaciones agroalimentarias como un instrumento para generar empleo, al desarrollo productivo y a la distribución geográfica equilibrada de la agroindustria como metas de su gestión.
El lanzamiento del programa Provincia en Marcha forma parte de esa estrategia, y por eso lo define como un “muy ambicioso plan que contempla obras de infraestructura vinculadas a la producción y también a mejorar las condiciones de vida de la población con obras de aguas, cloacas y viviendas, y también un especial acento en todo lo productivo”.
En el caso del sector agropecuario, es un apoyo directo para las diferentes cadenas del sector bovino, porcino, ovino, frutícola, hortícola, pesquero, créditos a través del Banco Provincia y mejora de caminos rurales.
¿Cuál es el objetivo de este nuevo plan?
Es un plan destinado a fortalecer la producción y el empleo en esta etapa de transición, ya que todavía no puede hablarse de una postpandemia porque continúa y se mantendrá un tiempo más, hasta la llegada efectiva de las vacunas. En esta transición al gobernador Axel Kicillof le parecía importante generar un plan que pudiera impulsar la producción y el empleo. Por eso, buscamos promover el establecimiento industrial.
¿Los puntos del programa destinados a su área los venían trabajando desde su actividad académica?
Los veníamos trabajando antes de asumir como ideas generales. Tenemos diálogo frecuente con los sectores productivos y teníamos el termómetro de cómo estábamos. Arrancamos el 11 de diciembre sabiendo de la emergencia que tenían los sectores pymes. La pandemia modificó el diagnóstico y la dinámica económica y de la vida, y eso nos obliga a hacer ajustes. El diagnóstico estaba focalizado en la destrucción del tejido industrial, en la muy fuerte caída del empleo y en la enorme problemática de todas las pymes, tanto industriales como agropecuarias. Por supuesto que eso hoy tiene un diagnóstico de base distinto porque la pandemia afectó de manera considerable a los sectores productivos. Lo planteamos en nuestro diagnóstico y es necesario industrializar la producción agropecuaria primaria.
Está poniendo dinero en circulación, y para el sector agropecuario, de forma directa, destinará $ 40.000 millones. ¿Cómo la van a volcar al sector?
Hay una decisión fuerte de volcar toda liquidez y disponibilidad del presupuesto provincial y del Banco Provincia a fortalecer al sector productivo. Nos encontramos con un Bapro que había incrementado sus colocaciones primero en Lebac y después en Leliqs, y esa no es la función de un banco público provincial sino la de darles crédito a los bonaerenses. Eso hoy se está volcando a la producción, y por eso la alta disponibilidad de recursos del BAPRO.
¿Cuánto debería asignarse al sector para que realmente dé el salto?
Este programa es un buen impulso. Los productores destacan el regreso del crédito. Antes tenían tasas de un 80%, eran imposibles. El regreso al crédito es uno de los factores que provocó que este invierno aumentara la superficie destinada al trigo en torno al 4%, y también se reflejará en la próxima campaña gruesa.
Sigue la línea planteada desde el Gobierno de agregar valor en este caso a la materia prima que produce el campo?
Hay una coincidencia en cuanto a la necesidad de producción de alimentos. El desafío de la provincia de Buenos Aires es ese. La posibilidad de industrializar al sector agropecuario y producir alimentos en todo el territorio bonaerense es una manera clara de generar desarrollo local y regional.
En el Consejo Agroindustrial falta la SRA. ¿Cuál es su opinión al respecto?
Esa es una conformación de las distintas entidades. Nosotros hablamos con todos. Entendemos que el Consejo tiene un componente industrial y de las empresas más fuertes, y la SRA tiene una raigambre mayor en la producción agropecuaria propiamente dicha. Por eso nosotros hablamos con todos, hay un conjunto amplio de la producción agropecuaria que tampoco están allí.
Habló del incremento de la superficie plantada del trigo y del impacto del crédito en la campaña gruesa. ¿Puede verse reflejado en el deseado ingreso de divisas para el Estado?
La superficie con trigo aumentó. Los volúmenes de producción van a ser interesantes, pero no sabemos si van a ser récord por las condiciones climáticas, que no han sido las óptimas. Conocemos la importancia del aporte que tienen las exportaciones agropecuarias y agroindustriales, que en conjunto representan las dos terceras partes de las exportaciones totales del país. Ahí hay un enorme potencial, y por eso hablamos de este desafío de impulsar la producción de alimentos. No es solo exportar en cantidades sino en valor agregado, que es exportar trabajo local.
Ya se reestructuró la deuda nacional, falta la provincial. ¿Qué expectativas maneja?
Tenemos buenas perspectivas, se viene hablando muy fluidamente con los acreedores, y el cierre a nivel nacional brinda buenas oportunidades para la provincia. Se van a tener que ver las condiciones concretas, pero nosotros también sostenemos la idea de que siempre el pago de la deuda tiene que cumplirse con la condición de garantizar la sustentabilidad de la provincia y el desarrollo económico, que es la línea del Gobierno nacional.
¿Qué acción de la gestión de Leonardo Sarquís valora?
Nuestro diagnóstico es que el Ministerio estaba cerrado. Cuando preguntamos por los planes o programas específicos, literalmente no tenía un programa propio. Uno veía una agenda de recorridas, nada más. Fue un ministerio de puertas cerradas para todos los productores pequeños, medianos y grandes.
Usted fue funcionario en el Gobierno nacional de Cristina Fernández de Kirchner, de aquellos tiempos. ¿Qué le gustaría traspolar a la provincia?
Esa experiencia fue muy rica, porque fuimos un equipo que hoy se trasladó a la provincia. Cuando pensamos en el programa Provincia en Marcha, parte del diagnóstico de la escasa industrialización ya veníamos planteándola desde entonces. Hubo líneas de mejoras de caminos rurales, o de mecanismos de prevención de la emergencia agropecuaria, que estamos tomando para implementarlas en la provincia. También mantenemos la mirada clara en fortalecer y diversificar las exportaciones, y hoy las estamos impulsando. Este ministerio no tenía un área específica de estímulo de las exportaciones, por eso venimos desarrollando una tarea muy activa en este sentido, teniendo reuniones de intercambio con delegaciones del extranjero, Cancillería y empresarios extranjeros que quieran importar en rondas de negocios.
Se habla siempre de la necesidad de bajar impuestos para impulsar los desarrollos industriales, ¿es posible eso?
Cuando se habla de impuestos, no hay que caer en la falacia de que es el todo, porque en realidad es una parte. Cuando hablamos de impulsar la producción, que sin duda está vinculado con mejorar la rentabilidad, entendemos que hay que hablar del tipo de cambio, de los precios internacionales, de los relativos, las tasas de interés? y los impuestos están entre estos componentes. Algunos discursos pierden esta mirada del todo y se toma al impuesto como lo único y como si mejorarlo cambiara el resto de las variables, cuando muchas veces ha empeorado el resto de las variables.
¿Y el impuesto para gravar las fortunas?
Creo que se va a derramar en provincia, porque tiene un destino específico y va a generar más consumo, más obra pública inmediata. Es una medida especial en función del momento, pero sin duda va a ayudar a motorizar la economía.
¿Qué puede pasar en 2021 con las elecciones de medio término?
Aún es muy temprano para estar mirando eso. Hoy nuestra concentración y trabajo cotidiano está en la pandemia y en cómo generar condiciones que impulsen la producción y mejoren el trabajo.
¿Cómo cree que se va a resolver el tema del tipo de cambio, tan fundamental para el campo?
El Gobierno lo está llevando muy bien. Es un mercado regulado. La política del Gobierno nacional en esa materia es adecuada. Creo que también hay un manejo de la economía nacional donde al factor de la deuda se le sumó la pandemia, y sin embargo el Gobierno está logrando tener buenos resultados y una estabilidad que merece destacarse.