En su participación del Forbes CEO Summit, Federico Cofman, el Cluster Leader de Mastercard para Argentina, Uruguay y Paraguay explica la estrategia de la compañía para lograr su propósito de inclusión financiera y por qué es optimista sobre la estabilización del país.
¿Cuál es el desafío de liderar hoy?
No sé si tiene que ver con la volatilidad, la ambigüedad, la incertidumbre o la complejidad. En mayor o menor medida, durante mucho tiempo hemos lidiado con esas características, pero la particularidad de estos momentos radica más en que todo está sucediendo al mismo tiempo y parece ser parte de un ciclo de cambios interminable. En la industria de medios de pago, encontramos que los ciclos tecnológicos de innovación van ocurriendo cada vez más rápido, sumado además al contexto global.
Eso genera que al aparecer constantemente nuevas tecnologías, jugadores, socios, competidores y regulaciones, todo va sucediendo demasiado rápido y no llegamos a decir esta es mi estrategia ganadora, la mantengo, sino que hay que ir haciendo pequeñas adaptaciones con un propósito y una estrategia a largo plazo clara.
¿Se puede pensar en inversiones hoy?
La inversión es uno de los vehículos que utilizamos para seguir creciendo. Tenemos una misión que está muy relacionada con el propósito de Mastercard a nivel global, de inclusión financiera, y nos proponemos incluir 1.000 millones de personas y 50 millones de comercios y microcomercios a la economía digital para 2025. Plantearnos ese tipo de objetivos sin inversión suena demasiado alejado de la realidad, con lo cual, al ser una compañía de tecnología y brindar servicios, nuestra inversión tiene que ver más con la tecnología.
Nos proponemos incluir 1.000 millones de personas y 50 millones de comercios y microcomercios a la economía digital para 2025.
Así lo venimos haciendo en los últimos años y planeamos seguir haciéndolo para continuar transformando el mercado con acciones muy concretas. Mastercard introdujo la tecnología de pagos sin contacto en Argentina, las tarjetas prepagas, que fueron un instrumento de bancarización muy fuerte durante la pandemia y después casi diría el producto estrella que tomaron las fintech para comenzar a atender un segmento que históricamente no había tenido acceso a productos financieros.
Trajimos tecnologías como Apple Pay y Google Pay, y en breve otras que van a permitir realizar los pagos sin contacto desde el teléfono. La inversión es un vehículo necesario para no solo crecer en la penetración de los medios de pago en la Argentina, sino transformar el mercado tecnológicamente para que estén dadas las condiciones de que los medios de pago puedan ser un vehículo para facilitarle la vida a la gente.
¿El año que viene vamos hacia la estabilización?
Es difícil arriesgar en un mundo VICA. Elijo ser optimista y un poco me tranquiliza escuchar que, de todos los candidatos, ninguno está hablando de profundizar este modelo que hemos visto que no ha generado buenos resultados. Todos hablan de cierto plan de estabilización. Esa estabilización no va a llegar de un momento a otro, son procesos que llevan varios años, pero es importante volver a las raíces y entender la importancia de las instituciones, de tener políticas de Estado y no de gobierno. Eso genera previsibilidad, estabilidad, que la gente sepa en qué puede invertir, dónde se puede endeudar.
¿Qué medida le pedirías al próximo gobierno?
Hay una que es muy estructural: Argentina tiene una gran oportunidad de revisar su estructura impositiva. El modelo que ha venido desarrollándose en el país a nivel de estructura impositiva es el de cobrarles cada vez más impuestos siempre a los mismos en lugar de buscar agrandar la torta. Hay una oportunidad, Argentina es uno de los países con presión fiscal elevada y muchas veces termina matando a algunos negocios que podrían ser saludables. Si pasamos a que sean más lo que paguen y que las tasas que se cobren sean más razonables, habría más margen de acción para invertir.