Guillermo Rauch empezó a programar cuando todavía cursaba la primaria. Lo hizo sin traductores ni materiales en español. Aprendió solo. Usó lo que encontró a mano. Lo que a otros podría haber frenado, para él fue motor. Y esa misma lógica lo acompaña hasta hoy: no esperar que todo esté listo, sino hacer. Por eso, cuando EY Argentina anunció que Rauch fue el elegido como Master del Entrepreneur of the Year EY 2025, no sorprendió. Su historia está atravesada por el riesgo, el talento y la obsesión por el código.
El CEO y fundador de Vercel, una de las tech locales más relevantes en desarrollo web, ahora representará a la Argentina en la edición global del premio que se celebrará en Mónaco. Competirá con más de 50 emprendedores de distintos países por el título de World Entrepreneur of the Year.
Rauch vive en San Francisco, pero su vínculo con la Argentina sigue siendo fuerte. Lo muestra cada vez que puede. Y en la gala organizada por EY quedó en evidencia: se convirtió en el gran protagonista de la noche y su historia motivó tanto a los que recién empiezan como a quienes llevan décadas en el mundo de los negocios.
Rauch fundó Vercel en 2015. Su especialidad es el desarrollo de infraestructura para sitios web y aplicaciones de alto rendimiento. Se convirtió en un unicornio y logró posicionarse como un jugador fuerte en el mercado global. En mayo del año pasado, cerró una Serie E de US$ 250 millones, con una valoración de US$ 3.250 millones. Antes de eso, en 2021, ya había recaudado US$ 102 millones y US$ 150 millones en otras dos rondas. Su crecimiento sostenido atrajo la atención de inversores y dejó en claro que el modelo tenía escala.
Desde 2020, Vercel mostró un crecimiento sostenido en sus ganancias: pasó de facturar US$ 1 millón al año a alcanzar US$ 5 millones, luego US$ 25 millones, US$ 55 millones y recientemente superó los US$ 100 millones. Ese salto tuvo una relación directa con el avance de la inteligencia artificial.
La plataforma se convirtió en una herramienta clave para empresas de distintos tamaños que desarrollan aplicaciones web vinculadas a IA. Ese posicionamiento captó la atención de los inversores, que al identificar que muchos de los nuevos desarrollos con inteligencia artificial usaban Vercel, decidieron apostar más fuerte por la compañía. Entre sus clientes globales figuran nombres como Under Armour, Nintendo, Porsche y Qatar Airways, entre muchos más.
Un talento formado en Lanús
La historia de Guillermo Rauch empezó en Lanús, al sur del conurbano bonaerense. Tenía 7 años cuando se metió en el mundo del desarrollo web. Ya en la secundaria, mientras estudiaba en el Carlos Pellegrini, trabajaba para empresas extranjeras. En un momento se encontró con una decisión clave: seguir el camino académico o volcarse de lleno al mundo laboral. Eligió lo segundo. Y no se equivocó.

Para él, la edad nunca fue un problema. "En Silicon Valley siempre se fue muy 'mente abierta' con el tema de la edad. Pero es cierto que los datos muestran que los CEO más exitosos son quienes arrancan sus compañías más tarde en sus vidas. Si mirás la edad promedio de los CEO en ese mercado son más grandes. Pero siempre he sido muy bien recibido acá", cuenta en una entrevista con Forbes Argentina.
Su mirada sobre Argentina
Más allá del éxito que logró en el exterior, Rauch mantiene una mirada activa sobre lo que pasa en el país. "Argentina tiene compañías y startups increíbles. Hay un estudio que hace sitios y apps para las mejores compañías del mundo que está en Mar del Plata. Acabo de invertir en una compañía que se llama Endless porque está haciendo una interfaz para IA para usuarios que me parece más innovadora que ChatGPT y es un pequeño equipo de Argentina. De hecho, ese equipo me lo conectó Matías Woloski, CTO de Auth0, una de las mejores inversiones de mi vida y es argentina", cuenta.
También recuerda cómo lo marcó seguir de cerca a casos como el de Mercado Libre. "Siempre me dio orgullo que esas compañías representan tan bien al país y que estén en los mercados de acciones globales porque es muy difícil lograr eso, incluso para compañías que nacen acá en Silicon Valley".

Cuando se le pregunta qué consejo le daría a alguien que recién arranca en la Argentina, no duda: "Primero que nada es shipear, que es lanzar productos. Hoy se puede shipear desde cualquier parte del mundo. Por lo tanto, es importante tener una idea, shipearla y que le llegue a cualquier persona".
Y suma una anécdota que deja claro el punto: "Cuando vendí mi primera compañía a Wordpress fue porque, entre otras cosas, al CEO de Wordpress le mandé un mensaje sobre una idea que había hecho yo para él. Cuando se cerró la venta vino a contarme sobre eso y yo ni me acordaba pero me demostró que uno tiene que hacer porque muchos años después eso puede tener un impacto".