¿Alguna vez estuviste en un gran evento de networking sintiéndote incómodo y deseando estar en cualquier otro lugar? Si es así, no sos el único.
La introversión puede plantear desafíos, especialmente en espacios que favorecen comportamientos extrovertidos. Esto puede llevar a perder oportunidades, limitar el avance profesional y generar la sensación de no ser valorado. Los introvertidos suelen gastar energía extra al involucrarse en interacciones sociales, lo que puede resultar agotador.
Hacer networking profesional puede ser difícil para los introvertidos, pero también es una oportunidad valiosa para construir conexiones, obtener aprendizajes de experiencias y avanzar en la carrera profesional. De hecho, mi investigación en Gallup demostró que es un componente clave en el desarrollo del liderazgo.
Las mentes tranquilas son las más ruidosas
Curiosamente, los estudios muestran que los cerebros de los introvertidos están más activos que los de los extrovertidos, incluso en estado de reposo.
Estas no son diferencias fisiológicas menores. Esta investigación indica que los introvertidos tienen una corteza prefrontal más gruesa en comparación con los extrovertidos, lo que sugiere mayor cantidad de tejido cerebral en la región responsable del pensamiento profundo y la toma de decisiones.
Además, poseen un sistema de recompensa de dopamina menos dominante, vinculado al placer, pero cuentan con niveles más altos de receptores de acetilcolina. Esto significa que los introvertidos suelen sentirse bien cuando están tranquilos, en silencio y enfocados en la introspección.
Esta mayor (y diferente) actividad cerebral puede hacer que los introvertidos parezcan reservados o callados, pero eso no significa que carezcan de pensamientos o ideas. De hecho, muchos introvertidos pueden sentirse ansiosos ante la idea de asistir a estos eventos, temiendo la necesidad de socializar en grupos grandes.
Susan Cain, experta en introversión y autora de Quiet, sugiere que "el secreto de la vida es ubicarse en la iluminación adecuada. Para algunos, es el foco de Broadway; para otros, un escritorio iluminado por una lámpara". Esta idea resalta la importancia de encontrar tu zona de confort y aprovechar tus fortalezas en situaciones de networking.
En lugar de forzarte a actuar como un extrovertido, es más beneficioso mantenerte fiel a quien sos. Al hacerlo, podés adoptar estrategias para hacer networking sin cambiar tu esencia. Este enfoque no solo es menos estresante, sino también más auténtico.
Si te sentís ansioso por un evento próximo, no te preocupes. Existen estrategias efectivas que podés usar para mejorar tus habilidades de networking mientras te mantenés alineado con tu personalidad natural.
1. Preparate para socializar
Antes de asistir a un evento de networking, definí objetivos claros. Decidí cuántas personas querés conocer o sobre qué temas específicos querés aprender. Tener metas definidas te ayuda a mantenerte enfocado y motivado.
Investigá con anticipación a los asistentes o expositores. Familiarizate con sus antecedentes, intereses y trabajos recientes.
Esta preparación facilita iniciar conversaciones. Por ejemplo, revisar perfiles en LinkedIn puede darte una idea de quién estará presente y ayudarte a identificar con quién te gustaría conectar.
2. Usá tus fortalezas
Aprovechá tus fortalezas naturales al hacer networking. Si sos bueno escuchando o tenés empatía, usá esas cualidades para conectar con otros. Hacé preguntas abiertas y mostrales un interés genuino en sus respuestas. Esto puede generar conversaciones y vínculos significativos.
Si te sentís más cómodo conectando en línea, usá las redes sociales para acercarte a profesionales de tu área. Participar en discusiones virtuales puede resultarte menos intimidante que las interacciones cara a cara.
Si preferís conexiones más profundas y significativas, buscá eventos de networking más pequeños o talleres. Estos espacios permiten conversaciones más detalladas y suelen ser menos abrumadores que las reuniones grandes.
3. Pedí ayuda
Considerá asociarte con un colega o amigo extrovertido que pueda facilitarte presentaciones y ayudarte a integrarte en las conversaciones. Contar con alguien que te acompañe puede reducir la presión de tomar la iniciativa.
Practicá el networking en espacios de baja presión. Asistí a eventos casuales donde no te sientas juzgado y puedas recibir comentarios constructivos. Participar en reuniones informales con personas afines puede ayudarte a ganar confianza sin el estrés de una situación formal.
Independientemente de si sos introvertido o extrovertido, evaluá tu red de contactos. No se trata solo de la cantidad de personas conectadas en redes sociales o círculos profesionales; lo que realmente importa es la calidad de esas relaciones. Considerá quiénes en tu red actúan como modelo a seguir, mentor, conector, guía, patrocinador o influyente. Hacé una lista de estas personas y contactalas para expresarles los roles que te gustaría que desempeñen en tu vida personal y profesional.
4. Reflexioná y mejorá
Después de asistir a un evento de este tipo, tomá un momento para reflexionar sobre tu experiencia. ¿Qué salió bien? ¿Qué podrías mejorar? Este ejercicio te ayudará a aprender y desarrollar tus habilidades de networking con el tiempo. Cuanto más reflexionés, más seguro te vas a sentir en futuras interacciones.
Al adoptar estas estrategias, los introvertidos pueden sentirse más cómodos en situaciones de networking y fomentar relaciones profesionales valiosas.
Recordá que es posible mantenerte fiel a vos mismo mientras hacés networking de manera efectiva. Aceptá tu naturaleza introvertida y encontrá estrategias basadas en tus fortalezas que funcionen para vos.
No tiene que ser una tarea intimidante. Con la preparación adecuada, el uso de tus fortalezas, el apoyo de otros y una mentalidad orientada al crecimiento, podés abordar este tipo de eventos con confianza.
Nota publicada por Forbes US