Estas son las razones por las cuales Jeff Bezos intenta mostrar sus emociones con más frecuencia
Kevin Kruse Colaborador
Kevin Kruse Colaborador
Existe una presión constante sobre los líderes para que muestren las emociones "correctas". Se espera que los directivos proyecten confianza, optimismo y entusiasmo. Por eso, esta reciente entrevista con Jeff Bezos es una revelación.
Un periodista le preguntó al presidente de Amazon si sentía que siempre tenía que proyectar confianza en el trabajo. En respuesta, Bezos se sumergió en una reflexión sobre el valor de mostrar otros sentimientos, especialmente los "negativos" como la tristeza, el miedo y la ansiedad.
"Especialmente con mi propia familia y mis relaciones cercanas, me doy cuenta de que no estoy intimando realmente con ellos si no comparto cuando estoy triste, o cuando tengo miedo", explicó Bezos. "Así que empecé a trabajar en eso y me pareció muy significativo. Pude profundizar en esas relaciones de forma real. Entonces me di cuenta de que esas emociones también eran válidas en el trabajo". Esta reflexión de Bezos es algo de lo que todos podemos aprender mucho (e imitar).
Lo que Bezos está señalando es que la vulnerabilidad es un ingrediente esencial de la confianza. Para construir una confianza real, para construir una intimidad real, hay que estar dispuesto a volverse vulnerable. Como escribe el poeta y filósofo David Whyte en Consolations II, "La intimidad es la presencia magnificada por nuestra vulnerabilidad". Por esta razón, la gente gravita de forma natural hacia las personas que son vulnerables. Esa vulnerabilidad despierta la cercanía y la conexión.
Resulta extraño entonces que gravitemos hacia quienes se muestran vulnerables, pero que temamos de forma natural mostrarnos vulnerables con los demás. La psicóloga Brené Brown lo llama la "paradoja de la vulnerabilidad", la idea de que la vulnerabilidad es "lo primero que busco en ti y lo último que quiero que veas en mí".
Entonces, ¿por qué nos cuesta ser vulnerables? En primer lugar, las normas del lugar de trabajo etiquetaron la vulnerabilidad como una especie de tabú, relacionada con ser "débil", "compartir en exceso" y "susceptible". En segundo lugar, mostrarse vulnerable provoca ansiedad.
Parecen dos razones distintas por las que eludimos la vulnerabilidad, pero en realidad apuntan al mismo problema: el miedo a apartar la máscara y ser rechazado. Whyte escribe sobre este efecto, diciendo que la ansiedad por volverse vulnerable es "una protección contra la intimidad real, la amistad real y el compromiso".
En la misma entrevista, el empresario también compartió cómo sintoniza sus emociones con mayor cuidado. Una mayor conciencia emocional le permite ser más eficaz en su trabajo. "Todas tus emociones son una especie de sistema de alerta temprana", señaló. "Si estás estresado, para mí es una especie de radar precoz que detecta que hay algo en lo que no estoy actuando. Es un indicador importante".
Al tratar sus emociones como indicadores, Bezos es capaz de utilizar esas emociones de forma más constructiva. "Resulta que si estás canalizando todas tus emociones negativas hacia la frustración o la ira, no estás siendo preciso", explicó. Por eso, al momento de tener una reunión, recomienda escuchar y cuando le toca el turno de hablar, expresar la incomodidad: "Eso es más eficaz".
En lugar de expresar un flujo constante de confianza independientemente de la situación, Bezos flexibiliza el tratamiento de sus emociones para adaptarlas a la situación. En el ejemplo de la reunión, elige mostrarse vulnerable voluntariamente, haciendo saber a la gente que lo rodea que está incómodo. Se puede especular que el hecho de que Bezos comparta su miedo tan abiertamente comunica la gravedad de la situación y muestra a la gente que lo rodea que no están solos en su miedo.
Como escribe el psicólogo Adam Grant, "la regulación de las emociones no consiste en ignorar o reprimir los sentimientos. Se trata de reflexionar antes de reaccionar. Las emociones son pistas sobre valores e intereses. Deben informar las decisiones, no dictarlas".
Ambos compromisos de Bezos (ser más vulnerable como líder y sintonizar con sus emociones) son una cuestión de inteligencia emocional.
La inteligencia emocional puede definirse como su capacidad para reconocer, comprender y gestionar tus emociones con el fin de ser más eficaz en tu trabajo y en tus relaciones. Es importante destacar que es un conjunto de habilidades, no un rasgo fijo. Eso significa que tu inteligencia emocional es algo que podés desarollar con la práctica. Como un músculo, cuanto más la entrenes, más fuerte y ágil va a ser.
Podemos tomar el pensamiento de Bezos como un punto de partida para el propio crecimiento de la inteligencia emocional. Practicá la identificación de tus emociones de forma reflexiva (consideralas indicadores de cómo podrías actuar), y evaluá situaciones en las que podés ser más vulnerable y abierto, tanto en casa como en el trabajo.
Nota publicada en Forbes US.