La consolidación de un esquema híbrido de trabajo trajo sus pro y sus contras. Por un lado te da y por otro te quita. Así lo indican varios informes que ahondan sobre el otro lado del home office y su impacto emocional. Sea o no un acérrimo defensor del trabajo a distancia, es innegable que el mercado laboral cambió -quizás para siempre- luego de la pandemia.
Trabajadores, tanto hombres como mujeres, se vieron afectados. Y, por supuesto, esta coyuntura cambió también gustos y preferencias del colaborador. En el marco del #8M, una encuesta elaborada por Cuponstar ahondó sobre las nuevas necesidades y prioridades de las mujeres en la post pandemia.
Según el informe, ya no esperan con ansias los descuentos del súper, marcas de ropa o viajes como parte del programa de beneficios de su empresa. Ahora, su foco está puesto en el "plus emocional" que la empresa les brinda.
Casi el 40% valora más que antes los beneficios relacionados al bienestar y más del 50% destaca los horarios flexibles, días libres para pasar más tiempo con sus familias, los talleres de yoga y capacitaciones en general como los principales beneficios en la actualidad.
¿Qué hacen las empresas para cautivar al talento femenino? Según Cuponstar, casi el 50% de las empresas encuestadas asume que le otorga un alto nivel de importancia al wellness y bienestar, además de ofrecer apoyo psicológico, consultas con nutricionistas y reuniones periódicas para conocer el estado emocional de sus empleados.
Por otro lado, el 78% de las mujeres declaró que considera importante contar con mayor flexibilidad horaria y el 73% reflejó su interés en tener oportunidades de progreso profesional de su empleador actual o futuro.
Más del 50% destaca los horarios flexibles, días libres para pasar más tiempo con sus familias, los talleres de yoga y capacitaciones en general como los principales beneficios en la actualidad.
Según Luciana Psenda, Gerenta de Marketing de Cuponstar, el 80% de las mujeres encuestadas considera que tanto el lugar de trabajo como la flexibilidad horaria deben adaptarse al nuevo esquema híbrido. Si bien quieren volver a la oficina, consideran que el lugar debe adaptarse a la post pandemia.
Sin lugar a dudas, la pandemia resignificó los valores de los colaboradores. Por eso, más que nunca, las empresas sienten el compromiso de acompañar y encontrar el equilibrio justo entre economía y empatía, mejorando el bienestar general de sus empleados.
Brecha de género en el home office
Además de nuevos gustos y preferencias, el teletrabajo también ensanchó la brecha de género. Un reporte llevado a cabo por el Observatorio de Tendencias Sociales y Empresariales de la Universidad Siglo XXI. Según el mismo, “las mujeres están más agobiadas y con menos tiempo para desarrollar actividades de ocio” desde que el home office se estableció como principal modalidad de trabajo.
“Al comparar el balance entre la vida laboral y personal, se llegó a la conclusión que el 29,3% de las mujeres que trabajan, perciben que no les queda tiempo para sus hobbies, mientras que en los hombres ese porcentaje fue del 23.4%”, se lee en el informe. Por otro lado, el 25.6% de las mujeres manifestó que les faltaba energía para realizar actividades de ocio con su pareja o familia, mientras que en los hombres ese porcentaje fue del 21,4%.
Laura Gaidulewicz, Directora del Instituto de Género e Inclusión de la Universidad Siglo 21, a su vez comenta que “el Observatorio de Tendencias de la universidad sigue atentamente algunos indicadores que muestran el dinamismo de la brecha de género en el país, atendiendo el impacto que produjo la crisis por Covid-19. Luego de la pandemia, podemos decir que los indicadores de progreso que se venían tomando en cuenta para analizar la paulatina desaparición de las brechas, han detenido su crecimiento, y en algunos en particular, han dado cuenta de alarmantes retrocesos”.
En esa línea, un mayor porcentaje de mujeres manifestaron ver su rendimiento laboral afectado por los problemas con su pareja (16,5% contra el 13,6% en los hombres). Además, un porcentaje de mujeres apenas superior al de los varones (22,9% y 21,8% respectivamente) manifestó sentirse nerviosas, angustiadas o muy tensas todos los días o al menos la mitad de los días y, un 10,1% de las mujeres se sentían deprimidas, decaídas o sin esperanzas casi todos los días, mientras que en los varones ese porcentaje fue del 8,4%.