¿Cómo se hace para manejar la doble agenda en un país como Argentina, que tiene un contexto tan incierto?
Cada geografía tiene lo suyo. Hay cuestiones en determinados países que no estaban previstas y las compañías tienen que adaptarse. Por algún motivo en el mundo reconocen el talento argentino y lo buscan. Eso quiere decir que también ellos tienen sus incertidumbres, entonces no nos achiquemos con eso.
Si me preguntás de qué manera manejar la doble agenda es: no perder el optimismo. A mí me gusta decir que hay que prepararse para lo peor (porque uno tiene que estar preparado), pero transitar el proceso pensando que todo va a salir bien, con optimismo.
¿Y cómo ves a las empresas en Argentina? ¿Hay entusiasmo? ¿Hay cansancio?
A partir del cambio de gobierno del año pasado hay un nuevo wait and see. Es una nueva oportunidad que tenemos en Argentina de demostrar si queremos cambiar las condiciones y llamar a los inversores.
Hoy todavía estamos a seis meses del nuevo gobierno y sí, las compañías no te puedo decir que pierden la paciencia, porque la verdad es que no, se han ido reinventando a lo largo de los años para poder lidiar con Argentina.
Por otro lado, también sabemos que si Argentina cambia, esas compañías que han seguido apostando en el país tienen ganas de invertir más. Si nosotros nos comparamos con otros países de la región, estamos muy orgullosos de nuestra tecnología, pero hay países que han invertido más. Si damos señales de una mejora, no tengo ninguna duda de que van a revalidar su confianza en el país.
¿Qué es lo que piden las empresas?
Para empezar, piden estabilidad y reglas claras. El hecho de saber que las condiciones no van a cambiar sobre la marcha. En Deloitte somos una firma absolutamente multidisciplinaria, entonces independientemente de que trabajamos de manera regional (interactuamos con 16 países de Latinoamérica y también con otros países de la red), tenemos internamente distintas disciplinas, por lo tanto, convivimos con las visiones distintas que te da el tener contadores, actuarios, ingenieros en sistemas, ingenieros industriales, abogados, economistas.
Para un mismo caso cada uno aporta su visión. Nosotros la verdad que nos ocupamos de desarrollar talento en toda su expresión. Recibimos chicos, salen de la facultad y los formamos. El desafío que hoy tenemos también es mantenerles a ellos ese entusiasmo por aprender, por capacitarse, por quedarse en Argentina. Y la verdad que es un desafío muy interesante.