¿Estás cayendo en la trampa de la adicción al trabajo? Tres formas de liberarse
Mark Travers Psicólogo estadounidense egresado de la Universidad de Cornell y la Universidad de Colorado Boulder.
Mark Travers Psicólogo estadounidense egresado de la Universidad de Cornell y la Universidad de Colorado Boulder.
La adicción al trabajo puede tener efectos perjudiciales para el bienestar físico, mental y emocional. Lo que a primera vista puede parecer dedicación y compromiso puede ocultar tendencias desadaptativas y adictivas subyacentes hacia el propio trabajo que justifican una atención cuidadosa.
Un estudio de 2016 publicado en PLOS ONE halló correlaciones positivas significativas entre la adicción al trabajo y las manifestaciones de varios trastornos psicológicos distintos.
Estos trastornos abarcaban una serie de afecciones psicológicas, como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), los trastornos de ansiedad y los trastornos depresivos, entre otros.
Entre las posibles explicaciones del excesivo compromiso laboral se incluyen:
Reconocer la interacción entre estos determinantes latentes y la propensión a un compromiso laboral excesivo es de suma importancia y un primer paso esencial para garantizar el bienestar.
A continuación listamos dos estrategias para contrarrestar la adicción al trabajo.
Para protegerte eficazmente de los efectos adversos de la adicción al trabajo y recuperar el control sobre tu tiempo y sus emociones, considerá la posibilidad de llevar a cabo una exhaustiva auditoría del tiempo. Esto implica un seguimiento meticuloso de las actividades diarias, el tiempo empleado en realizarlas y las emociones que evocan.
Este proceso garantiza que seas consciente de tu rutina diaria y te empuja a centrarte en actividades que realmente mejoran tu estado de ánimo. Esta práctica resulta beneficiosa de dos maneras importantes.
Aunque los estudios observaron que las personas que muestran tendencias adictas al trabajo pueden utilizar mucho el smartphone, lo que puede alterar la calidad del sueño, puedes darle la vuelta a la situación y aprovechar el uso de la tecnología a tu favor.
Intentá reducir el uso de la tecnología configurando notificaciones o respuestas automáticas para señalar el final de la jornada laboral, o establece recordatorios a la hora de acostarte para poner límites de forma eficaz.
Para mitigar el escapismo emocional a través del trabajo es necesario adoptar un enfoque decidido y estructurado del tiempo de inactividad. Para contrarrestar el atractivo del tiempo libre no estructurado y garantizar la debida consideración a tu vida personal, es crucial programar intervalos dedicados a la relajación y a actividades no laborales.
La asignación estructurada del tiempo sirve como defensa firme contra la inclinación a volver al trabajo o a actividades menos satisfactorias durante los periodos no estructurados.
Designar bloques de tiempo específicos para compromisos no laborales dentro de la rutina diaria es una forma de establecer un marco para el tiempo de inactividad. Tratar estas franjas horarias como citas inviolables, como si se tratara de cualquier otra reunión oficial, salvaguarda el tiempo de ocio al garantizar que las obligaciones relacionadas con el trabajo no se coman los momentos de relajación.
Además, la participación activa en aficiones, interacciones sociales y actividades personales actúa como un potente escudo contra el escapismo emocional. Participar en actividades que nutren la mente, el cuerpo y el espíritu contribuye a una vida más completa.
Estas actividades sirven como recordatorios conmovedores de la naturaleza polifacética de la propia identidad, reforzando la comprensión de que el bienestar emocional está estrechamente entretejido con diversas facetas de la vida, que van más allá de los meros logros profesionales.
Las conclusiones de un estudio publicado en Journal of Organizational Behavior subrayan la importancia de establecer límites claros entre el trabajo y el tiempo personal, sobre todo para quienes tienden a verse consumidos por las obligaciones laborales.
Las conclusiones implican que el hecho de prolongar las tareas laborales más allá de los límites típicos de la jornada laboral, como responder a correos electrónicos, finalizar informes o realizar investigaciones relacionadas con el trabajo, podría afectar al bienestar de quienes ya muestran elevados niveles de adicción al trabajo.
Así pues, el estudio sugiere que dirigir la energía hacia actividades físicas puede reportar importantes beneficios en términos de rejuvenecimiento emocional y mental. Fomentar la actividad física regular, aunque sea en pequeñas dosis, podría ser una estrategia eficaz para contrarrestar los posibles efectos negativos de la adicción al trabajo.
Aunque la sociedad recompense el exceso de trabajo, a menudo los costes superan a los beneficios, lo que se traduce en agotamiento, depresión y relaciones tensas. Si reconoces las motivaciones ocultas de la adicción al trabajo y adoptas estas técnicas proactivas, podrás allanar el camino hacia una vida más sana y equilibrada, en la que la productividad complemente el bienestar en lugar de eclipsarlo.
*Con información de Forbes US