Hacer negocios con impacto: las lecciones de tres emprendimientos argentinos
En el marco de la campaña Visibilizá tu Emprendimiento, de la ASEA, tres emprendedores comparten algunos de los aprendizajes y recomendaciones a la hora de iniciar un negocio con impacto.

Cada vez son más las personas que toman conciencia que no se puede seguir habitando el planeta como lo venimos haciendo, y que los tiempos para alcanzar los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) declarados en el Acuerdo de París, se están acabando. En este marco las empresas y organizaciones son conscientes de esta nueva problemática, y toman acciones para llevar la sustentabilidad y el triple impacto a sus negocios, respondiendo así a las necesidades de las nuevas generaciones de consumidores, y suplir la demanda del planeta desde el punto de vista social, de la inequidad como el medioambiental.

Según Sistema B, solo en 2021 más de 8000 emprendedores y empresas se midieron en Latinoamérica con el fin de saber que tipo de impacto generan en el mundo desde el punto de vista social, económico y medioambiental, números que reafirman la intención y ganas del sector emprendedor y empresario hacia un cambio de paradigma en sus negocios.

En el marco de la campaña “Visivilizá tu Emprendimiento”, de la Asociación de Emprendedores de Argentina (ASEA), y con el propósito de dar a conocer algunos de los emprendimientos de los 490 socios de la organización, tres emprendedores comparten cuáles fueron sus aprendizajes y algunas recomendaciones a la hora de emprender un negocio con impacto en 2022.

 (Pixabay)

Responder a una necesidad: el primer paso para emprender con impacto

Ariel Ernesto Pérez Barrio es CEO y Creador de Oki Alimentos Saludables, en donde elaboran y comercializan todo tipo de productos alimenticios orgánicos aptos para veganos.

Desde joven ya tenía claro lo que quería hacer, identificando una necesidad en el mercado alimenticio. “Desde muy temprano, mientras trabajaba en relación de dependencia ya recibido de ingeniero químico, estuve detrás de usar la creatividad para desarrollar de modo casero productos alimenticios con propiedades benéficas para las personas” recuerda Pérez Barrio acerca de cómo en sus inicios encontró una oportunidad en la industria.  

"Actualmente Oki se diferencia haciendo productos distintos, innovadores, alternativos saludables para el desayuno, merienda o alguna picada”, y aclara: “Cuando digo saludable sale del 'saludable estándar' (lo que mayoría llama comer sano), porque nuestros productos van más allá, ya que como ingredientes usamos semillas y harinas orgánicas. Los productos son obtenidos con muy bajo procesamiento y su deshidratación; son bajos en sodio, algunos son libres de gluten y otros keto”.

Al recordar sus primeros pasos a la hora de emprender generando impacto en la sociedad y el medio ambiente, recomienda para quien está comenzando que lo primero es estar detrás de una necesidad, y con una propuesta que no vaya detrás de una tendencia sino que tenga su sello propio. 

“Además, es muy importante estar atento a comunicar esa innovación o búsqueda de impacto social o medioambiental, como así también la manera de hacerlo”. En cuanto al nuevo año que comienza, vaticina "un 2022 alentador con una necesidad y reclamo en alza de productos con menos químicos y menos procesamiento. Desde el punto de vista ambiental veo que cada vez son más empresas yendo a envases compostables, como así también quienes eligen la utilización de ingredientes agroecológicos y orgánicos para sus productos”.

Observar para incluir, integrar para emprender

Maru Arabehety es CEO y fundadora de ElleVanTok, una marca de ropa interior de triple impacto que nació en Bariloche, provincia de Río Negro, que promueve una economía basada en la colaboración, la integración social y la protección del ecosistema, desde donde dicen que su clave es que entienden la angustia, depresión y desesperación que genera estar excluido. 

“En ElleVanTok hacemos talles inclusivos para todo tipo de cuerpo, género y edad. Además, generamos trabajo para personas en condiciones de vulnerabilidad social”, a lo que recuerda de sus inicios: “Desde chica fui emprendedora, iniciaba cosas, proponía. Mis primeros trabajos fueron coordinando equipos, diseñando, integrando gente y conceptos. Mi primera marca la creé viviendo en Polonia, con la necesidad de sentir libertad y creatividad, rápidamente comencé a vender en Europa y Japón. Luego de capacitarme en ropa interior, cuando volví a mi país participé de un importante concurso internacional de lencería, del cual fuí finalista. Todo esto me impulsó a crear mi marca”.

Al consultarle acerca de cómo fueron sus inicios emprendiendo con impacto social, la emprendedora recuerda: “Al estar tan inmersa en nuestra cultura, no veía las problemáticas, o mejor dicho, aceptaba con naturalidad las cosas no fueran idóneas, no funcionaran, y naturalizaba el sufrimiento de los más oprimidos, de las personas excluidas por el sistema. Esto fue hace 10 años. Aún no habían empezado las olas de revoluciones a nivel mundial. Vi crecer ElleVanTok a la par de la sociedad, que crecía en consciencia", desliza.

"Y así es como vi un nicho de mercado no cubierto, y entendí que no era un nicho. Era el 70% de la población nacional que estaba fuera de los talles argentinos, por eso pensé en los 'talles inclusivos'. Vi el 50% de la población argentina bajo la línea de pobreza, y pensé en la 'integración social' a través del trabajo digno, ya sea como fuerza laboral pero además formando parte de nuestra imagen y campañas publicitarias”, añade luego. Arabehety comenzó con cinco puntos de ventas y hoy ese número asciende a 56 en todo el país. 

Para Arabehety el primer paso para emprender con impacto es comprender, vivir y sentir en profundidad el problema que se quiere resolver, para poder encontrar una posible solución a partir de nuestro negocio, “trabajando en ella a consciencia, hablando con la gente afectada, investigando a fondo. Creería que es un momento óptimo para trabajar con impacto, porque entendemos que no hay otra manera de hacerlo, el futuro requiere de decisiones conscientes que eleven a la humanidad y al ambiente, para que importe tanto el impacto económico, como el social y ambiental".

Finalmente, en cuanto a los aprendizajes a la hora de emprender rescata: “Emprender con impacto va asociado a un estilo de vida, a valores reales que acompañen los proyectos y las propuestas del emprendimiento. Hay que ser verdaderos, ahondar en nuestro interior, conocernos, y ver qué nos interesa, qué queremos hacer. Vinimos a esta vida con un propósito, conozcámoslo, conozcámonos. No "vendamos" el impacto como si fuera una moda, entendamos que es un cambio profundo, un cambio de paradigma".

Nada se tira, todo se transforma; hacia una economía circular

“En SeisUNO coop LTDA somos un equipo multidisciplinario, transversal, democrático, inclusivo y abierto a las diversidades que trabaja colaborativamente en una propuesta de triple impacto: sustentable, socialmente responsable y económicamente viable, traccionando desde los principios de la Economía Circular”.

Así es como define Leo Aragües a su emprendimiento, donde por cada seis pallets de madera recuperados salvan un árbol. “Los pallets de madera son un insumo imprescindible en toda cadena de suministro y tienen una alta y permanente demanda en la gran mayoría de las industrias del país y la región. La reutilización de la madera reduce la tala y extracción de árboles tanto nativos como exóticos”, explica el fundador del emprendimiento oriundo de Rosario, Santa Fe. 

Resulta ser que en la actualidad, la recuperación de pallets usados se realiza como una actividad informal y de baja escala. SeisUno nació como una propuesta que ofrece una doble ventaja: a los recolectores les brinda la posibilidad de sumarse como asociados y a las empresas, por su parte, les asegura un volumen de abastecimiento acorde a sus necesidades, la formalidad que sus protocolos de suministro demandan y una importante reducción de costos, posicionando a nuestros clientes y proveedores como empresas que dan valor a la reutilización por sobre la extracción.

Leo Aragües.

Finalmente, a la hora de comenzar un negocio con impacto, Aragües recomienda: “Creo que lo primero es conocerse a sí mismo; emprender tiene que ver con el hacer pero más tiene que ver con el ser. Preguntas como por ejemplo, ¿Quién soy?, ¿Quién quiero ser? y ¿Por qué hago lo que hago?; son un ejercicio sumamente efectivo para darle luz a nuestro propósito personal que indefectiblemente estará siempre ligado a los objetivos de nuestro proyecto y responderá a necesidades de nuestros clientes”.

Economía circular

ElleVanTok no es la excepción a este quiebre de paradigma que trae consigo la economía circular, donde están constantemente explorando materiales compostables, biodegradables y plantables. Trabajan slow-fashion, fomentando el consumo consciente, a través del zero-waste, reutilizando desechos para crear ecoladrillos para construcciones sustentables, para hacer madera plástica, y zafus de meditación realizados por personas con discapacidad.

“Vi el continente de basura, las toneladas de residuos textiles y las montañas de basura donde residen niños trabajadores, entre otros, y pensé en no generar basura, en resignificarla, reutilizarla o compostarla. Constantemente surgen ideas y cosas para hacer, porque hay mucho que resolver de este mundo para que sea como lo imaginamos”, comenta Maru.

Son muchos los emprendedores y empresas que se han sumado a la ola de economía circular en los últimos tiempos, aquella que intercambia el ciclo típico de fabricación, uso y disposición a favor de la mayor reutilización y reciclaje posible. La identificación de este tipo de emprendimientos es fundamental para poder potenciarlos y fomentarlos no solo desde los estados sino también desde las organizaciones del ecosistema emprendedor.