Edgardo Vásquez, gerente general de Laboratorios Bagó, dio una entrevista exclusiva durante su participación por la 5° edición del Forbes CEO Summit, donde se refirió al momento que vive hoy la industria de la salud. Está experimentando un proceso de transformación, dice el ejecutivo.
La cabeza de Bagó entiende que, producto de la evolución que vive hoy el sector, la gestión del corto y largo
plazo es un desafío. Según Vázquez, más que nunca, hoy es clave intentar anticiparse a los cambios.
¿Qué significa la transformación digital en tu industria?
La farmacéutica es una industria basada en el conocimiento, nos atraviesa en todas las dimensiones. Primero, en el descubrimiento de nuevas terapias de tratamiento. En los últimos 20 años, con la incorporación de la biotecnología, hubo un montón de soluciones farmacológicas. Esto permitió una explosión de conocimiento, una descentralización de esos desarrollos. A partir de ahí tenés pacientes que hoy tienen mejores opciones de tratamiento. Y esto impacta en la empresa. Primero, en la forma en que nos vinculamos con los financiadores y con los pacientes.
Hacia adentro, siendo más eficientes en nuestros procesos comerciales, haciendo más efectivo nuestro entendimiento de lo que necesitan la comunidad médica, los farmacéuticos, la cadena de valor. Y Bagó, todo lo que tiene que ver con industrias 4.0. Esta es una industria de precisión.
¿Cómo es ese proceso?
Somos una empresa industrial de 90 años con 1.000 personas trabajando. No todo lo podemos hacer dentro de la compañía, esa fue la primera conclusión, cómo nos vinculamos con este ecosistema que está generando una transformación. Nos focalizamos mucho en el modelo de dispensa de un producto farmacéutico, cómo garantizamos accesibilidad.
La tecnología propone hoy una facilidad en ese concepto. Pero no creo que lo podamos hacer como empresa individual, es un esfuerzo mancomunado de droguerías, laboratorios, farmacias. Decidimos focalizarnos en mejorar nuestros procesos productivos y el proceso comercial para garantizar la accesibilidad. Buscamos modelos de vinculación. El desafío interno cultural es seleccionar bien cuáles son esas oportunidades donde podemos hacer la diferencia. Tenemos un área de transformación comercial que mira qué sucede en el ecosistema de salud que puede llegar a afectar nuestro modelo de negocios.
¿Cómo manejás la doble agenda?
La industria farmacéutica es un juego de ajedrez. Es una industria regulada, da tiempo, pero tenemos que anticiparnos. El equipo de transformación comercial está embebido dentro de la estructura comercial. Pero tenemos asociaciones fuera del laboratorio. Hicimos un plan para 2030, es un ejercicio que enriquece mucho a la organización. Vale la pena repensar la sustentabilidad del sistema de salud, los jugadores, cómo va a evolucionar todo. No tenemos recursos ilimitados, la Argentina tiene un contexto en el que acceder a la financiación es complejo, entonces tenemos que ser bien claros dónde queremos poner la energía.